EL LLAMADO GRUPO DE BURGOS. POETAS E INTELECTUALES DEL RÉGIMEN.

El llamado GRUPO DE BURGOS, un colectivo poético y político formado y fundado en plena guerra civil, estaba comandado por Dionisio Ridruejo (Burgo de Osma, Soria, 12 de octubre de 1912 – Madrid, 29 de junio de 1975)  que pertenecía a la Generación del 36. Fue nombrado en 1938 jefe del Servicio Nacional de Propaganda gracias a su rápida ascensión en la falange de José Antonio.

Su vocación al crear EL GRUPO DE BURGOS era dotar a esa incipiente estructura político-militar de doctrina y retórica. En torno a su figura, en la ciudad de Burgos, germinó un grupo intelectual, un elenco de escritores, poetas y pensadores que aspiraban a ser la elite teórica de aquella España que se estaba formando desde el lado nacional, y que entendían debía estar inspirada en un nacional sindicalismo radical.

Procedentes de la dirección de Jerarquía aparecieron en el grupo poetas como Luis Felipe Vivanco o Luis Rosales; novelistas como Gonzalo Torrente Ballester; y filósofos como Pedro Laín Entralgo o Eugenio D’Ors ,  todos ellos siguiendo a su líder espiritual y bajo el auspicio de Serrano Suñer fueron los que conformaron el núcleo duro del que se llamó ‘Grupo de Burgos’.

El Palacio de la Audiencia, sede del Servicio de Propaganda, fue sede del teatro de operaciones de Ridruejo y compañía «Consigue armar su oficina de Burgos con los camaradas de Pamplona que hacen ahí desde el año anterior revistas como Jerarquía o Vértice, con la colaboración estética de y de largo fondo ideológico de Eugenio d’Ors>>

Crea después en el suntuoso Palacio de la Audiencia, un dispositivo de propaganda con <<Tovar a la cabeza de la radio, Laín en el ámbito editorial, Edgar Neville por el lado cinematográfico, y elconocido grupo catalán que ha hecho y sigue haciendo Destino con Ignacio Agustí, Juan Ramón Masoliver, José Vergés o Martín de Riquer».

En el ámbito cultural la vocación era clara: la integración en una ‘cultura nacional’ de todos aquellos autores que, independientemente de su ideología, sintieran o hubiesen sentido España. Así, una de las metas del ‘Grupo de Burgos’ fue la recuperación y restitución de la memoria y la obra del gran intelectual español del siglo XX: Antonio Machado. Para hacer proselitísmo de estas tendencias, Ridruejo y los suyos fundaron la revista Escorial. La estrategia política del ‘Grupo de Burgos’ se fundamentaba en la entrada de España en la II Guerra Mundial junto a Alemania e Italia  siguiendo el modelo fascista.

España no entró en la guerra. Además, la derrota del Eje supuso un fracaso en las aspiraciones de estos intelectuales: el grupo se desactivó, pero volvió movilizarse en la década de los 50. Sin embargo, antes se produjo un hecho esencial: el distanciamiento entre Ridruejo y Franco. El primero había tomado parte en la ‘División Azul’, la unidad de voluntarios con la que Franco, sin entrar activamente en la contienda, apoyó a las potencias del Eje.

A su regreso en 1942, el poeta soriano rompió con el régimen por entender que éste no cumplía con los ideales nacional-sindicalistas que él siempre había defendido.

Segunda etapa. En 1951, con la llegada al Ministerio de Educación Nacional del falangista Joaquín Ruiz Jiménez, el ‘Grupo de Burgos’se reactivó de nuevo. Bajo el paraguas de Ruiz Jiménez (como antes fue el de Serrano) los miembros del grupo de Burgos darán su última batalla para reorientar al régimen desde dentro. La ideología del grupo sigue siendo el falangismo radical, cada vez más alejado del «falangismo oficial». La estrategia y la táctica van a ser muy diferentes. El objetivo ya no es la ocupación del estado, sino la agitación cultural y universitaria, el entrismo en las instituciones educativas, y el intentar ponerse al frente de una larvada agitación universitaria que ya se adivinaba. En definitiva, un programa gramscista que, años más tarde, llevarían a cabo los comunistas con notable éxito.

Ruiz Giménez ofreció a Laín la subsecretaria del Ministerio, que este rechazó, pero aceptó el cargo de rector de la Universidad Complutense de Madrid. Antonio Tovar (otro miembro del grupo de Burgos) se hizo cargo del rectorado de la Universidad de Salamanca. Otros cargos de importancia del Ministerio fueron ocupados por falangistas próximos a los  planteamientos del grupo de Burgos. Ridruejo no ocupó ningún cargo, pero aprovechando las tribunas que su condición de notable periodista y escritor se le ofrecían, saltó una y otra vez a la palestra para batirse en defensa de la política que se venía impulsando desde el Ministerio por sus amigos Laín y Tovar.

Para intentar «reorientar al régimen desde dentro. La ideología del grupo sigue siendo el falangismo radical, cada vez más alejado del falangismo oficial. La estrategia y la táctica van a ser muy diferentes. El objetivo ya no es la ocupación del Estado, sino la agitación cultural y universitaria, el entrismo en las instituciones educativas y el intentar ponerse al frente de una larvada agitación universitaria que ya se adivinaba»

Muchos de sus integrantes fueron ocupando cátedras universitarias, y contribuyeron a crear muchas publicaciones falangistas. La universidad se convirtió en un instrumento político de primer orden del que el régimen pronto receló y abortó, provocando otro desastre para la jerarquía intelectual del ‘Grupo de Burgos’. Sin embargo, la semilla de rebeldía y libertad había prendido. Aún tardaría años en germinar, aunque lo haría con fuerza. Dionisio Ridruejo, otrora visionario fascista, no dudó en hacer pública su oposición al régimen franquista. Fue por ello encarcelado, perseguido y zaherido. Sin ocultar nunca sus orígenes, reconociéndose parte culpable del engendro del monstruo, evolucionó hasta posiciones socialdemócratas. No llegó a ver la España que irresponsablemente entrevió -dejándolo por escrito- hacia la mitad de la dictadura. Murió en 1975 cinco meses antes que Franco.

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