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UN BURGALES, CRITICO MUSICAL DEL DIARIO A.B.C.  Ángel María Castell Urquiola. -Por Luis Lozano Virumbrales-

     Castell, espíritu amplio y comprensivo, con esa virtud vital de tolerancia, que es flor de la cultura, ha olfateado, curioso y ávido de hallar emociones, todos los intentos del arte contemporáneo, que unos han dejado ya su peldaño en la escala del progreso musical y otros han sido como los andamios sobre los se va construyendo el nuevo edificio y que una vez alzado, hay que quitarlos porque aquel falso monumento de madera tiene que caer para que, sobre el limpio azul del cielo, se perfile altiva y majestuosa la gentil columna del triunfo.

     Desde aquella gracia tan señora de las danzas de Mozart, y aquella serenidad primitiva de las tocatas de Bach, hasta la complicada sensibilidad de Stravinski, Castell ha sabido hacer brillar ante sus lectores todas las facetas del diamante musical, todos los aspectos estéticos de ayer, de hoy y de mañana, tradicionalista y progresivo por ese ingenioso razonamiento que daba nuestro nunca bastante llorado Vázquez de Mella  [1] cuando decía que «no hay tradición sin progreso que la origine, ni progreso sin tradición que le continúe».[2]

     Esa sutil pincelada que su amigo, el compositor navarro Joaquín Larregla,[3]esboza, provocando bifurcaciones estéticas, seleccionando procedimientos, entre Wagner y el Impresionismo, comenzó en Burgos. Aquí nació, un once de julio   de1865, de familia de industriales de la confección; la Guía general de Burgos que en1876 redactó Antonio Romero y Buitrago, reseña el negocio familiar en el apartado Modistas: Federico Castell, Laín Calvo, 20;[4]aquí, en Burgos, él mismo lo cuenta, en su adolescencia estudió solfeo y piano;[5]de aquí, ya en juventud, salió para San Sebastián a perfeccionar estudios, a iniciar su vida profesional. Una vida profesional, la de escritor, la de periodista, dedicada por entero a la música en visión bien alejada de esa peculiar crítica normalizada en la prensa posterior a su época, más próxima, la suya, al comentario que comparte experiencias sensoriales con el público: corresponsal en Donostia del periódico madrileño El Imparcial,[6]colaborador entre 1894 y 1910, de la revista Euskal Erria, [7] la publicación autóctona vasca protegida por Miguel de Unamuno, aportará inéditos ensayos sobre temas de esa tierra norteña; de igual forma lo hace en Vida vasca [8]con sus ensayos, Episodios donostiarras.

     Con tan solo veinticuatro años, 1889, se enfrenta a la dirección del periódico de más influencia política en esos momentos de todo el norte de España, La Voz de Guipúzcoa. [9]Un diario nacido al año siguiente del hundimiento de la primera República, provocado por el levantamiento en pro de una nueva restauración monárquica ocupando el trono el hijo de Isabel II, Alfonso XII. Entre la dicotomía Monarquía, República, el diario donostiarra se inclinará por la segunda opción y no duda en definirse, en portada, como republicano, aunque siempre manifieste, en su página de opinión, realidades ideológicas liberales y moderadas, eso sí, claramente alejadas de ese nacionalismo vasco, xenófobo, que, en 1895 habría de proclamar, primero en teoría editada, luego en partido político, Partido Nacionalista Vasco, Sabino Arana. [10]

     En 1902, cuando Torcuato Luca de Tena,[11]le invite a trasladarse a Madrid, abandonará el territorio vasco; en la capital del reino, juntos, sedimentarán la esencia ideológica de su periódico, estructurarán las diferentes secciones, crearán una nueva maquetación, bien diferenciada del resto de la prensa española. La aventura periodística está decidida y el uno de enero de 1903 lanzan a la venta el primer número del Diario A.B.C. [12] bajo la dirección de Luca de Tena y la subdirección del burgalés que se ocupa de las tareas de redactor-jefe y de la sección Informaciones musicales, firmando con el seudónimo de Ademecé. Así hasta el año 1939 en que le sucede en la crítica musical del diario madrileño otro burgalés de prestigio, el guitarrista Regino Sainz de la Maza.[13]La razón del relevo, que no de abandono del diario, un desprendimiento de retina: Dios, en sus altos designios, que acato con resignación cristiana, ha querido que me quede ciego, pero escribo a máquina y, al manejar su teclado, me hago la ilusión de que torno a la niñez y toco el piano.[14] Con ello, el dúo histórico de músicos ciegos burgaleses se metamorfoseaba en un trio que llevaría la música a las más altas cumbres: Francisco de Salinas en la teoría, Antonio de Cabezón en la práctica, Ángel María Castell, en el comentario, serán luminarias que dejan huella de esplendor.

   Por su despacho de redactor jefe, en la madrileña calle Serrano 61, en ese edificio neoplateresco, con visos de modernismo en la fachada posterior que mira al Paseo de la Castellana, que construyera, en 1896, Luca de Tena para su publicación ilustrada que, por primera vez en España, utilizaba papel cuché e imágenes en color, Revista Blanco y Negro, [15] ha pasado la intelectualidad y el arte de la primera mitad del siglo XX; los nombres de Emilia Pardo Bazán, Ramón del Valle Inclán, José Martínez Ruiz que firmaba como Azorín, Pio Baroja, José María Pemán, Víctor Espinós, Carlos Boch… no son sino referencia limitada de colaboradores que crean amistad.

     Y en el ambiente musical, amigo de los músicos más célebres que ha habido desde hace cuarenta y cinco años:[16]el primero, el compositor y teórico donostiarra Antonio Peña y Goñi, [17]desde su época de San Sebastián, luego, en Madrid, como mentor en su conocimiento del mundo de la música dramática y la zarzuela.[18]En París, en Bruselas, convive con Albéniz, a quien estudia y comenta; en Madrid, con Manuel de Falla, con Joaquín Turina, José Subirá, Pedro Fontanilla, su inagotable orientador en los fondos musicales de la biblioteca del Real Conservatorio de Música, Madrid, de la que es titular; Moreno Torroba, Julio Gómez, Jesús Guridi, Conrado del Campo, Julián Gayarre, Miguel Fleta, ambos, Castell, Fleta, disfrutando cada verano, en cercanía doméstica, en las playas donostiarras de Deva; Andrés Segovia, Francisco Tárrega, Regino Sáinz de la Maza, Víctor Espinós que le sucederá en el sillón de la Academia de Bellas Artes de San Fernando; José María Usandizaga; Adolfo Salazar, a pesar de sus diatribas sobre tradición y vanguardismo, el burgalés desde el A.B.C., el madrileño en El Sol.[19]

     Una cita del compositor navarro Joaquín Larregla que rezuma nostalgia del pasado puede ser esencia de esas tertulias de amistad en la vida del burgalés:

      ¿Cómo olvidar (si con ellas se aspira el aroma del tiempo mozo) aquellas horas pasadas en la terraza del Gran Casino donostiarra, con Chapí, con Arrieta, con Albéniz, con Peña y Goñi, con Castell, sentados frente al mar, discutiendo sobre la nueva escuela que iba invadiendo orquestas y escenarios? [20[

     Cuando en 1928 ingrese en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la sección de Música, sentado en el sillón que ha dejado el dibujante, retratista Antonio Garrido y Villazán, [21] se rodeará de lo más granado en pintura, en escultura, en arquitectura, en cine y convivirá, en frecuencia obligada, con los mejores músicos, todos ellos sus amigos.

     Su obra no es bibliografía amplia, más bien labor casera que semanalmente recrea, en breve o larga glosa, el quehacer musical madrileño, a veces español, a veces europeo, siempre reiterando las convicciones más auténticas de su trabajo:

      Este cronista que no cede en punto a entusiasmos por la música, enamorado de su profesión de periodismo, a la que lleva rendido tributo de cuarenta y cinco años de trabajo, no es un crítico. Para serlo, carece de competencia técnica.

      Pero si conocimientos profundos y autoridad poseyese para ejercer la crítica, tampoco la habría cultivado porque, ante todo y sobre todo, he sido y pretendo seguir siendo periodista y con todos los respetos que merece el sacerdocio de la crítica, de la que soy ferviente admirador, considero que si el periódico moderno, por lo mismo que es reflejo de la vida agitada y volandera en estos tiempos, requiere la impresión recogida en una crónicas mejor que el juicio reposado, sin limitaciones de espacio ni apremios de tiempo, de una crítica.

      Y he aquí lo que estimo misión fundamental de todo cronista de la Música: la de orientar y conducir en suave trabajo educativo, por buena senda a los públicos, también y siempre buenos desde el momento que buscan emociones artísticas, que exteriorizan ingenuamente sus impresiones y las rectifican con igual espontaneidad cuando se percatan de que se equivocaron.

      Entiendo que, a estas masas simpáticas por alentadas de toda manifestación de cultura y respetables por sus juicios, hay que hablarles el llano lenguaje de sus comentarios, no el complicado y frio de la crítica; complicado como toda función de laboratorio, y frio, porque algo tiene de mesa de disección. Y la página musical más vieja y conocida puede resultar nueva para el relato del cronista solo por la variedad de la interpretación o del efecto producido en los oyentes.

      El trabajo de estos es obra estática, fundamental, inmutable, pudiera decirse, empleando un término jurídico, que establece jurisprudencia. La función de la crónica es dinámica, porque dinamismo es la impresión de los públicos.

      Muchas veces me he preguntado cuántos de los lectores de mis crónicas me entendían si, al hablarles, verbi gratia, de Albéniz, dijese que su característica fundamental consiste en la apoyatura sin resolver, así como la de Debussy se funda en armonías cambiantes, en las cuales las segundas, quintas y novenas y los acordes sin enlace, forman la base. No diría nada nuevo para los técnicos, que son los menos, y para los profanos, que son los más, equivaldría a hablarles en chino.[22]

     La cita, genial en marcar diferencias, es párrafo del discurso que pronunció el 27 de junio de 1928 en la sala de Juntas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en su sede de la calle Alcalá 13, en aquel palacio que construyera José de Churriguera como casa familiar del industrial, de origen navarro, Juan Goyenese y compraría Carlos III para asentar en él su Academia. La respuesta al discurso de Castell se había encargado a su amigo, el compositor navarro, Joaquín Larregla que se limitó a desmenuzar, a proponer el texto del nuevo académico como técnica futura del periodismo musical:

     Castell es, en su calidad de portavoz de la opinión estética, algo así como un catador de itinerarios espirituales, siendo su juicio un reactivo de prueba sobre el que observamos la calidad de nuestro producto. Porque, a pesar de que en su gran modestia sólo se reconozca a sí mismo como informador de acontecimientos musicales, y con su amor por la profesión periodística haya cultivado preferentemente la crónica musical, donde a título de noticiario que todos leen se encauza y se selecciona el gusto público, lleva dentro de sí un alto espíritu crítico, que no podrá menos de reconocer todo el que con él haya platicado sobre asuntos musicales.

     Apasionado por el divino arte desde muy joven, discurriendo sobre él hasta la edad madura, con un feliz criterio en materia artística libre de los prejuicios de emulación profesional, con el juicio sereno del espectador a quien sólo interesa el sabor de los manjares sin importarle las condiciones personales del condimentador, Castell tenía forzosamente que ser un exacto valorador de obras musicales.

      Poque a Castell no le interesa esa fría labor de disección (como él nos ha dicho) para averiguar qué grupos musculares son los que contraen el gesto doloroso de la música del sordo de Bonn, o merced a qué receta contrapuntística pudo deslumbrar con sus destellos la formidable antorcha wagneriana, quédese para el meticuloso analista de laboratorio. Lo interesante de la antorcha es el resplandor, no el combustible. Lo contrario es (¿quién lo duda?) también de interés, sobre todo para el artista que concibe y que necesita, hasta cierto punto, el consejo desinteresado de quien pueda darlo, para ir rectificándose en su producción; pero hasta cierto punto, pues en Arte todo es pureza de sangre, y el astro que no brille por su propia luz será difícil que se encienda al resplandor prestado de las lecciones ajenas.[23]

      Y, sin salir de la Academia, estamos a dos de enero de 1941, dos años han pasado de la muerte de Ángel María Castell en la salmantina Alba de Tormes, y de nuevo, en la Sala de Juntas, se recuerda la voz periodística del burgalés, ahora quien habla es el musicólogo, el creador de la biblioteca de música del Ayuntamiento madrileño, Víctor Espinós que se sentará, tras su discurso, en el sillón que ha dejado vacante nuestro burgalés:

     Me acerco al ara académica, donde mi ilustre antecesor esclarecía las rutas del progreso musical de nuestra patria con una generosidad, con una óptima intención y con aquella clara inteligencia que en la comunidad de vuestras sucesivas actividades habréis tenido ocasiones tan variadas de conocer y, naturalmente, de estimar.

     Por su estilo vivo y esencialmente periodístico, las crónicas de Ángel María Castell reflejaban, con palpitación insólita en un cronista ciego, la vibración artístico-social de la existencia musical madrileña.[24]

     Hemos de seguir en la Academia, porque ahora, el turno es para un futuro académico, Federico Sopeña que tomará posesión del sillón en 1958 ocupando la vacante de un político, crítico de arte, Elías Tormo; Sopeña no lo hace desde la tribuna de la Sala de Juntas sino desde la página 175 de su Historia de la música española contemporánea;[25]en breve párrafo introducido en un capítulo sobre el ambiente intelectual de esos años, presentará la función periodística de Castell con una redacción bellamente entretejida de claroscuros:

     Es lástima que un diario de la importancia de A.B.C. no cuente con crítico de primera fila; [26] sin olvidar la bondad, el pasajero ingenio y la puntualidad de Ángel María Castell-Aemecé- hemos de reconocer que su labor no deja huella apreciable. Él mismo reconocía los límites de su labor en la mera crónica. Bien es verdad que esta labor de cronista podía ser especialmente movida en su contacto con el teatro, concretamente con la zarzuela, que tan amplio margen dejaba a la pasión y a la anécdota. [27]

      Y sin claroscuros, el epilogo a esta mínima biografía de un burgalés que fue el primer crítico musical del Diario A.B.C., se ha de semejar a un epígrafe cincelado en lápida conmemorativa a colgar en el frontispicio de su casa natal burgalesa:

Castell no es ciego. Castel ve a su manera, porque ve y no pierde detalle de nada. Lo que pasa es que no ve con los ojos… [28]

NOTAS

[1]Cangas de Onís, Asturias, 1861-Madrid,1928.

[2]Joaquín Larregla nacido en Lumbier (Recopilación de sus escritos) Lumbier, Olatz, G.L.D.P.L. 2015.

[3]Lumbier, Navarra, 1865-Madrid,1945.

[4]Buitrago y Romero, Antonio: Guía general de Burgos. Madrid, Imprenta Aribau, 1876, Indicador del Comercio y de la industria, p. 540.

[5]Discurso leído por el Señor Ángel María Castell en el acto de recepción pública y contestación del Señor D. Joaquín Larregla, el día 27 de junio de 1928. Madrid, imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1928.

[6]Diario liberal e independiente, fundado por Eduardo Gasset y Artime, que se editó entre 1867 y 1933.

[7]Revista de temática vasca fundada en 1880 por José Manterola, en San Sebastián, desapareció en 1918.

[8]Revista gráfica fundada en Bilbao en 1924, desapareció en 1981.

[9]Periódico fundado por Juan Usabiaga Lasquibar, ministro de Agricultura, Industria y Comercio de la II República. Se publicó entre los años 1885 y 1936.

[10]Abando, Vizcaya 1865-Pedernales, Vizcaya, 1903.

[11]Torcuato Luca de Tena y Álvarez Ossorio (Sevilla,1861-Madrid,1929), Marqués de Luca de Tena, título que le concede Alfonso XIII unos años antes de morir.

[12]Portada de A.B.C.: Madrid 1º de enero de 1903. Número suelto, 10 céntimos. Año 1º. Número 1º. Crónica universal ilustrada. Materias que contiene el presente número.

[13]Cf. Burgospedia: Regino Sáinz de la Maza, guitarrista clásico / Dos genios de la guitarra.

[14]Discurso leído cit.

[15]Revista ilustrada fundada por Luca de Tena en 1891.

[16]Discurso leído cit.

[17]San Sebastián 1846-Madrid 1896.

[18]Cf. La ópera española y la música dramática en España en el siglo XIX. Madrid, Imprenta de El Liberal, 1881.

[19]Diario que circuló entre 1917 y 1939, fundado por Nicolás María Urgoiti.

[20] García Elosua, Eduardo, El tenor aragonés Miguel Fleta en Deba, Deba, Revista Deba Aldizkaria, 2013. Se trata de un análisis realizado sobre un artículo de A. Texeira publicado en el Imparcial, 15 agosto, 1930.

[21]A Coruña, 1885-Madrid, 1928.

[22]Discurso leído por el señor Ángel María Castell cit.

[23]Contestación de Joaquín Larregla al discurso de Ángel María Castell cit.

[24]Academia de Bellas artes de San Fernando. Discurso leído por D. Víctor Espinós Moltó en el acto de su recepción pública el día 2 de enero de 1941, y contestación del Exmo. Señor D. Joaquín Turina. Madrid, Artes gráficas municipales, 1941.

[25]Valladolid 1917-Madrid 1991.

[26]Me parece una injusticia para el Diario A.B.C. la aseveración del profesor Sopeña: por el diario madrileño pasaron como jefes de sección o colaboradores los más solventes músicos de la época: a Castell le sucede el guitarrista burgalés, ya entonces universal, Regino Sáinz de la Maza y a continuación el historiador Víctor Espinós.

[27]Sopeña, Federico, Historia de la música española contemporánea, Madrid, editorial Crisol, 1957, p.175.

[28]García Elosua, Eduardo, op. cit.

INSTITUCIÓN FERNÁN GONZÁLEZ. -Conferencia de D. Alfonso Guerra. En torno a Antonio Machado-

DOS GENIOS DE LA GUITARRA EN BURGOS. -Por Luís Lozano Virumbrales-

FRANCISCO TÁRREGA [1]

       

«La guitarra que bajo la égida de Sors había adquirido un prestigio superior, sufre un nuevo eclipse en la segunda mitad del siglo XIX.

     Ni Aguado cuya actividad se vertió especialmente en el aspecto didáctico, ni Coste, el último gran guitarrista del siglo XIX, logran que la guitarra evolucione al compás de la música; los guitarristas que le siguen, como Pargas y Arcas, por no citar sino a los más destacados, se acantonaron en un estilo popular andalucista, sin la energía creadora suficiente para incorporar la guitarra a las corrientes de la música europea. Esta tarea estaba reservada al genio de Tárrega. La figura de Tárrega adquiere proporciones de profeta. Él anuncia la nueva era de la guitarra. Recoge toda la tradición. Crea la técnica moderna y definitiva. Incorpora a Bach, Mozart y todos los grandes músicos en transcripciones magistrales abriendo así nuevas posibilidades a este cosmos sonoro que es la guitarra. […]

     Tárrega es el fray Angélico de la guitarra. Pedrell comprendió muy bien la significación de su arte, y asegura que hizo de la guitarra un agente organográfico de los más expresivos que posee la música, con una amplitud de concepción que asombra. Tárrega señaló el camino, predicándonos el evangelio del arte puro; y él ha hecho posible que nosotros incorporemos al renacimiento artístico español el renacimiento de la guitarra que llega en este momento a su cumbre con la contribución de los más grandes músicos de hoy».[2]

     El cuadro es pintura guitarrística esbozada por Regino Sáinz de la Maza; su vida, la de un músico atípico nacido el 29 de octubre de 1852, en Villareal (Castellón), esa ciudad histórica de tierra adentro que, en un entorno mediterráneo, se conforma con las aguas dulces del rio Mijares fundada en los últimos años del siglo XIII, por el Conquistador aragonés-occitano, Jaime I.

     Instalada su familia en la capital, su primer contacto con la música y la guitarra lo tiene con un guitarrista popular callejero, conocido en la comarca como El ciego de la Marina., en referencia literal a la dársena portuaria de Castellón, conocida como Marina Port Castelló, paraje ambiental del cante y toque del ciego músico; luego, otro ciego, Eugenio Ruiz, le iniciará en la teoría y la práctica del piano; la guitarra consolidará su vocación musical, en Barcelona, de la mano del gran guitarrista almeriense Julián Arcas que, bajo el patrocinio de Don Fernando de la Cerda y Carvajal, IX conde de Percent, le consagrará como guitarrista.

     El comerciante Antonio Cónesa Mendaya, socio del casino de Burriana, en cuyo salón-café toca el piano Tárrega, corre con todos los gastos de viaje y estancia en Madrid; en su Escuela Nacional de Música y Declamación trabaja con el valenciano de Onteniente, Pascual Galiana, catedrático de armonía, el compositor madrileño Rafael Hernando y Tomás Damas, de biografía desconocida, que le perfecciona en el tañer de la guitarra; el rotundo éxito obtenido con ese instrumento en ese Teatro Alhambra. construido sobre los cimientos del derruido convento de San Francisco en el castizo barrio madrileño de Chueca, en la calle Libertad esquina a Infantas, inaugurado el año 1870, un concierto aplaudido por el público y la prensa, decide abandonar el piano y, entregarse definitivamente a la guitarra. Y la guitarra de Tárrega viajó por Francia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Italia hasta que, 1884 se encierra en Barcelona; aquí, en segundo plano, el concierto; por encima de él su vocación de compositor, arreglista, pedagogo de la guitarra. El documentalista de ese siglo, Baltasar Saldoni, deja, en vida del guitarrista, un esbozo de cuanto ofreció Tárrega con su guitarra:

           «Francisco Tárrega. Uno de los guitarristas más acreditados de España a principios de 1879. En una distinguida función que dio la distinguida sociedad Latorre, en Barcelona, en noviembre de 1878, ejecutó en la guitarra varias piezas, que fueron muy celebradas. En mayo de 1880 tuvo en Madrid el poeta filipino Sr. Paterno, en su casa, una velada literario-musical, y La Correspondencia de España del día 30 del citado mes de 1880 dice, al hablar de ella, entre otras cosas, lo siguiente: «Estando encomendada la parte musical al Sr. D. Francisco Tárrega, que es el Sarasate de la guitarra, no hemos oído, ni es posible oír, cosa mejor en semejante instrumento». [3]

     Y, Regino Sáinz de la Maza que también comenzó en Burgos con el piano, es, musicalmente, nieto de Tárrega; su maestro, Daniel Fortea, [4] como genial discípulo del castellonense, había recibido la herencia técnica, también estética, de un nuevo quehacer en la guitarra española que transmitiría al burgalés cuando en su escuela privada de la madrileña calle de la Cruz, Regino centre, definitivamente, sus estudios en la guitarra, y, alumno aventajado, colabore en la confección de la Biblioteca Fortea, especializada en la música para guitarra, que había fundado su maestro en 1911.

     Y la música de Tárrega será una constante en la programación de los recitales de Sáinz de la Maza; en ocasiones con carácter de anécdota histórica: verano de 1930, Unamuno, don Miguel, que no quiere música, en expresión musical de su poema

«¿Música?

No, no así en el mar de bálsamo,

me adormece el alma,

no, no la quiero,

[…]

había sido invitado por José María de Cossio, [5] a un concierto organizado por él, para su amigo Regino, en la cántabra Torrelavega; quizá de los pocos conciertos a que asistió en su vida el catedrático de Salamanca, porque, comenta el historiador Federico Sopeña, «de verdad uno no puede imaginarse a Unamuno ni en una ópera ni en un concierto; Don Miguel sólo fue, dicen, a un concierto de Regino Sáinz de la Maza y hasta entró al saloncillo a felicitar y a decirle al concertista que había tocado el «Estudio » de velocidad de Tárrega: « no, no, los estudios a casa ». [6]

     También Tárrega está presente en los devaneos estéticos de tres íntimos amigos, Salvador Dalí, Federico García Lorca y Regino Sáinz de la Maza:

     «Vino a casa otro amigo de Salvador, el guitarrista Regino Sainz de la Maza. Él contribuye a enriquecer más el ambiente de nuestro hogar. Por las noches, en la terraza, nos ofrece magníficos conciertos; el Trémulo Studi (sueño, trémolo) de Tárrega, es lo que con más frecuencia le pedimos que toque. No se hace de rogar, y mientras su música llena la noche, la playa va llenándose de las sombras de gentes que vienen a escucharlo».[7]

Y Burgos escuchó la guitarra de Tárrega, por primera vez, quizá la única, enel Café Candela, ese salón de sorbetes y refrescos con escenario para actividades lírico musicales, inaugurado el año 1887, instalado en la planta baja de la casa número 22-24 del Espolón. «[…] Saliendo de la plaza al Espolón por los arcos consistoriales, la rinconada que se ofrece a mano derecha, ha sido hasta hace poco la terraza de un café, del Café Candela».[8]

Café Candela,27 agosto, 1879.     

      «En el salón de refrescos de Candela, sito en el centro del Espolón, al lado de la lotería del Sr. Hernando, antes de anoche, tuvimos el gusto de oír al concertista de guitarra Francisco Tárrega, que es una notabilidad en dicho instrumento que ha llegado a dominar por completo, pues además de poseer una ejecución correcta y brillante ha sabido sacar unos efectos particulares deliciosos, y si a todo esto unimos que es un maestro en el arte de frasear, no vacilaremos en proclamarle un artista consumado.

      El programa fue escogido y variado: en las fantasías de Traviata y Trovador estuvo a gran altura, especialmente, en el trozo del Miserere donde no perdimos una sola nota del coro de voces solas acompañado de un efecto admirable, imitando la campana; pero donde estuvo inimitable fue en la Marcha fúnebre de Thalberg, pues hubo trozos que parecían ejecutados por dos guitarras. En los aires nacionales hizo prodigios de ejecución y efectos particulares.

     Tendríamos un gran placer en que el señor Tárrega nos favoreciera con una segunda audición, para la que invitamos al público inteligente, que nos lo agradecerá de seguro».[9]  

Notas:

[1] Villareal, Castellón, 1852-Barcelona,1909.[2] Regino Sainz de la Maza, La Guitarra y su historia, Madrid, Ateneo, O-crece-o-muere, 1955. p. 55. [3]Baltasar Saldonidoni, Diccionario biográfico-bibliográfico de efemerides de músicos españoles, Madrid, Imprenta Antonio Pérez Dubrull, 1880, t. IV, p.337..[4]Benlloch, Castellón, 1878- Castellón. 1953[5]José María de Cossio, JValladolid1, 1892- 1977[6]Federico Sopeña, Historia de la música española contemporánea, Madrid, Rialp, 1957. p. 76.[7] Ana María Dalí, Salvador Dalí visto por su hermana, (traducción de María Luz Morales, Barcelona, Editorial Juventud, 1949.[8] María Cruz Ebro, Memorias de una burgalesa,1885 – 1931. Burgos, Imprenta de la Diputación Provincial, 1952. [9]Periódico El Papa-Moscas, 4º domingo de agosto, 1879.

REGINO SÁINZ DE LA MAZA [1]

   

«Es un caballero andante que con la guitarra a cuestas recorre tierras y tierras bebiéndose los paisajes y dejando los sitios por donde pasa llenos de melancólicas músicas antiguas. (El mástil de la guitarra sirve muy bien de lanza). Este Regino Sainz de la Maza es ante todo un hombre lleno de inquietud. ¡Y es también un melancólico!

     Melancólico como todo el que quiere volar y nota que lleva los zapatos de hierro; melancólico como el que va lleno de ilusiones a la gruta de una bruja y la encuentra decorada con muebles ingleses; melancólico, como todos los que no podemos lucir las espléndidas alas que Dios puso sobre nuestros hombros. […]

Este mismo afán de buscar la vida, de gozar de flores nuevas y desconocidas en su camino, lo lleva en él a sacar de los arcones viejos, donde cubiertos de telarañas dormían el sueño del olvido, a los vihuelistas del siglo XVI. Y esto es lo que debemos agradecer de todo corazón a Regino Sainz de la Maza. Él nos levanta el papel de la vieja calcomanía y el siglo XVI enseña una viñeta galante».[2]

Es el guitarrista burgalés en las manos líricas de García Lorca; León Felipe embruja a su amigo entre los entresijos de la guitarra:

  

«Prisionero está en el pozo del brocalito de nácar,

en el mismo corazón

de tu guitarra encantada:

un gusanillo de luz quiere aun estrella blanca,

tus dos manos le libertan.

Regino Sainz de la Maza

le libertan

y le llevan en volandas,

por seis rayitos de luna

a ver la estrella blanca»,[3]

mientras su también amigo, Gerardo Diego, un mes y cuatro días más joven, acuña una moneda de doble cara: la imagen vital; en el anverso, su guitarra:

     «De las dos guitarras españolas, la morisca, la cristiana, Regino Sainz de la Maza ha descolgado la latina y austera para tañerla. Antes se miró las manos alargadas, nerviosas. A veces, la izquierda, en los enredos difíciles de los trastes, casi sarmentosa, arácnida.

     Después de contemplar sus dos manos, con esa morosa mirada alternativa con que el buen lautista, vihuelista, guitarrista en trance de afinación y caricias previas, va sucesivamente del árbol al pozo y otra vez a la rama, comprendió que su alma pertenecía desde su nacimiento mismo a la tradición de la Vieja Castilla, la de Burgos».[4]

Y, en Burgos, en la Plaza Mayor, esquina a San Lorenzo, una placa, fijada en el interior de una columna del soportal con arco frontero a la vivienda, es testigo mudo de que en este edificio nació el insigne guitarrista Don Regino Sainz de la Maza, hijo predilecto de esta ciudad.  Burgos como inicio de su vida musical, esa foto, color mate, [5] abrazando la guitarra a sus once años esclarece su vocación; una predisposición a la música impulsada por sus primeros maestros, Landache y, el burgalés, Quesada, por quienes, escribe Regino, guardo una gran devoción.[6]

     También habría de ser su tierra burgalesa, por decisión personal, su final artístico; ese último concierto de su larga carrera, interpretado un 9 de julio, año 1979 en la iglesia de San Nicolás, era la despedida, con ochenta y tres años, de los escenarios mundiales; testigos, el pueblo burgalés, que vibró de orgullo y,  a espadas del concertista, ese retablo gótico florido, que, en piedra caliza procedente de las canteras burgalesas de Hontoria de la Cantera, cincelaran, dicen, en los primeros años del siglo XVI, los Colonia, Simón y Francisco, hijo y nieto de Juan de Colonia, aquel arquitecto alemán que trajera a Burgos el obispo Alonso de Cartagena de vuelta del Concilio de Basilea, año de 1449.

      En medio de ese inicio vital, de ese final musical, la biografía, familiar a todos los burgaleses, [7] de un Regino Sáinz de la Maza que «por su señorío elegantísimo y por su natural profundo de músico – maestro, menestral y creador (lástima que se prodigue tan poco en la composición que tan jugosa y anchamente española le brota) puede permitirse el lujo de tocar en la guitarra cinco siglos de música ibérica y universal con la misma hondura campeadora y justísima».[8]

     Cinco siglos de música, corriendo por esa «guitarra que ha sido para mí, (escribe Regino), una parte muy importante de mi vida y mi lazarillo para guiarme en la selva de la música, con su mundo de posibilidades y de dificultades».[9] Cinco siglos avalados, en su interpretación, por todo un entorno intelectual, también de amistad, que fue llenando la vida del guitarrista burgalés. He sido rico en amigos,[10]nos dice Regino en sus anotaciones manuscritas; los primeros, los compañeros de carrera: en San Sebastián, donde se ha trasladado la familia, estudiando en la Academia de la Sociedad de Bellas Artes comienza una amistad, de afecto y música, para toda la vida, con Pablo Sorozábal, el genial compositor de zarzuelas, y Juan Tellería que, ya en la madurez, coincidirán en el Real Conservatorio Superior de Música, Madrid, uno en la cátedra de Música de Cámara, el burgalés en la de Guitarra. En sus años de Barcelona, aún como estudiante, alrededor de las figuras de los compositores Enrique Morera y Jaime Pahisa, nueva amistad imperecedera con Eduardo Toldrá, el futuro gran director de orquesta, con Federico Mompou, el compositor del piano intimista, con Andrés Segovia, el guitarrista jienense de Linares, que de vez en cuando forma dúo con Regino y los discípulos directos del maestro Tárrega, Miguel Llovet y Emilio Pujol, el incansable investigador sobre la música de vihuela del siglo XVI.

     En Madrid, de nuevo cita de Regino, amigos riquísimos en sabiduría y arte;[11]amigos  con apellido propio, con trayectoria profesional de recuerdo histórico; se llaman Miguel de Unamuno, a quien conoce en 1914 presentado por su amigo José María de Cossío, alumno en la clase de griego del maestro salmantino, y tratará profundamente en sus frecuentes y largas escapadas a Paris los años 1924-1925 en que Don Miguel, exiliado forzoso en la isla canaria de Fuerteventura, voluntariamente se traslada a la capital francesa; José Ortega y Gasset, el filósofo que bucea en la música del pasado y de su presente y lo refleja en Musicalia; Don Ramón del Valle-Inclán; en la voz del Marqués de Bradomín confiesa que «sólo dos cosas han permanecido siempre arcanas para mí: el amor de los efebos y la música de ese teutón que llaman Wagner»; [12] Eugenio D´Ors, estudioso de la filosofía como música, afirma que «hacer música es el más maravilloso ejercicio de arbitrariedad en la milicia de la vida»; [13]los literatos que precedieron a su generación sintetizados aquí por Don Benito Pérez Galdós a quien Regino conoce en Santander, en el Teatro Pereda, en el estreno de Marianela, óperacon texto de los hermanos Álvarez Quintero y música de Jaime Pahisa, gran amigo barcelonés que emigró a Buenos Aires:

     «Los hermanos Álvarez Quintero, muy amigos de mi padre, le presentaron a Don Benito. Quedó impresionado por su enorme personalidad, y al atardecer, en la habitación del hotel santanderino, con Joaquín y Serafín Álvarez Quintero y con José María de Cossío, mi padre le dio a Don Benito un concierto, dedicado exclusivamente al que entonces era ya el gran patriarca de las letras española».[14]

     Juan Ramón Jiménez que convive con el burgalés en aquellos años tan fructíferos de la Residencia de Estudiantes y visita en sus giras americanas; en su autoexilio portorriqueño de San Juan, el poeta asiste a sus conciertos y el burgalés le ofrece otro de intimidad en el hogar que comparte con Zenobia Camprubí, la esposa de sensibilidad exquisita que, en primicia, traduce al castellano la obra poética de Rabindranath Tagore. La carta que el doctor Luis Ortega, médico personal de la familia Jiménez, envía a Regino es definitivo aserto de esa mutua admiración:

    «[…] Como cosa agradable para ti me causa placer decirte que cuando se habla de música y guitarristas españoles, Juan Ramón Jiménez, emitió el juicio definitivo de que el guitarrista que más le gustaba eras tú, porque ponías auténtica emoción poética en la interpretación, mientras que otros guitarristas sólo intentan lograr un frio pulimiento técnico».[15]

     Está, luego, la Generación del 27, poética y musical, reunidos, simbólicamente, en la Residencia de Estudiantes, situada ya en la calle madrileña del Pinar n.º 21-23, en la Colina de los chopos, que poetizó Juan Ramón Jiménez, en esos Años de Plata, -1920-1927- para respetar la supremacía del Siglo de Oro; por su gran salón o por su auditorio, han pasado los más serios investigadores de diferentes ramas científicas, Albert Einstein que Sáinz de la Maza conoció, y tocó la guitarra para él, como final de una cena-homenaje, invitado por su amigo, el profesor universitario de ciencias físicas,  Rafael Campalans, en sus años de estudiante en Barcelona; se han escuchado las mejores voces poéticas y los repertorios más vanguardistas de la música; son asiduos en recitales, Manuel de Falla, Maurice Ravel, Francis Poulenc, Darius Milhaud, y su esposa, la actriz Madelaine Grey, Igor Stravinsky Ricardo Viñes, Rubinstein, José Iturbi, Wanda Landowska…; complemento al concierto, las conferencias musicales de John Brande Trend, el historiador hispanista inglés que estudia la música española desde los vihuelistas renacentistas hasta la obra de Manuel de Falla, o Adolfo Salazar, el maestro de muchos futuros historiadores, que fundará, junto a Juan Ramón Jiménez y Manuel de Falla, la Sociedad Nacional de Música; los dos, Salazar y Falla, en teoría el primero, en práctica el gaditano, abrirán nuevas perspectivas en la comprensión de nuestra historia musical. 

     Es el ambiente madrileño de la juventud de Regino Sainz de la Maza, que se prolonga, bajando de la Colina de los Chopos, en el Teatro Real, más conservador, con cierta rémora burguesa decimonónica que parece ansía bucear en las novedades europeas; una peligrosa grieta en una de sus fachadas romperá la ilusión de futuro, porque en octubre de 1925 se cierra definitivamente el teatro de la ópera; antes del desastre arquitectónico, el Real ya ha escuchado, como muestra autóctona de nuevos aires, La vida breve de Falla y las nuevas exquisiteces europeas con los ballets rusos de Diaghilec que interpretan, temporada de 1916-1017, El Pájaro de fuego y Petruska dirigiendo la orquesta su compositor, Igor Strawinski.

     Si el Real es lento en asumir una nueva realidad, la Sociedad Nacional de Música, abre, desde 1915, las puertas del Teatro Lara, su casi sede oficial, a una vanguardia, años soñada; una vanguardia que llega a Madrid de las manos de cuantos se han preparado musicalmente en París, en ese «jardín sonoro de Francia donde se cultivan todas las plantas, todas las flores… Lo mejor de cada escuela, de cada genio creador fue cuidadosamente injertado en los árboles seculares de aquel jardín, donde hasta la flor más modesta tiene algo que la distingue de otras modestas flores cultivadas en otros grandes jardines».[16] El símil botánico se traduce por libertad de expresión estética individual, porque en el panorama musical parisino, continúa hablando Falla, «se sabrá de una vez para siempre, la enorme distancia que separa a un Vincent d´Indy de un Claude Debussy; a un Gabriel Faure de un Paul Dukas, a un Maurice Ravel de un Albert Roussel o de un Déodat de Séverat…». [17]

     Y en Madrid, se cultiva esa libertad individual, porque se ha asimilado, asumido y transmitido las pautas mamadas en el país vecino; por ello, aquí, todo recuerda la ciudad del Sena; la Sociedad es copia, en emblema, de la Société Nationale de Musique, aunque en programa estético esté más próxima a aquella Société Musicale Independente que, en 1910, por impulso de Maurice Ravel, lanza la música francesa a una vanguardia que acoge la parisina Salle Erard; aquí, en Madrid, también un teatro, el pequeño Teatro Lara, abierto en la Corredera Baja de San Pablo, 1879, decorado en el más puro Art Nouveau; su pequeño espacio será escenario ideal para la intimidad de solistas y música de cámara; en él, entre otras muchos conciertos, se estrenaba El amor brujo, gitanería en un acto y dos cuadros, escrito expresamente para Pastora Imperio, de Manuel de Falla con texto de Gregorio Martínez Sierra; en él también haría su presentación, como concertista, recién llegado a Madrid, Regino Sáinz de la Maza, un 2 de marzo 1920, de la mano de Manuel de Falla.

     Próxima a la Corredera del Lara, cruzando la Plaza de las Lunas, la Gran Vía en última fase de construcción; en ella, entre la plaza de Callao y la Red de San Luis, el Palacio de la Música, inaugurado, año 1926, por la Sociedad Anónima General de Espectáculos. Una gran sala de conciertos, mil ochocientas butacas, con la embocadura del escenario flanqueada por dos órganos, dotada de orquesta propia, dirigida por José Lacalle y posteriormente sede de la Orquesta Nacional; con ella, dirigiendo el genial santanderino de Castro Urdiales, Ataúlfo Argenta, interpretaba Regino, en 1946, el Concierto de Aranjuez; antes, y después, en varias ocasiones había interpretado él solo, recitales de guitarra; el primero el año 1942.

     Y de un centro musical al templo reverencial del teatro del Siglo de Oro, el Teatro Español que, a partir de 1928 acogerá en su escenario programas musicales; y, precisamente, en ese encuentro con la música, un primer festival de música, producido por el periodista, crítico de arte, García Viñolas, y programado por el director musical del teatro, el compositor Manuel Parada, interpretaba Regino, el 4 de febrero, 1928, un innovador recital de guitarra; y, ya consagrado para el triunfo, el estreno en Madrid del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, con la Orquesta Nacional, a la guitarra Regino Sáinz de la Maza, a quien el compositor valenciano dedica la obra, con la Orquesta Nacional dirigida por el bilbaíno Jesús Arámbarri, 11 diciembre, 1940.

     El Ateneo, en origen,1835, Ateneo Científico y Literario, es, en Madrid, la casa de todo cuanto engloba la intelectualidad; también, desde 1895, de la música, ésta bajo la protección, siempre positiva, estética y económicamente, del conde de Morphy. Por su salón de actos han pasado entre otros genios, ciñendo la relación a los primeros años madrileños del burgalés, Enrique Granados, interpretando sus Doce Danzas españolas para piano, Manuel de Falla estrena Siete canciones populares españolas, con la soprano, gran diva de la zarzuela, Luisa Vela y él mismo al piano,14 enero, 1922. Nuestro guitarrista es asiduo socio y concertista frecuente en su escenario; en 1955, interpreta tres conciertos- conferencia; de ellas surgirá su obra La guitarra y su historia, editada, julio 1955, por el Ateneo en su sección O crece o muere.

     De las salas de concierto a los cafés, donde, cuenta Regino, he aprendido mucho escuchando, cuando era joven, a maestros como Valle – Inclán, Unamuno, Ortega; [18] en las tertulias; rincones de libertad, placer de alternar la filosofía, la música, la literatura, la pintura, el toreo, las novedades del quehacer diario; «una tertulia, (en cita de Regino), heterogénea – a mucha honra – sí, señor, con la gracia de la diversidad, interesante, divertida, y hasta disparatada a veces, pero siempre a cubierto de malas pasiones, unidos todos en un sentimiento de comunión espiritual, de cordialidad en nuestros quehaceres, en nuestras tribulaciones y en nuestras alegrías».[19]

     Y sus preferencias, las de Sáinz de la Maza, están en el Café de Platerías, abierto desde 1840 en la castiza calle Mayor, n.º 74 (actual 38) testigo de las negociaciones entre civiles liberales y militares progresistas  para eclosionar la llamada revolución gloriosa de 1868 que exilió a Isabel II, acogida en París, por la española Eugenia de Montejo en aquel Palais de Castille que le había regalado su esposo Napoleón III; el Café Lyon d´Or, en la calle de Alcalá n.º 59, a un paso de saludo de la diosa Cibeles, feudo pintoresco de Don Ramón del Valle-Inclán, que retomará el amigo del burgalés, José María de Cossío con Manuel Machado, otro de los grandes amigos, como su hermano Antonio, cuando el escritor gallego abandone el estrépito de la capital, buscando la paz en la medieval Santiago de Compostela; el Café Pombo, presidida, en los sótanos de la calle Carretas, n.º 4, por Don Ramón Gómez de la Serna, inmortalizada en oleo por el pintor madrileño Solana que admiramos en el Museo Reina Sofia ; el Café La Granja del Henar, Alcalá 40, refugio de soledad mañanera de Federico García Lorca; en una de sus mesas de mármol, ante un café, en un folio con membrete de la Granja El Henar, S.A. Madrid, escribe Adivinanza de la guitarra, (dedicada a Regino Sáinz de la Maza) y, Guitarra (dedicada a Regino Sáinz de la Maza..) [20]    

     Y en el caballete de los más luminosos pintores, sus amigos, ha quedado inmortalizada la imagen física de ese moro de Burgos, piropo poético del periodista Francisco Lucientes en el Diario El Sol:infinidad de viñetas en portadas de programas de concierto, siempre en postura de inclinación ante la guitarra; retrato, dibujado a tinta, de Carlos Verger, 1916, cuando Regino tiene veinte años; Santiago Ontañón, el pintor que, apenas conoce a Regino en la Residencia, realiza su retrato, 1920, que conserva el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid. Emotivo es el retrato a plumilla que el pintor sevillano José Romero Escasi, dibuja en la portada del programa, junto al «Romancillo a la guitarra de Regino de Luis Rosales, como recuerdo del recital que Regino Sáinz de la Maza ofreció a sus amigos en el estudio de José Romero Escasi. Noviembre 1943.» Colgado en la galería de retratos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, su amigo Hipólito Hidalgo de Caviedes recrea, a punto de ser copia, la figura envejecida de aquella su primera foto abrazando la guitarra de sus once años;  hay más pintores amigos, Ignacio Zuloaga, Salvador Dalí, el inseparable; su casa de la costa brava es la casa del burgalés; el uruguayo, de padres españoles, Rafael Barradas, afincado en su catalán Ateneillo de L´Hospitalet de Llobregat…, hay más retratos al óleo y a tinta; de todos ellos, el más afectuoso, el más personal, el dibujo de juventud y el retrato al óleo sobre lienzo que, en 1954, pintara su hermano Francisco [21]con el título Guitarrista. Retrato de su hermano Regino tocando con su inseparable guitarra, que la familia del pintor, ya fallecido, regala al Ayuntamiento de Burgos en el acto de clausura de la muestra pictórica del burgalés, agosto, 2014.

     Los poetas, todos sin excepción alguna, mantienen en proximidad o lejanía contacto estable con el burgalés: Federico García Lorca, en primer plano de afectuosidad, manifiesta en dedicatorias poéticas y correspondencia su íntima amistad; León Felipe, el zamorano autoexiliado en Méjico,centra su guitarra en Prisionero; desde allí, desde la antigua capital del Virreinato de Nueva España, Ortiz de Montellano, el poeta mejicano que lucha por un acercamiento al postmodernismo en Hispanoamérica, envía a su amigo la impresión captada en su concierto interpretado el año 1934: 

«Con cinco dedos de vidrio

recorta Sáinz de la Maza

el aire de finas palabras

en el martirio sin quejas

de la guitarra.

[…]» [22]

     El gallego, flamante Premio Cervantes, José García Nieto, jugando con bellas metonimias, sintetiza la relación guitarra-guitarrista:  

«A Regino Sáinz de la Maza:

Como ante el mar, las manos que adivino

se asoman por un pozo a la madera

en cuyo fondo está la primavera

diciéndole a Regino su camino

[…]» [23]

     Gerardo Diego, está siempre ahí, en la juventud, en la madurez, en la muerte; su pluma será alma lírica del guitarrista burgalés, cuando la Fundación Juan March celebre los ochenta años del guitarrista con un Concierto Homenaje, concierto que interpreta el homenajeado, arropado en poesía por todos sus amigos, a la cabeza el poeta santanderino que glosa en el programa su esencia guitarrera; cuando en 1981 fallezca, su elegía literaria se leerá por doquier.      

     Luis Rosales, que había poetizado la melancolía de la guitarra de nuestro burgalés en

«¡Que nadie puede quitarle

al corazón su congoja!

Que nadie puede olvidarla.

[…]

De luto siempre, Regino,

llorando en tus manos, sola»,[24]

dibuja en prosa un retrato vagamente aproximado de Regino;[25] y, aún, no habiendo folios para tantos nombres literarios, la representación ha de ser las figuras de dos inseparables: José Bello, llamado cariñosamente Pepín, literato de poca obra, pero amigo constante en recoger fotográficamente el ambiente de la Residencia. Genial representante de una de las facetas literarias de la Generación del 27, escribe una carta surrealista a Alfonso, el hermano pequeño del cineasta Luis Buñuel, otro fiel amigo hasta la muerte, redactada en la mejor técnica de un expresionismo que busca el absurdo: cómo llegó Richard Wagner a Burgos en el mixto de Miranda a las tres y media de la mañana. José María de Cossío, el amigo más familiar de los primeros años madrileños, amistad que mantiene toda una vida, famoso por su Tratado técnico, histórico, Los Toros.

     Y precisamente los toros, los toreros, también amigos, acaparan una parte de esta vorágine de arte, pictórica, poética, musical, vivida por el burgalés: Ignacio Sánchez Mejías, inmortalizado por García Lorca en su Llanto, A las cinco de la tarde; Rafael Gómez Ortega, llamado el Gallo, a veces el Gallito, plenamente integrado en el ambiente artístico que encarga su panteón al genial escultor, Mariano Benlliure; su hermano José, llamado en el coso Joselito; cuando moría, por una cornada de toro, su elegía, sería lamento poético de Gerardo Diego; Juan Belmonte, ese dibujante iluminado, domador de ritmos sin cabeza que logra torear bajo la luz de la luna, que definía García Lorca.

      Ahora la esencia, la vocación de Regino Sáinz de la Maza:la música; «una música de guitarra que satisface a la nueva sensibilidad musical de hoy. Su voz delicada constituye un refugio y es como una caricia para nuestros oídos, demasiado agredidos por la estridencia de la época. Hoy como nunca su canto se abre camino en nuestro corazón y puede dispensar, a quien sepa escucharle, delicias negadas a otros instrumentos más poderosos, pero menos próximos al hombre.

     El porvenir de la guitarra está hoy asegurado. La influencia que puede ejercer en la renovación del lenguaje armónico se evidencia en el interés creciente que los mejores músicos de hoy manifiestan». [26]

     Y para él, para su guitarra, los mejores músicos lo manifestaron en innumerables ofrendas musicales recogidas por la historia. Lo hicieron, con afectuosas dedicatorias, sus compañeros de la Generación del 27 que Adolfo Salazar, en las páginas del periódico El Sol, los bautizó como Generación de la República, unidos todos ellos por el manifiesto por una nueva música en España, proclamado en la Residencia, 29 de noviembre de 1930:

     Salvador Bacarisse, Pavana Heraldos (1930) Fernando Remacha, Son y Baileta para guitarra (1930); años después, en 1955, le dedicó el Concierto para Guitarra y orquesta que estrenaría en Barcelona, con la Orquesta Municipal, dirigida por su amigo Eduardo Toldrá; Gustavo Pitaluga, Homenaje a Mateo Albéniz (1933) y Elegía a Murnan estrenada en el Teatro Español de Madrid, ocho de mayo, 1936; Rosa García Ascot, Danza para guitarra Española,(193)1;Julián Bautista, Preludio y Danza (1928);Juan José Mantecón, Danza del Atardecer (1930); Federico Moreno Torroba: Madroños (1954) Sonatina (1924), obra que el compositor madrileño orquestará en 1958, estrenándola en el Teatro Apolo de Valencia con la Orquesta Municipal, dirigida por José Iturbi y Regino Sáinz de la Maza de solista; Manuel Palau, que dedica a Regino su Concierto levantino para Orquesta y Guitarra; Javier Alfonso Suite para Orquesta y Guitarra; Antonio José Martínez Romancillo infantil y Sonata para guitarra,(1933); Joaquín Rodrigo, Zarabanda lejana,(1926), Entre los trigales, (1938), Concierto de Aranjuez, (1939), estrenado en el Palau de la Música, Barcelona, con la Orquesta Filarmónica, Regino Sáinz de la Maza a la guitarra, dirigidos por César Mendoza Lasalle, un nueve de noviembre de 1940; Rafael Rodríguez Albert, Cuarteto en re mayor para guitarra y arcos, (1952), Sonatina en tres duales, (1962).Eduardo Sáinz de la Maza, Homenaje a Toulouse Lautrec, (1969).Héctor Villalobos que trató con gran amistad en las diferentes estancias de Regino en París le dedica el n.º 1 de su obra 15 Choros (1920)De otra generación, Antón García Abril sucesor del burgalés en el sillón de la Academia de Bellas Artes homenajea al guitarrista en 1965 con una Suite para Guitarra.

     Los homenajes, las dedicatorias internacionales a la figura de Sáinz de la Maza resultan incontables para dar fe de todos ellos; los ofrecidos por el pueblo burgalés no se pueden obviar, desde el primero, a saborear en casa,1958, cuando su Ayuntamiento le proclama hijo predilecto, hasta el último, ya póstumo, 7 septiembre 2021, un concierto de guitarra con escenario frente a su casa natal de la Plaza Mayor; unos años antes,1997, ya traspasando fronteras, recordando anualmente su nombre y obra en la Semana Internacional de guitarra Regino Sáinz de la Maza;1996; placa-recordatorio  de la fecha de su nacimiento en su casa natal 1981 y, en 1982, a un año de su muerte, el Ayuntamiento le dedica el Paseo Regino Sáinz de la Maza, presidido por un busto en bronce, con leyenda de amor a su ciudad –Mi vida ha estado siempre a la sombra de Burgos. Regino Sáinz de la Maza-, todo un remedo, ya adulto, de aquel busto cincelado en bronce por Joan Borrell para la Exposición Universal de Barcelona.1929, conservado en el Museo Nacional de Cataluña desde 1931, con el título: Busto de joven, Regino Sáinz de la Maza.

     Regino, por su parte que ha llevado a Burgos en su corazón y en su guitarra por todo el mundo, nos confiesa que en su «memoria han quedado grabadas esas primeras visiones del paisaje nativo de las que dice Unamuno que son como la primera leche de nuestra infancia. Mis primeros recuerdos van unidos al paisaje de Burgos. Los ecos de ese paisaje resuenan como leit motiv a lo largo de mi vida: la voz del río, la del viento entre los chopos, las notas de bronce de las campanas de la catedral…». [27]

     Y pese a que, como cuenta en sus notas autobiográficas, «alos 14 años mi familia se traslada a San Sebastián,», el retorno está siempre presente; tan solo tardaría en llegar esos seis años de preparación musical; lo hace ahora, en 1916, el siete de septiembre de ese año ha cumplido veinte años, como un joven guitarrista que comienza a saborear el triunfo. A Burgos, ofrece su segundo y tercer concierto, interpretados en el Salón de Recreo, anexo recreativo-cultural establecido en los bajos de la fachada derecha del Teatro Principal con su prolongación ovalada que mira a los jardines del Espolón, y en el Círculo de la Unión, en su primera sede, instalada el año 1872 en los pisos superiores de los cafés Montañés y Suizo, que animaron el Espolón hasta 1930 en que se inaugura la sede actual; su  primer concierto, documentado, lo había interpretado en ese teatro neo barroco que la capital vizcaína, Bilbao, había construido, 1890, junto a la ría, en ese paseo que llaman del Arenal, en memoria de su ilustre paisano compositor, Juan Crisóstomo de Arriaga; el cuarto, tras de Burgos, Barcelona, 9 diciembre, 1917, en la Sala Mozart, la antigua sala Cinema Lourdes, transformada en sala de conciertos, situada en esa pequeña calle, Canuda 31, que partiendo de la Rambla se adentra en el barrio gótico; luego, a partir de 1920, con la Sociedad Nacional de Música en la que colabora con Manuel de Falla, gestando una relación de afecto y arte y la inclusión del guitarrista de veinticuatro años  en el catálogo de artistas que promueve Conciertos Daniel, la agencia más solvente en esos momentos, se le abren nuevos escenarios al ser publicitado en Madrid-Barcelona-Lisboa-Buenos Aires-Río de Janeiro-Sao Paulo-Montevideo-Santiago de Chile-Valparaíso-Habana-México-Lima-Bogotá-Caracas. [28]

     Burgos, tras sus dos primeros conciertos de juventud disfrutará de su presencia y su guitarra en cuanto su agenda se lo permita, y se lo ha permitido en múltiples fechas; su primer concierto se veía enaltecido por dos periódicos burgaleses contrastantes en ideología, El Papa-Moscas, periódico satírico, 1878-1920, y Diario de Burgos, de avisos y noticias, 1891:

 Salón de Recreo,28 septiembre, 1916

     «En el Salón de Recreo. Grandes deseos existían en nuestra elegante y distinguida Sociedad de congregarse en una fiesta. Hace tiempo que no se ha presentado ocasión, así que el jueves el suntuoso salón de tapices resultaba insuficiente para contener tan numeroso público.

El atractivo del programa era bastante por sí solo para éxito tan rotundo, pues nuestro paisano, el espléndido y notable guitarrista Sainz de la Maza tiene habilidad, con su indiscutible arte, de reunir a la afinación la más sublime inspiración. Sainz de la Maza conocido y elogiado justamente por sus paisanos ha estudiado mucho y ha ganado en técnica, en agilidad, en fuerza, en gusto, en delicadeza. Es un guitarrista de cuerpo entero.  

De todos los números del programa nos agradó más en el Allegro de concierto y Recuerdos de la Alhambra de Tárrega y en Sevilla de Albéniz.   

     Fue aplaudidísimo y mereció justos y unánimes elogios de la selecta concurrencia, viéndose precisado a tocar varias composiciones fuera de programa».[29]

     «Salón de Recreo,28 septiembre, 1916.

     «El concierto celebrado anoche en el Salón de Recreo estuvo animadísimo y brillante como todas las fiestas que organiza la distinguida Sociedad.

     El notable guitarrista Regino Sáinz de la Maza ejecutó los diversos números de que constaba el programa con una maestría insuperable que le valió estruendosos aplausos y confirmó la fama que disfruta como habilísimo concertista. […]

     El señor Sáinz de la Maza dio luego un segundo concierto en el Círculo de la Unión, donde estuvo también un gran éxito».[30]

&&&

Teatro Principal,11 marzo, 1929.

      «¡Bravo…Regino! Has triunfado con tu mágica guitarra, a fuerza de arte purísimo y constancia para el estudio. Las obras musicales, que tan soberanamente ejecutas en tan delicado instrumento, tienen un sello de intimidad, resultan tan sugestivas, que bien puedes enorgullecerte y lo mismo tus paisanos, los burgaleses, de ser uno de los guitarristas más famosos en la actualidad. El concierto de anoche fue para ti un colosal triunfo, del que guardarás un recuerdo eterno, incomparable, brotan verdaderas filigranas, acordes clarísimos, punteados de una precisión asombrosa, arpegios, armónicos…

     De tu guitarra que dominas de un modo incomparable, brotan verdaderas filigranas, acordes clarísimos punteados de una precisión asombrosa, arpegios, armónicos… en fin, todos cuantos efectos encierra la guitarra fluyen de un modo naturalísimo, al conjuro de tu genio, de tu corazón de artista, que transmitiendo tus privilegiadas manos la inspiración más profunda de arte, hacen allí solo, abrazado a tu guitarra, tu figura se agigante, alcanzando proporciones elevadas…Y tan altas que te colocan en el lugar envidiable que tan justamente has conquistado….

     ¡Bravo…Regino! Triunfante en tu tierra es como conseguir el más alto galardón. En la primera parte del concierto, Regino ejecutó admirablemente Evocación, Mazurka y Scherzo-Gavota de Turina, obras en la que Regino, con su depurado estilo, estuvo inspiradísimo, alcanzando grandes ovaciones que se reprodujeron al interpretar Andaluza y Zambra gitana, primorosamente compuestas por Regino.

     Al terminar la primera parte, estalló una calurosa ovación en honor del insigne guitarrista que, agradecido, ejecutó Reveries de Tárrega, obra netamente guitarrística, en la que nuestro querido paisano electrizó al público.

     En la segunda parte, Regino interpretó con gran éxito obras de Häendel, Sor, Mozart y Coste, en las que la labor de Sáinz de la Maza fue sencillamente portentosa. Del modestísimo y gran compositor Beobide, Regino interpretó Dos canciones burgalesas, admirablemente armonizadas y hábilmente vertidas a la guitarra y que fueron aplaudidas con entusiasmo. Serenata de Malats, es una preciosidad, en cuya interpretación el gran artista estuvo sencillamente magistral. Danza en sol de Granados y Preludio español de Albéniz fueron para Sáinz de la Maza otros tantos triunfos, logrando esa fuerza de facultades artísticas, de las que nuestro querido paisano hizo alarde, sin jactancia. Ante los aficionados burgaleses que aplaudieron allí con verdadero entusiasmo. Fuera de programa, el gran guitarrista interpretó una espléndida versión del Vito de Tárrega que resultó preciosa.

En resumen: un concierto magnífico, y a cargo nada menos que del gran artista burgalés, gloria y orgullo del pueblo que le vio nacer». [31]

&&&

     «Teatro Principal,19 marzo, 1931.      

     «El gran éxito que tuvo en Burgos hace un par de años nuestro ilustre paisano Regino Sáinz de la maza hace suponer que volverá a repetirse en el concierto de hoy.

     Sáinz de la Maza es un hombre ya consagrado en el mundo del arte, siendo sus actuaciones celebradísimas en las salas de concierto más importantes. Sabido es que la guitarra olvidada y hasta menospreciada durante mucho tiempo, ha reconquistado el lugar que le corresponde por su tradición y por su historia gracias a eminentes cultivadores como Llovet, Segovia y Sáinz de la Maza, principalmente, los cuales la han ennoblecido hasta tal punto que los más famosos compositores escriben obras para ella y los recitales de guitarra alternan sin menoscabo alguno con los recitales de piano, violín o violonchelo.

     Sea bien venido el joven artista a su pueblo natal, donde con tanto cariño se le recuerda siempre».  [32]

&

Teatro Principal,19 mayo, 1931

     «En la Filarmónica, Regino Sáinz de la Maza. No es menester encomiar el arte excelso y la elevada inspiración del gran artista burgalés que honra tanto a la ciudad que le vio nacer. Son tan patentes, que todo elogio fuere redundante o innecesario.

     No pudimos escuchar la primera parte, de la que nos hicieron grandes elogios, tanto respecto a la ejecución como al mérito de las composiciones, entre las que figuraban dos admirables del propio concertista. En la segunda se destacó el Tema variado de Mozart-Sors. Es indudable que la guitarra se acomoda deliciosamente a la expresión del estilo diciochesco, sobre todo cuando el nombre del autor se halla en consorcio de los de tan hábiles transcriptores, como Tárrega y Sors.

     La Pavana, de Bacarisse, por la gracia y encanto de su modalidad, lo expresivo de su melodía e innegable originalidad de sus cadencias, es una obra que honra a la joven y ya pujante escuela madrileña. otro tanto hay que decir de la obra intitulada Madroños, del eminente compositor Moreno Torroba, cuya gran valía hemos ya consignado en crónicas anteriores. Notable también es Choros (aire brasileño) del compositor brasileño Villalobos, que tan extraordinario prestigio ha alcanzado en París. Esta obra y las dos anteriores del programa están dedicadas al concertista que puso en ellas todos sus entusiasmos, avivados, si cabe, por el agradecimiento. Terminó el programa con la Leyenda de Albéniz, que arrancó, como las obras precedentes, los más calurosos aplausos. Hubo dos propinas: la Réverie, de Tárrega y un Nocturno de Schumann.

     R. Sáinz de la Maza es uno de los más gloriosos embajadores que representan al arte español en Europa y América. Su fama se extiende triunfalmente por todo el mundo. Los más remotos filarmónicos anhelan conocer las brujerías de su guitarra y se requieren desde el Japón, a donde han llegado las crónicas de los más reputados críticos, como heraldos de su fama.

     Burgos debe un homenaje a su preclaro hijo, que pasea triunfal por el mundo el pendón castellano prendido en un mástil de su evocadora y españolísima guitarra.

     Tenemos entendido que el artista volverá con su esposa, hija de la insigne y genial Concha Espina, para las fiestas de San Pedro y nunca mejor ocasión para testimoniarle la admiración y el cariño que le profesan sus paisanos. Qué bueno fuera que la Filarmónica patrocinase esta idea de muchísimos de sus socios que, amantes de todo lo notable de la patria chica, anhelan honrar paladinamente a uno de sus más insignes paisanos.

José María Beobide».[33]

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Teatro Principal,23 noviembre, 1934.     

     «Gusta Sáinz de la Maza de venir de vez en cuando a Burgos para que sus paisanos puedan, al igual que los grandes públicos filarmónicos del mundo, saborear el arte íntimo, recogido y de subido valor que Regino prodiga con su maravillosa guitarra.

     Y así ayer, con un programa adecuadísimo, demostró nuestro artista que la guitarra no tiene secretos para él, y que su ponderado equilibrio de intérprete concienzudo, ha ganado de una manera extraordinaria desde su última visita.

     Tropiezan los concertistas de guitarra con el inconveniente de que las obras para ellos son escasas, pues si bien algunos compositores clásicos (Schubert principalmente) la conocían y empleaban bastante, era rn combinación con otros instrumentos. Pero cuando el guitarrista es de la categoría de Sáinz de la maza pronto resuelve esta dificultad mediante una labor personal meritísima, rebuscando lo poco escrito o adaptando lo que puede ser aprovechado, siempre con un criterio sano, que elija únicamente aquel que valga la pena y el trabajo de la adaptación para huir de esas transcripciones que tanto abundan y a las que nunca podrá acostumbrarse el verdadero amante de la música, que desfiguran y deshacen las obras originales al arreglarlas para un instrumento para el que no las pensó su autor.

     No pertenece a esta clase la transcripción hecha por Sáinz de la Maza de la Chacona de Bach que es sencillamente magnífica. El conocimiento profundo de su instrumento y el buen gusto del adaptador, han hecho una labor de verdadera creación, siempre dentro de un gran respeto para el autor.

     Por otra parte, los compositores sienten, ante un intérprete tal, el deseo de crear para él, y así en el programa de ayer, había varias obras dedicadas a Regino, entre las que destacaban el primer tiempo de una Sonatina que Antonio José ha compuesto especialmente para aquel. Se dan en esta obra todas las características de su autor y su personalidad se advierte en ella a través de la impecable perfección de la forma sobre un fondo apasionado.

     Es de gran interés la Zarabanda lejana del compositor valenciano Joaquín Rodrigo, el cual parece que está ya de vuelta de sus experiencias y atrevimientos atonales, contagiados del ambiente parisino, como lo demuestra en esta obra y en domingo la estrenó la Sinfónica en Madrid.

     El público, que siguió con interés extraordinario el concierto, ovacionó siempre a Sáinz de la Maza con entusiasmo.

  1. C.» [34]

&

Teatro principal,23 noviembre,1934.    

      «Anoche en el principal, tuvimos ocasión de admirar las excelencias artísticas de nuestro querido paisano Regino Sáinz de la Maza.

     El programa que el simpático artista nos ofreció fue verdaderamente sugestivo.

     Una selecta concurrencia de aficionados burgaleses acudió a deleitarse con la incomparable maestría que el gran Regino atesora, para obtener de la españolísima guitarra, un sinfín de preciosidades, verdaderas filigranas.

     Al aparecer en el palco escénico Sáinz de la Maza, estalló una cariñosa ovación, precursora de los calurosos aplausos que Regino escuchó durante la magnífica velada.

     En la primera parte, oímos con verdadero deleite, inspiradísimas composiciones de los maestros Villalobos, Joaquín Rodrigo, Eduardo Sáinz de la Maza y Manuel Ponce.

     No es posible describir las bellezas que dichas obras encierran. Regino estuvo magistral e inspiradísimo logrando cautivar a la concurrencia, que, con un silencio sepulcral, escuchó verdaderamente sugestionada, las magníficas versiones que de dichas obras nos ofreció el singular guitarrista.

     Cada actuación del gran Regino constituyó un éxito rotundo. Al terminar la primera parte estalló una formidable ovación.

     La segunda parte estaba consagrada al maestro de maestros, el imponderable J.S. Bach.Hay que advertir que las geniales creaciones de Bach, encierra para su realización una dificultad extremada; sin embargo, Regino estuvo felicísimo logrando, en las obras que interpretó del gran maestro de la fuga, versiones verdaderamente estupendas, que causaron la admiración del auditorio.

     Ante los incesantes aplausos del público, Regino ejecutó primorosamente Reverie de Tárrega; dicha obra es una preciosidad, y sobre todo, eminentemente guitarrística: hay que convenir que esta clase de obras sugestionan al auditorio, de tal manera, que no es posible resistir la intensa emoción artística que causan en el ánimo del verdadero aficionado. Regino logró una formidable ovación al terminar la sugestiva creación del gran Tárrega.

     En la tercera parte se ovacionó, con calor, la preciosa Sonatina de otro artista burgalés, de Antonio José que fue ejecutada por Regino con verdadero cariño, consiguiendo una interpretación acabadísima que fue premiada con una ovación formidable.

     Se requirió al autor de la Sonatina, pero Antonio José, modestamente, se inhibió, ofreciendo al gran Regino, parte de los aplausos que el público tributó a los dos artistas burgaleses.

     Terminó el concierto con preciosísimas obras de Granados, Moreno Torroba y Albéniz que fueron escuchadas con verdadero deleite.

     Regino estuvo verdaderamente genial, y ante las entusiastas aclamaciones de la concurrencia, ejecutó fuera de programa, una obra preciosísima netamente española que causó un verdadero entusiasmo en el público.

     ¡Bien, Regino, así se enaltece el glorioso nombre de nuestra querida ciudad!

José N. Quesada. [35]

     Otro de los momentos cumbre en sus visitas musicales a Burgos hay que buscarlo, sin duda, en esa Semana de Música Antigua de Burgos Antonio de Cabezón, entroncada en aquellos Festivales de España que, durante el verano organizaba el Ministerio de Información y Turismo desde el año 1961, a través de Diputaciones y Ayuntamientos. En Burgos, el primero coincidió con el IV centenario de la muerte de nuestro Antonio de Cabezón, 1966; por la capital burgalesa pasaron las más prestigiosos investigadores de la música contemporánea del organista del Emperador Carlos V, y su hijo Felipe II; los conciertos, con programas de música la época, se alternaron entre la Capilla catedralicia del Condestable y el Teatro Avenida; Sáinz de la Maza, que lógicamente participó en ese centenario de su paisano, interpretó su programa en el Avenida, en otra ocasión lo habría de hacer en la Capilla del Condestable, en la catedral:

Teatro Avenida,6 agosto, 1966.    

     «Éxito de Regino Sáinz de la Maza en los Festivales de España y Semana de Cabezón, por vez primera en la historia de la guitarra ofreció un concierto de obras de los siglos XVI y XVII.

     Ayer en el teatro Avenida, en su sesión de las ocho de la tarde y dentro de la Semana Antonio de Cabezón y IV Festival de España en Burgos, el eminente guitarrista e hijo predilecto de nuestra ciudad, Regino Sáinz de la Maza ofreció un sensacional recital de guitarra sobre música de los siglos XVI y XVII.

     Por primera vez en la historia de la guitarra se interpretó un concierto de este carácter, exclusivamente con obras tan antiguas cuyo acontecimiento se registraba en Burgos, de secular tradición musical y en la efeméride conmemorativa cabezoniana.

     Calurosos aplausos acogieron la presencia en el escenario del laureado guitarrista Regino Sáinz de la Maza que se dispuso a interpretar el selecto programa, agradeciendo las manifestaciones de afecto de sus paisanos y sobreponiéndose con gran entereza a su atribulado estado de ánimo afectado por el dolor que le causaba la noticia de que su joven hija política, residente en Madrid, gravemente enferma cuando se ausentó de la capital de España se hallaba en estado desesperado.

     No obstante, esta triste circunstancia Regino Sáinz de la Maza, ejecutó un soberbio concierto.

     En la primera parte de su aplaudidísima intervención deleitó a todos los asistentes con tres Pavanas, de Luis Milán (1535) Fantasía y Diferencias de Luis Narváez (1538) Fantasía de Miguel de Fuenllana (1554) y terminó con Tiento, de Antonio de Cabezón (1500´1566)

     La segunda parte del programa estuvo compuesta por cuatro piezas para laúd de un códice del siglo XVI, transcritas por Oscar Chilesotti, de autor anónimo: Fantasía y Ricercari de Francesco da Milano (1546) Gallarda, Saltarello, de Vicenzo Galilei (1563) Dos Gallardas de John Dowland (1562-1625); Pavana (Semper Dowland, Semper dolens)de John Dowland también, y Alemande de Robert Johnson (1583-1634).

     Todas y cada una de las intervenciones del genial guitarrista burgalés fueron premiadas con justo y merecidos aplauso al terminar la primera parte y al final del concierto.

     Regino Sáinz de la Maza, en obsequio del público interpretó fuera de programa una pieza de Bach, volviendo a escuchar grandes aplausos». [36]

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     Iglesia de San Nicolás, 9 julio,1979.

     «Con el extraordinario concierto del burgalés universal Regino Sáinz de la Maza se cerró ayer la brillante Fiesta de la Cultura en Burgos coincidiendo con la celebración del Simposio Internacional.

     Numerosas personas acudieron anoche a la iglesia de San Nicolás donde tuvo lugar el magnífico concierto de Regino Sáinz de la Maza. […]

     Sáinz de la Maza ofreció anoche a las numerosas personas asistentes al concierto el siguiente programa:

     Preludio, Gavota, J.S-Bach. Dos Estudios de Sor; Dos Minuetos de Sor; Preludio de Villalobos; La niña de los cabellos de lino, Debussy; Campanas del alba de Eduardo Sáinz de la Maza;[37]Homenaje a Toulouse Lautrec de Eduardo Sáinz de la Maza.[38]Canción, Danza castellana de Regino Sáinz de la Maza; Habanera, de Ernesto Halffter».[39]

NOTAS.

[1] Burgos, 1896-Madrid, 1981.[2] Federico]García Lorca, Federico, Periódico Gaceta del Sur,27 de mayo de 1920, reseña del concierto interpretado por Sainz de la Maza en el Hotel Pálace, Granada. [3] Manuscrito autógrafo. Catalogo exposición sobre Regino Sáinz de la Maza, Santillana del Mar, Santander, agosto 1982. .[4]Gerardo Diego, Fundación Juan March, Madrid, Homenaje a Regino Sainz de la Maza, 26 0ctubre, 1977. Programa de mano, Introducción.[5]Foto reproducida en Paloma Sáinz de la Maza, Regino Sáinz de la Maza, semblanza de mi padre, Burgos, Publicaciones del Ayuntamiento, 1982, p.27.[6] Ibid. p.18.[7]Ver: Burgospedia, biografías-música.[8]Gerardo Diego, Concierto homenaje a Regino Sainz de la Maza, Fundación Juan Mach, 26 octubre, 1977.[9]Paloma Sáinz de la Maza, op. cit. p.26.[10]Ibid. p. 46.[11]Ibid. p. 46.[12]Ramón del Valle-Inclán, Sonata de Estío.[13]Eugenio D´ Órs, Glosari.[14]Paloma Sáinz de la Maza, op. cit. p. 107.[15]Carta de Luis Ortega a Regino Sáinz de la Maza,15 enero 1951. Ibid. p.112.[16]Manuel de Falla, Escritos sobre música y músicos, Madrid, Colección Austral, Espasa-Calpe S.A.,1950, p.47.[17]Ibid. [18] Anotaciones manuscritas, en Paloma Sáinz de la Maza, op. cit. p. 104.[19] Ibid. p. 110.[20]Manuscrito en Paloma Sáinz de la Maza, op. cit. p.47.[21]Burgos, 1900 – Barcelona, 1984.[22] Paloma Sáinz de la Maza, op. cit., p. 37. [23] Original mecanografiado., en Paloma Sáinz de la Maza, op. cit. p. 163.[24] Ibid. p. 54.[25]Luis Rosales, Retratos. [26] Regino Sáinz de la Maza, op. cit. p. 57.[27]Paloma Sáinz de la Maza, op. cit. p. 13.[28] Cartel publicitario con fotografía del guitarrista, en Paloma Sáinz de la Maza, op. cit.p.181[29] Periódico El Papa-Moscas, 1 octubre 1916. [30]Diario de Burgos, viernes 29 septiembre, 1916.[31]Diario de Burgos, 12, marzo, 1929. [32]Periódico El Castellano, martes 19 mayo, 1931.[33]Periódico El Castellano, miércoles 20 mayo, 1931.[34]Periódico El Castellano, 24 noviembre 1934.[35]Diario de Burgos, 24 noviembre, 1934.[36]Diario de Burgos, 7 agosto 1966.[37]Hermano de Regino, Burgos, 1903 – Barcelona, 1982.[38]El original de la partitura escribe: A mi hermano Regino.[39]Diario de Burgos, martes, 10 julio, 1979.

DAVID PÉREZ SAÑUDO -Director de Cine-

David Pérez Sañudo es director, guionista y productor. Nació en Valle de Mena (Burgos) el 12 de abril de 1987. Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid, donde ahora también es profesor. Complementó su licenciatura en la Universitá Degli Studi Roma TRE y en el Middelbury College en Vermont, EEUU. Realizó su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid y en la Université Paris-Sorbonne, además de un Máster en Dirección Cinematográfica en ESCAC.

Su carrera cinematográfica comienza en 2011 con el corto Indirizzio, al que se sumaron Agur (2013), Malas vibraciones (2014), Artificial (2015), Tiempos muertos (2017), Aprieta pero raramente ahoga (2017), Ane (2018), Un coche cualquiera (2019); hasta llegar a dirigir la miniserie Alardea (2020) y su primer largometraje, basado y titulado como su anterior corto, Ane (2020); que recibió el Premio Irízar al Cine Vasco en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en su edición 2020.

Su corto Un coche cualquiera es uno de los seleccionados para la 35ª Edición de los Premios Goya 2021. Es socio fundador de la productora Amania Films, con la que en 2023 dirigió por encargo de Promueve Burgos cuatro cortometrajes de promoción de la ciudad, dentro del proyecto Rodando Burgos.

CAROLINA BLASCO DELGADO. -Jurista y Política-.

Catedrática de la Universidad de Burgos. Desarrolla su labor en la Facultad de Derecho impartiendo docencia en materias del área de Derecho Financiero y Tributario. Ha sido profesora de diversos programas de doctorado, siendo actualmente investigadora en el de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales. Ha participado en la dirección, coordinación y docencia de numerosos cursos de posgrado y tutoriza prácticas de alumnos en empresas.

En su labor investigadora ha dirigido y participado en distintos proyectos de investigación competitivos; ha publicado y colaborado en numerosos libros entre los que destacan títulos como «Alternativas de financiación en épocas de crisis», «Responsabilidad patrimonial de la administración en el ámbito tributario», <<La aportación de los operadores de telecomunicaciones para la financiación de la Corporación RTVE. ¿Tributo o exacción parafiscal?», «La prescripción de las infracciones y sanciones tributarias, Tributación medioambiental y la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea», «La colaboración del sector privado en la financiación “interpresupuestaria” de infraestructuras públicas en España», «El procedimiento abreviado en la jurisdicción contencioso-administrativa», «Incentivos fiscales de apoyo a la financiación propia de las empresas: la reserva de capitalización, y su pretendido efecto sustitutivo de las deducciones por reinversión de beneficios extraordinarios y por inversión de beneficios» o «La nueva configuración de la prescripción y el derecho a comprobar e investigar» entre otros; tiene publicados más de un centenar de artículos en revistas especializadas en Derecho Financiero y Tributario y ha impartido numerosas conferencias y ponencias sobre esta materia.

Cuenta con una amplia experiencia en la gestión universitaria donde ha sido secretaria académica de la Facultad de Derecho, vicesecretaria general y secretaria general de la Universidad de Burgos, y ha participado en sus órganos de gobierno, control y representación, así como en múltiples comisiones de trabajo; en la gestión regional ha sido vocal del Tribunal de Defensa de la Competencia de Castilla y León y directora general de telecomunicaciones, participando en comisiones, fundaciones, empresas públicas, observatorios y asociaciones relacionados con esta materia; y en la gestión local ha desarrollado su actividad como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Burgos en las Concejalías Delegadas de Medio Ambiente, Personal, Régimen Interior, Parques y Jardines, Aguas, Innovación Productiva, Promoción Industrial, Comercio y Salud, y Turismo y Educación. Concejala en la oposición y portavoz del PP desde el año 2019, el 22 de marzo renunció a su militancia en el partido para dar el salto a una formación independiente, muy cercana a un empresario burgalés de la hostelería , de nombre Decide Burgos. Es posible que junto a ella abandone también el PP el concejal Jorge Berzosa. Trabajadora infatigable y mujer tremendamente honesta, de un talento académico incuestionable, puede obtener tres o cuatro puestos en el salón de plenos del Ayuntamiento de Burgos.

ORESTES BARBERO -Concursante burgalés en PASAPALABRA-

Orestes Barbero nació en Burgos en 1997.

Originario de Quintanilla del Coco (Burgos, Comarca del Arlanza) a través de lazos familiares, se formó inicialmente en el colegio María Madre, donde su padre era profesor; posteriormente lo hizo en el colegio Circulo Católico, centro en el que un profesor de Filosofía Clásica fue fundamental en su vocación por las palabras y la cultura clásica. Ya en la Universidad, estudió el Grado de Filología Hispánica en la Universidad de Salamanca, y actualmente completa estudios de Filosofía y Letras, en la de Navarra. Su aspiración profesional es ser docente.

Debutó en este programa de Antena 3 en 2016, con escasos 19 años, se preparó muy bien para participar en el concurso, demostrando todo su potencial.

En 2019 volvió a concursar y acumuló una serie de programas que le llevaron, en 2023, a jugar la final por ganar el Concurso con un bote de dos millones de euros. Finalmente no ganó, pero Burgos estuvo representado de modo inmejorable. Ese hecho hizo que se le propusiera para la lectura del pregón de fiestas de 2023, entre otras circunstancias.

ANTONIO JOSÉ MARTÍNEZ. Semblanza del periódico El Papa-Moscas (Domingo, 11 enero 1920). -Por Luis Lozano Virumbrales-

Me hablaron de él en muchas ocasiones, en el café, en paseo y en el cine. En contra de lo que siempre sucede, todos venían a decirme lo mismo. Que era una gran esperanza musical; que era un trabajador infatigable, y que su modestia corría pareja con su talento.


Mi interés por conocerle fue aumentando desde que un día asistiendo a una representación en el cine Parisiana , y al preguntar por el autor de la obra que tocó el sexteto me dijeron: «es una polka brillante de Antonio, el pianista que nos acompaña». Me picó aún más la curiosidad, y un amigo, músico también, Domingo Villar, tuvo la bondad de presentármele, y yo el gusto de estrecharle la mano.


Le dije el juicio que el público tiene formado de su temperamento, y no lo creyó; le di mi enhorabuena por la obrita que acababa de tocar el sexteto, y no la creyó sincera. Tal es su modestia, que traspasa algunas veces los límites de la exageración.


A fuerza de ruegos míos me dio un día el gustazo de darme un concierto exclusivamente de su obra, y desde aquel instante comprendí que las personas que me habían hablado de él, no hicieron abuso de la hipérbole. Tiene 17 años y guarda ya un verdadero caudal de composiciones de todos los estilos. Es verdaderamente increíble sino lo viese uno que a la edad de doce años compusiera Los cazadores de Chiclana, himno patriótico, que a los 15 produjese su inspiración valses, una Marcha, un Chotis, varios motetes, dos de ellos a cuatro voces y órgano, una Fantasía para piano etc. Que a los catorce y llevado por la fuerza sobrenatural de su ingenio sacase del pentagrama partituras tan heterogéneas como pasodobles, una Marcha fúnebre, complicadísima, un extensísimo Capricho para piano a cuatro manos; un Ave María, una Melodía para órgano y mil piececitas, llenas todas de fragante y tiernísima inspiración y que acusan en su autor un gran dominio de la técnica y de la instrumentación.


Después me iba dando la audición de sus últimas obras, tales como La canción del guachindango, Gran tango de concierto, El canto del dolor, elegía; una Misa a tres voces, orquesta y órgano; una Danza de concierto para piano y violín, una Romanza para tenor, y las primicias de una Misa, con música descriptiva, de la que lleva ya cerca de cien folios.


Últimamente y como final me enseñó su inmensa labor de arreglar para sexteto los Nocturnos de Chopin.


En las últimas obras y también en algunas de las primeras, va unida a la inspiración un tecnicismo intuitivo, considerable. Digo «intuitivo», porque no es posible que con lo que lleva de estudios sea bastante ni con mucho para tan gran cosecha. Domina la forma, la expresión y el carácter que a cada género compete y caracteriza, campeando en unos la gracia y la picardía al par que en los otros retoza la unción evangélica y riqueza armónica que les es inherente.


Su sensibilidad artística se sale de lo vulgar. Da alegría ver a un joven de 17 años, en el misterio de su carrera, lo más difícil, y abriendo en sus tinieblas horizontes nuevos. En todas sus composiciones trata de describir lo que la letra o el título significan y a fe que en ello tiene grandes aciertos. Si en lo sucesivo sigue sacando de sus estudios labor tan provechosa, se puede asegurar sin miedo a equivocarse que podrá Burgos enorgullecerse de tener un hijo al que podrá llamarle una gloria nacional.


En esto estoy conforme con el juicio emitido por los ilustres y notables compositores, Don Benito Hernández de la Cruz , Don Luis Emilio Vega , Don José María Beobide , Don Pedro Iglesias , Don Joaquín Artola , Don Francisco Pérez de Viñaspre y Don José Nicolás Quesada , entre otros. Hecha la presentación del artista hago mutis por el foro.

EL CURIOSO IMPERTINENTE.
(Transcripción y notas a píe de página: Luis Lozano Virumbrales)


NOTAS
[1] Parisiana: Según se lee en el proyecto de construcción de Saturnino Martínez Ruiz
(Calahorra, Rioja, 1842-Burgos,1900), arquitecto del ayuntamiento de Burgos, firmado
el año 1911, se trata de una Sala para cinematógrafo- Espectáculos en la planta baja de
la casa nº 61-67 de la Plaza Mayor.


[2] Federico Chopin (Zelazawa Wola, Polonia, 1810- París, 1849). El plural Nocturnos
es una exageración del periodista, dado que Chopin compuso 21 Nocturnos, tarea difícil
de arreglar para sexteto.


[3] Benito Hernández: ? 1861- ??. 1904: director de la Banda de Música San Marcial de
Burgos.


[4] Luis Emilio Vega: Madrid 1877-1941. Compositor:1911 director de la Banda de
Música del Real Cuerpo de Alabarderos, Madrid.


[5] José María Beobide: Zumaya, Guipúzcoa, 1882- Burgos 1967. Desde 1914 organista
de la Iglesia de la Merced, Burgos. En 1930 gana la plaza de profesor de música de la
Escuela Normal de Pamplona.


[6] Pedro Iglesias: No he encontrado dato alguno de su biografía.


[7] José Joaquín Artola Lasa: Azpeitia, Guipuzcola, 1865-Burgos,1929. Cursó la carrera
de piano en la Escuela de Música y Declamación de Madrid en la que obtuvo el primer
premio fin de carrera. En fecha desconocida gana la plaza de profesor de música de la
Escuela Normal Superior de Maestros en Burgos, para cuyas clases escribió: Teoría de
solfeo. Contestaciones sencillas y breves al programa de Música adaptado en las
Escuelas Normales por el profesor Don José Joaquín Artola, profesor por oposición de
la Escuela Normal de Burgos. Burgos, Imprenta de José Pérez, 1919. (ejemplar en
B.N.E. sig. M 139-6). Director del Orfeón Burgalés entre 1894 y 1909.


[8] Francisco Pérez de Viñaspre:.Laguardia, Rioja alavesa, 1854 – Burgos, 1938. Desde
1904, organista titular de la catedral de Burgos..


[9] José Nicolás Quesada: Cursó la carrera de piano en la Escuela Nacional de Música,
Madrid, con premio fin de carrera. En Burgos fundó su propia academia de música en la
calle Laín Calvo 16; subdirector del Orfeón Santa Cecilia del Círculo Obrero que
dirigía Federico Olmeda con quien colaboró en sus estudios sobre la canción popular
burgalesa. Por encargo del compositor burgalés Rafael Calleja formó un coro de 3.000
niños para el estreno de su Himno a Burgos, 28 junio, 1926

LUIS LOZANO VIRUMBRALES -Musicólogo. Organista. Director del Grupo “Alfonso X el Sabio”.-

         

 

Luis Lozano Virumbrales, nace en Briviesca, (Burgos). Licenciado en Musicología, premio fin de carrera en esa especialidad, cursa las carreras de Piano y Órgano en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Fuera del Conservatorio trabaja el piano con Gonzalo Soriano, la armonía con el compositor Agustín González Acilu, interpretación con el cantante José Luis Ochoa de Olza; musicología medieval con Jacques Chailley, París y renacentista con Helene Charnassé, París, dirección de coros con Pierre Kaelin, Suiza, y análisis musical con Riha Tyele, Alemania.

          Su biografía musical discurre paralela a las actividades del Grupo “Alfonso X el Sabio” de Madrid, cuyas claves de trabajo descifraba el musicólogo y Académico de Bellas Artes, Antonio Gallego, en las páginas del diario El Solcada sesión del Grupo Alfonso X, planeada por Luis Lozano Virumbrales en todos sus detalles, es una verdadera lección de musicología práctica. Orientada su carrera a la interpretación de la música antigua, sus programas se centran en un hecho histórico litúrgico concreto, manifestando una gran escrupulosidad estética no solo en la utilización exclusiva de voces masculinas e instrumentos de época sino también en reproducir estructuras originales en las que las diferentes secciones de un acto litúrgico crean unidad musical.

           Su exhaustivo conocimiento de las fuentes litúrgico-musicales le han permitido transcribir y conformar un repertorio amplísimo que se extiende desde Agenda Mortuorum del ritual carolingio, siglo X, hasta las secciones en Canto Gregoriano de la ópera Merlin (1897) de Isaac Albéniz; secciones que tras su grabación para el sello Decca, dirige al Coro masculino de la Orquesta Sinfónica de Madrid, en su representación escénica en el Teatro Real, o la reconstrucción de la estructura original del Oficio y Misa de difuntos de Mariano Rodríguez de Ledesma, cuyas partes en canto gregoriano interpreta con su Grupo en la versión que Tomás Garrido presenta en el Auditorio Nacional con el Coro Nacional de España y la Orquesta Sinfónica de Madrid,

         Para sus reconstrucciones históricas, junto al Grupo “Alfonso X el Sabio” o “Voces Huelgas”, grupo vocal e instrumental femenino fundado por él, cuyos discos el compositor Jorge F. Guerra calificó, discos para la historia, ha contado con grupos vocales especializados como «Pro Cantione Antiqua» de Londres, «Cor de Cambra Luis Milán» de Valencia, «Escolanía del Monasterio de El Escorial», los contratenores Carlos Mena, Luis Badosa, José Hernández, Sergio García… en la parte instrumental: «Les Sacquebouitiers de Toulouse», «Ministriles de Marsias», Cuarteto de Violas de Gamba «Laberinto» con Paolo Gandolfo;  Luis Delgado a la Trompa Marina y Organistrum; Juan Ramón Ullibarri con las Cornetas;  los solistas José Rada , Andrés Cea, al Órgano; Josep Borras al Bajón, el Vihuelista Juan Carlos de Mulder, la Arpista Nuria Llopis, las clavecinistas Pilar Tomás y Susana Marín, los flautistas David Millán, Pedro Bonet, Fernando Paz, Jaime Muñoz; los percusionistas Javier Benet, David Mayoral , Serguei Sapricheff.

          Junto a su actividad musical en Madrid, colabora con diferentes grupos españoles, franceses e ingleses montando estructuras y Canto Llano de fuentes hispánicas; escribe artículos, imparte conferencias y seminarios en diversas Universidades españolas como Universidad Complutense, Universidad de Navarra, Universidad de Málaga, Universidad de Lleida… realiza series de programas monográficos de música medieval para Radio Clásica de Radio Nacional de España, participa, interpretando obras de Antonio de Cabezón, en la serie El hombre y la Música de Televisión Nacional Canadiense presentada por el violinista Yehudi Menuhin…

          Su amplia discografía recoge obras emblemáticas de fuentes españolas en trascripción propia o realizada para él, con especial predilección por las medievales de las que ha interpretado y grabado gran parte de las  conservadas: Monodia litúrgica romana  copiada en España ; del Rito Toledano Intonarium Toletanum,1515, Passionarium Toletanum,1516; lirica latina, Cárminas, de fuentes hispánicas; lirica romance: Cantigas de Santa María del Rey Alfonso X el Sabio, Cantigas de Amigo de Martín Codax, Trovas de Teobaldo de Navarra, Canciones de Amor del rey Don Dinis de Portugal; Polifonía: innumerables manuscritos sueltos, Códice Calixtino, Códice de Madrid, Códice de las Huelgas, Llibre Vermell; de todo ello ha escrito el musicólogo norteamericano J. F. Weber:

Lozano Virumbrales tiene la oportunidad de llenar un importante vacío en el catálogo medieval; no logro imaginar a nadie mejor preparado para emprender el proyecto.

OBRAS

1º RECONSTRUCIONES HISTÓRICAS (transcripción – estructura)

VISPERAS DE VARIOS MARTIRES.

Ms. Flores de Música Antonio Martín y Coll, (1650 – 1734)

Órgano: José Rada

Órgano barroco, Iglesia, Escuelas Pías de San Antón. Madrid.

Ministerio de Cultura – RNE.

Grabación RNE – RADIO 2.

MESSE SOLEMNELLE.

 François Couperin (1668-1733)

Órgano: José Rada

Órgano Cavaillé-Coll, Iglesia de San Luis de los Franceses. José Rada.

 Instituto Francés, Madrid.

FIORI MUSICALI

Girolamo Frescobaldi, (1583-1643)

Órgano Positivo. José Rada

Círculo de Bellas Artes, Madrid.

Retransmisión en directo Lunes Musicales de RNE.  

MISA TROPADA PARA EL DIA DE NAVIDAD.

 Manuscritos españoles s. XIII.

 Sinagoga del Tránsito. Toledo.

700 centenario de la muerte de Alfonso X, Ministerio de Cultura.

MUSICA PARA UN BANQUETE RENACENTISTA.

 Ms. s. XVI. (Cancionero de Palacio)

Salón de vidrieras, Casino de Madrid.

 A.E.B. Asociación Europea de Banca.

MISSA DEL GALL A L´EDAT MITJANA.

 Mss. catalanes, s. XII.

Rafael Taibo, recitador.

 Església de Sant Llorenç.

  Colloqui d´Historia del jueus a la corona d´Aragó. Lleida.

MISA DE ACCION DE GRACIAS EN LA CORTE DE LOS REYES CATÓLICOS.

V Centenario del descubrimiento de América

Ms. s. XV-XVI.       

Monasterio Jerónimo de El Parral, Segovia.

Unión Europea de Radiodifusión, (UER) día especial 1992: V Centenario del descubrimiento de América.

Retransmisión: Unión Internacional de Radiodifusión (UIR)

ORDO HERODIS

Ms. s. XII. Universidad de Oxford.

Iglesia de San Nicolás de los Servitas.

Ayuntamiento de Madrid.

FESTIVIDADES LITURGICAS MADRILEÑAS.

Ms. e impresos s. XVII.

Museo del Prado, Sala Villanueva. Madrid.

 Madrid Capital Europea   de la Cultura.

Retransmisión en directo, RNE – Radio 2.

AGENDA MORTUORUM.

Ms. s. X.

Auditorio Nacional de Música, (Sala de Cámara) Madrid.

 XVI Ciclo de Cámara y Polifonía.  Orquesta y Coro Nacionales de España.

Retransmisión en directo RNE- Radio Clásica.

OFFICIUM DEFUNCTORUM.

Tomás Luis de Victoria (1548-1611)

Monasterio de la Encarnación, Madrid.

Unión Europea de Radiodifusión (UER) día especial 1993.

DRAMA   VISITATIO SEPULCHRI.

Ms. s. XI.

Rafael Taibo, recitador.

Iglesia de Santa Lucia. Santander.

Festival de Santander.

MUSICA PARA UN CALENDARIO SOLAR LUNAR

Ms. S. XII-XIII.

 Museo del Prado, Sala Villanueva.

Festival de Otoño, Madrid.

MUSICA LITURGICA EN LA CORTE DE FELIPEII,

Misa De Santa María in Sabatto

IV Centenario de la muerte de Felipe II

Canto Llano – obras de Antonio de Cabezón (1510-1566)

Órgano Realejo, Real Basílica del Real Monasterio de El Escorial. Susana Marín.

«Ciclo Siglos de Oro», Fundación Caja Madrid.

OFICIO DE SAN LESMES.       

Estreno del ms, s. XIV, procedente del Monasterio de San Juan.

Iglesia de San Lesmes, Burgos

Fiesta San Lesmes 1999

Instituto Municipal de Cultura. Ayuntamiento de Burgos. 

NAVIDAD EN LA CATEDRAL DE SEVILLA.

Francisco Guerrero. (1528-1599)                                    

IV centenario de su muerte

Capilla mayor de la catedral de Sevilla     

Cabildo de la Catedral.

MISA DE SANTA MARIA LA REAL DE HUELGAS

Ms. S. XIV, Códice de las Huelgas.

Teatro Principal.

Fiesta San Lesmes 2000.

Instituto Municipal de Cultura. Ayuntamiento de Burgos.

LITURGIA EN LA CORTE DE CARLOS I.

Misa de Pascua

V Centenario del nacimiento de Carlos II.

Ms. e impresos s. XV-XVI.

Coro de la Catedral de Cuenca.

Semana de Música Religiosa de Cuenca.

Retransmisión en directo RNE- Radio clásica.

MISA DE ACCION DE GRACIAS EN LA CORTE DE CARLOS I.

V Centenario del nacimiento de Carlos I.

Ms. e impresos s. XV-XVI.

Iglesia de San Jerónimo el Real, Madrid.

Ciclo «Siglos de Oro», Fundación Caja Madrid.

VIERNES SANTO EN LAS DESCALZAS REALES.

Officium Hebdomadae Sanctae,

T. L. de Victoria (1540 – 1611)

Capilla de Santa Tecla, Catedral de Burgos.

 Instituto Municipal de Cultura. Ayuntamiento de Burgos.

OFICIO DE TINIEBLAS.

Tomas Luis de Victoria.

Monasterio de las Descalzas Reales, Madrid.

Ciclo «Siglos de Oro», Fundación Caja Madrid. 

LA CONSAGRACIÓN DE IGLESIAS EN LA TOMA DE GRANADA.

Ms. e Impresos, s. XV-XVI.

Hospital Real.

Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

DRAMAS LITÚRGICOS DE PASCUA

Ms. Siglo XII.

Iglesia de San Miguel.

XLI Semana de Música Religiosa de Cuenca Retransmisión en directo R.N.E – Radio Clásica.

CARMINA MEDIEVALIA.

Ms. españoles s. XII-XIII.

Auditorio Nacional (Sala de Cámara)

Ciclo de Cámara, Polifonía y Órgano de la Orquesta y Coro Nacionales de España.

Retransmisión en directo RNE- Radio Clásica.

HONRAS FÚNEBRES POR LA REINA ISABEL I “LA CATÓLICA”

IV Centenario de su muerte.

Missa pro defunctis de Pedro Escobar (c.1465 – 1535)

Iglesia del Monasterio de la Concepción Francisca.

XLIII Semana de Música Religiosa de Cuenca.

LIBRO DE HORAS DE ISABEL LA CATOLICA.

IV Centenario de su muerte.

 Ms. s. XV-XVI.

Iglesia San Juan de los Caballeros, Segovia.

 Fundación Don Juan de Borbón. Ayuntamiento de Segovia.

 

MISA FUNERAL EN MEMORIA DE ISABEL LA CATÓLICA

V Centenario de su muerte, Misa a la hora de su muerte:12 horas del 26 de noviembre 1504 – 2004.

Ms. s. XVI.

Colegiata de San Antolín, Medina del Campo (Valladolid)

Arzobispado de Valladolid, Junta de Castilla y León.

HONRAS FÚNEBRES POR ISABEL LA CATOLICA.

V Centenario de su muerte

       Ms. s. XVI.

 Catedral de Segovia.   

 Ciclo «Música religiosa en las catedrales españolas», Fundación Caja Madrid.

IN FESTO SANCTI IACOBI MISSA.

Ms. S.XII. (Codex Calixtinus)

Iglesia de Santa Teresa. San Sebastián.

65Quincena Musical Donostiarra.

OFFICIUM SANCTORUM IUSTI ET PASTORIS

Ms. s. XVI. Catedral de Sigüenza (Guadalajara)

XVII Centenario de la matanza de los niños Justo y Pastor.

Iglesia Magistral de Alcalá de Henares.

Cabildo de la Iglesia Magistral.

DAS FESTAS DE SANTA MARIA EN LA CORTE DE ALFONSO X EL SABIO

Cantigas de Santa María de Alfonso X.

Iglesia de San Lázaro.

Ayuntamiento de Palencia.

MISA DE SAN DIEGO DE ALCALÁ

III Centenario de la composición de Flores de Música de Antonio Martín y Coll.

Órgano Grenzing, Auditorio Nacional (Sala Sinfónica) Andrés Cea.

Ciclo de Órgano, Orquesta y Coro Nacionales de España.

Retransmisión en directo RNE- Radio Clásica.

SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS.

 Die Worte des Erlösers am Kreuze.

Joseph Haydn (1732-1809)

Capilla de la Santa Cueva, Cádiz.

Unión Europea de Radio difusión, Día especial, II Centenario de la muerte de Joseph Haydn. Ciclo” Música y Patrimonio”, Fundación Caja Madrid.

ANTONIO DE CABEZÓN

Misa del Espíritu Santo.

V Centenario de su nacimiento

Órgano barroco, Iglesia del Salvador, Leganés, Madrid, Andrés Cea.

Festival de Arte Sacro, Comunidad de Madrid.

 

SEMANA SANTA DE RITO TOLEDANO

Intonarium Toletanum, 1515 – Passionarium Toletanum, 1516.

Ciclo Arte Sacro, Comunidad de Madrid.

HISTORIA DE LA POLIFONIA ESPAÑOLA.

Manuscritos e Impresos, s. XII-XVI.

Monasterio Desierto de las Palmas.

Ayuntamiento de Benicassim – Castellón.

II. DISCOGRAFÍA

MUSICA LITÚRGICA DEL BARROCO ESPAÑOL.

Antonio Martín y Coll (1650-1734)

 Primera grabación en el órgano Pedro Manuel Liborna Echevarría (1725)

 Coro del Monasterio de Comendadoras de Santiago, Madrid.

  LP Hispavox (560) 27 0583 1.

Premio Nacional del Disco, Ministerio de Cultura 1986.

OBRAS ESPAÑOLAS DE CANTO LLANO

GLOSAS SOBRE OBRAS DE CANTO LLANO

Ms. españoles, siglo XVI.

Iglesia del Monasterio de Jerónimos de El Parral (Segovia)

Órgano barroco de la iglesia de San Lázaro de Támara de Campos, Palencia.

 CD. RTV. AME-004.

  Premio Revista Rítmo1991.

MUSIC IN THE TIME OF COLOMBUS

Obras españolas del siglo XV-XVI

Iglesia del Monasterio Jerónimos de El Parral, Segovia.

 CD. DECCA 436 116 2.

MUSICA ESPAÑOLA. S. XIII – XX.

(Con otros intérpretes)

Musikaste. Rentería. (Guipúzcoa)

Ibermemory. CD-001.

RITUAL CAROLINGIO.

Ms. Siglo X.

Refectorio de Conversos del Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta (Soria)

 Sony-Música, Serie Hispánica .CD SK62820. 

Música Litúrgica en la Corte de Felipe II.

Missa de Sancta Maria in sabatto.

IV Centenario de su muerte

Canto llano hispánico – Obras de A. de Cabezón    

 Órgano Realejo, Basílica del Real Monasterio de El Escorial, Susana Marín.  

Video: Fundación Caja Madrid – Patrimonio Nacional.

IV CENTENARIO DE LA MUERTE DE FELIPE II.

(Con otros intérpretes)

 Basílica del Real Monasterio de El Escorial.

Video: Fundación Caja Madrid – Patrimonio Nacional.

CODEX CALIXTINUS

Missa sancti Iacobi.

Refectorio de Conversos del Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta, Soria.

 Sony-Música Serie Hispánica, SK60075

CODICE DE MADRID

Ms. Siglo XII

Refectorio de Conversos del Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta, Soria.

Sony-Música Serie Hispánica, SK60074

CODEX HUELGAS.

Misa de Santa María la Real.

Ms. s. XIV.

Iglesia del Monasterio de Monjas Benedictinas, Palacios de Benaver, Burgos.

Sony-Música Serie Hispánica, CD.SK 60846.

CODEX HUELGAS.

 Polifonía inédita.

 Ms. Siglo XIV.

 Iglesia del Monasterio de Monjas Benedictinas, Palacios de Benaver, Burgos.

  Sony-Música Serie Hispánica, CD SK 60844.

MERLÍN de Isaac Albéniz.

 Interpretación de las secciones en Canto Llano.

Orquesta Sinfónica de Madrid. Coro Nacional y Coro de la Comunidad de Madrid.

Solistas:

Plácido Domingo. Carlos Álvarez. Jane Henschel. Ana María Martínez.

Director: José de Eusebio.

Auditorio Nacional. (Sala Sinfónica) Madrid.

DECCA467 096 2

ANTONIO MARTIN Y COLL.

Misa de San Diego de Alcalá.

Órgano Blancafort, Iglesia Magistral de Alcalá de Henares. Madrid. Andrés Cea.

D. V. D. Utopía Comunicación.

OFFICIUM SANCTORUM IUSTI ET PASTORIS.

 Ms. siglo XVI Catedral de Sigüenza – Guadalajara

Iglesia Magistral de Alcalá de Henares (Madrid.

PASCUAL IZQUIERDO ABAD. -Escritor y poeta-

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Pascual Izquierdo Abad (Sotillo de la Ribera, Burgos, 1951) es un escritor español que cultiva varios géneros: poesía, crítica literaria, literatura de viajes y literatura infantil y juvenil. Ha publicado hasta la fecha más de 30 títulos.

Biografía

Desde 1976 reside en San Sebastián de los Reyes (Madrid), aunque sin haber perdido en ningún momento la vinculación geográfica y afectiva con la tierra donde nació. Ha cursado estudios de Ingeniería Técnica de Telecomunicación en la Universidad Politécnica y es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense. Después de haber trabajado en la empresa privada, desde 2003 se dedica en exclusiva al ejercicio de la escritura.

Perfil literario

Aunque cultiva diversos géneros literarios, Pascual Izquierdo se siente y se define fundamentalmente como poeta. Un poeta que evidencia en sus versos la pasión por el lenguaje, el gusto por la metáfora y la huella del paisaje castellano.

Poesía

Tras haber escrito de forma torrencial varios miles de versos, se asomó a las letras de molde en 1974, cuando contaba 23 años, con La exactitud de las catedrales (Burgos, Artesa, 1974), libro en el que analiza, desde un punto de vista poético, la dimensión religiosa del hombre actual.

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A partir de este trabajo, dos ciclos expresivos pueden señalarse. El primero, formado por Retrospección y apocalipsis en la tierra castellana (Barcelona, Ámbito Literario, 1980), Cisne y telaraña (Madrid, Orígenes, 1985) y En este fin de siglo (Madrid, Devenir, 1990), se caracteriza por su tono de denuncia y por abordar temas relacionados con la realidad circunstancial, desde el abandono que sufre Castilla hasta los aspectos negativos que la civilización tecnológica de nuestro presente histórico nos obliga a vivir, pasando por la situación del ser humano (cisne) atrapado en la multitud (telaraña).

El segundo ciclo expresivo está formado por Versos de luna y polen (Madrid, Devenir, 1992), Pasillo para aguas, aves y vientos (Madrid, Libertarias/Prodhufi, 1993), Del otoño tardío (Madrid, Cátedra, 2005) y Alba y ocaso de la luz y los pétalos (Cáceres, Diputación Provincial de Cáceres, 2014). El discurso de la madurez expresiva y vital invita a explorar un terreno más sutil y deleitoso: el de la belleza, el lenguaje, el amor, el olvido y el paso del tiempo.

Un tercer ciclo expresivo, aún inacabado, está formado por los dos últimos libros publicados: Figuras de retablo (Madrid, Eirene Editorial, 2016) e Historia de un instante (Oviedo, Ars Poética, 2019). Mientras el primero ofrece una visión de Castilla en clave lírica, nostálgica y satírica, el segundo puede entenderse como un ejercicio de introspección en el que el poeta recobra la primera persona del singular y muestra su voz, su soledad y su paisaje.

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Crítica literaria

Pascual Izquierdo ha abordado la crítica literaria, habiendo preparado diversas ediciones de autores españoles del siglo XIX (Clarín, Galdós y Bécquer). En este apartado cabría destacar la edición crítica de las Leyendas, obra de Gustavo Adolfo Bécquer (Madrid, Cátedra, col. “Letras Hispánicas”, 1986), revisada y actualizada en el año 2002, libro que en 2020 sumó treinta ediciones. A este título cabe añadir la edición crítica de las Narraciones, también de Gustavo Adolfo Bécquer (Madrid, Cátedra, col. “Letras Hispánicas”, 2007).

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Guías de viaje

Pascual Izquierdo posee una larga trayectoria como autor de guías de viaje que, en el total de las 15 obras hasta ahora publicadas, abarca ciudades, provincias, comunidades autonómicas y territorios relacionados con el turismo del vino o la gastronomía. Por su relación con la tierra castellana, títulos significativos de este apartado son: Ávila (Madrid, Anaya Touring, 1994; 5ª ed.: 2019), Burgos (Madrid, Anaya Touring, 2011; 4ª ed.: 2019); Burgos. Guía de la ciudad (Burgos, Dossoles, 2005); Segovia. Guía de la ciudad (Madrid, Oportet Editores, 2016); Palencia (Madrid, Anaya Touring, 2019); Valladolid (Madrid, Anaya Touring, 2008; 4ª ed.: 2020), y Guía de la Ribera del Duero (Roa, Consejo Regulador de la D. O. Ribera del Duero, 1996).

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Literatura de viaje

Entre los libros de viaje propiamente dichos, ha publicado Prosas profanas del Camino de Santiago (Madrid, Ediciones Libertarias/Prodhufi, 1999), trabajo que recoge las impresiones y vivencias de un peregrino jacobeo, y Prosas de viaje, colección de artículos que reúnen una serie de itinerarios insólitos realizados por tierras de Castilla. Fueron publicados en el Diario de Burgos (junio de 1995-septiembre de 1999) y parcialmente en la revista de creación literaria Cuadernos del Matemático. En 2023, presentó su título Viajando por el canal de Castilla (Editorial Difácil, 2023)

Literatura infantil y juvenil

También ha hecho incursiones en este género literario, habiendo publicado Historia de un cajero automático que sabía frases de amor (Madrid, BBV-Anaya, 1997).

Colaboraciones

Con la aportación de artículos, reseñas, poemas y relatos, ha colaborado en periódicos (Diario de Burgos, El Norte de Castilla) y en revistas literarias (Artesa, Leer, Turia, Cuadernos del Matemático, Biblioteca, Kurpil, Culdbura, Piedra del molino, Oropeles y guiñapos, etc.).

Congresos y reconocimientos

A lo largo de su trayectoria literaria ha participado en varios congresos de literatura española y ha recibido diversos galardones, otorgados a sus libros de poesía, sus guías turísticas y sus artículos de viaje.

Blog

Desde marzo de 2018, alimenta un blog que lleva por título El balcón del curioso intermitente y conjuga en sus entregas periódicas textos e imágenes.

SANTA CASILDA. -Por Francisco Blanco-.

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En la comarca burgalesa de La Bureba, muy cerca de su capital Briviesca y dentro del actual término municipal de Salinillas, sobre lo alto de un cerro en el que abundan los manantiales de aguas curativas, que han devuelto la salud a muchas personas y la fecundidad a muchas mujeres, popularmente conocidos como pozos, y donde la naturaleza se reviste con sus mejores galas, dotando al paisaje de un incomparable verdor , se levanta majestuoso e imponente el Santuario de Santa Casilda, lugar de veneración, peregrinación y romería de muchos burebanos y muchos burgaleses.

Se trata de un pequeño templo barroco del siglo XVI, cuya fachada es obra de Nicolás de Vergara el Viejo (1). En su interior, dentro del altar mayor, se encuentra una notable estatua yacente de Santa Casilda, obra del genial escultor burgalés Diego de Siloé (2), también dispone de un pequeño camarín barroco lleno de exvotos y ofrendas de los devotos de la santa. Enfrente del templo se encuentra la Hospedería que acoge a los romeros y peregrinos que visitan el santuario, en cuya explanada se celebran diferentes fiestas y romerías en honor de Santa Casilda.

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Esta popular santa, cuya historia está llena de leyenda, vivió en el siglo  XI, había nacido en Toledo a principios del siglo XI antes de  ser conquistada por el rey de Castilla Alfonso VI,  y era hija del emir de la Taifa musulmana de dicha ciudad, cuyo nombre parece que era Almamún.

El nombre de Casilda procede de la palabra árabe kasida, que se refiere a  poemas panegíricos que se dedicaban a personas importantes, como lo era realmente Casilda, quien siempre según la leyenda, era una joven princesa de gran belleza y simpatía, que también practicaba la caridad con los más necesitados. Sus generosos sentimientos la llevaron a visitar a los cristianos prisioneros encerrados en las cárceles de su padre, que tenían que soportar unas pésimas condiciones de vida, por lo que además de intentar elevar sus decaídos ánimos con la palabra, también les suministraba alimentos que fortalecieran sus cuerpos. Naturalmente, toda esta actividad la desarrollaba sin el conocimiento ni la autorización de su padre, aprovechando sus numerosas ausencias de la ciudad por motivos políticos o militares.

Pero alguien se fue de la lengua y puso al emir al corriente de las actividades clandestinas de su hija, lo que le enfureció, proponiéndose descubrirla y castigarla.

Para ello, un día comunicó a su hija que tenía que ausentarse simulando que abandonaba la ciudad seguido de sus vasallos, pero lo que hizo fue esconderse cerca de las cárceles a la espera de que apareciera su hija. Y así ocurrió: no tardó mucho tiempo en aparecer Casilda cargada con una gran cesta llena de alimentos en dirección a los calabozos. Encolerizado, le sale al paso espetándola a gritos:

¿Qué llevas en esa cesta?.

La sorprendida y asustada princesa sólo acierta a responder con voz balbuceante:

Rosas.

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El emir, fuera de sí, de un manotazo arranca el mantel que cubría la cesta y ante el asombro general, esta apareció llena de fragantes rosas rojas.

La vida en palacio, después de este milagroso incidente, fue recuperando lentamente la normalidad, y aunque más espaciadamente, Casilda siguió procurando consuelo a los cautivos cristianos,  al tiempo que ella misma iba abrazando con más entusiasmo su religión, pero sin poder recibir el bautismo.  Siguiendo con la leyenda, al cabo de un tiempo Casilda cayó enferma, aquejada de un extraño mal que alteraba su flujo sanguíneo y contra el que ningún médico de la corte toledana fue capaz de encontrar remedio por lo que se empezó a temer por su vida. La solución llegó a través de uno de los presos cristianos, que le hizo llegar un mensaje en el que le aconsejaba que tomara baños en las aguas milagrosas de los lagos de San Vicente, allá por las tierras de Castilla. Sorprendentemente, en esta ocasión el emir hace caso del consejo y se apresura a preparar una comitiva que acompañe a su hija en su viaje a tierras burgalesas. Lo primero que hace Casilda al llegar a Briviesca es recibir el anhelado bautismo, encaminándose después hacia los cercanos lagos para recibir el tratamiento de sus aguas milagrosas, que la devolvieron rápidamente la salud. Al sentirse curada, Casilda decide quedarse en aquella tierra para consagrar su vida a Cristo y vivir el resto de su vida en soledad, dedicada plenamente a la oración. Despide a su comitiva, a la que entrega todo lo que poseía y se retira a vivir el resto de su vida como una ermitaña, no tardando en alcanzar por toda aquella comarca de La Bureba merecida fama de santidad. Parece que murió a muy avanzada edad y fue enterrada en la ermita donde vivía, situada en lo más alto del cerro que pronto se convirtió en lugar de peregrinación y culto a la santa.

El pozo de aguas curativas se conoce como el Pozo Blanco de Santa Casilda, con fama de milagroso al que empezaron a acudir muchas parejas que solicitaban  a la santa que les concediera un hijo. Para eso, según la leyenda si solicitaban una niña debían lanzar una teja desde un lugar determinado, si por el contrario solicitaban un niño debían lanzar una piedra desde otro lugar. Naturalmente, para que se cumplieran sus deseos tanto la teja como la piedra debían de caer dentro del pozo. Esta costumbre aun se sigue practicando, aunque no hay datos fiables sobre sus resultados.

Por aquellos tiempos de la Alta Edad Media por la España cristiana empezaron a ser frecuentes las rogativas populares, en las que los vecinos de los pueblos acudían en procesión rezando y cantando hacia los lugares, ermitas, iglesias o santuarios en los que se rendía culto a algún santo o santa famoso, a pedirle su intercesión, en forma de favores o de protección. Estas procesiones casi siempre acababan en alegres romerías populares, en las que finalizados los rezos se bailaba, se cantaba, se comía y se bebía.

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De las que todavía se celebran en honor de Santa Casilda, la más singular y concurrida es la conocida como “La Tabera”, en la que las rogativas a  la santa y los actos religiosos de la mañana se completan con el juego de la taba, que se celebra después de comer.

La procesión sale de la iglesia de San Martín de Briviesca, presidida por el Ayuntamiento y el cabildo en pleno, portando una imagen de Santa Casilda que según la leyenda fue bautizada en esta iglesia, y se dirige, rezando y cantando, hacia el Santuario de Santa Casilda, donde tienen lugar los actos religiosos, que finalizan con otra procesión alrededor del santuario, entre cánticos y el volteo de campanas:

 

Santa Casilda en un altar

San Vicente en una cueva.

Santa Casilda es la luz

Que ilumina la Bureba”

 

La comida es otro de los eventos más esperados de la romería. Muchas familias procedentes de Briviesca y su comarca, y también de otros muchos lugares de Burgos y la Rioja, van llegando al santuario portando bolsas llenas de apetitosas viandas de elaboración casera, instalándose cómodamente en los muchos rincones acogedores, muy abundantes por aquel espectacular paisaje. Cuando llega la hora de comer, finalizada la última procesión, despliegan los manteles y se disponen a dar buena cuenta de cuánto han traído. Otros romeros, más cómodos o más pudientes, prefieren comer en la hospedería, que también ofrece un apetitoso menú, aunque, en este caso, con frecuencia tienen que esperar su turno. Además, el Ayuntamiento de Briviesca organiza una comida popular, que se sirve en la explanada del santuario, consistente en un plato de paella acompañado de pan y vino, con el que obsequian a todos los romeros que se acerquen a solicitarlo. El condumio está preparado y servido por el personal de la hospedería.

Existe un refrán castellano que asegura que donde mejor se conoce a las personas es en la mesa y en el juego. Pues bien, la romería de Santa Casilda se completa con el juego llamado de la taba, que tanta popularidad y concurrencia ha alcanzado, hasta el punto que ya es más conocida como la romería de “LA TABERA”.

La taba, en realidad, se trata de uno de los siete huesos que configuran el tarso del pie y está formada por  seis caras de diferente forma.

Pero para lo que se conoce como el juego de la taba, que ya se practicaba en la antigüedad, se utiliza el astrágalo o taba del cordero, tan abundante y apreciado en La Bureba, sobre todo el de las patas traseras, que por las posibilidades aleatorias que ofrecen sus seis caras al caer, permite una serie de variantes que determinan quien gana y quien pierde.

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En España, hasta tiempos muy recientes la taba era un juego muy popular entre las niñas y los niños, que consideraban el astrágalo como un juguete que había que conservar limpio y reluciente. En realidad se le puede considerar como el precursor del actual dado de seis caras con el que se juega actualmente.

En “La Tabera” el juego comienza mientras muchos romeros se encuentran todavía comiendo, pero se sigue practicando hasta bien entrada la madrugada. Se encarga de iniciarlo el alcalde de Briviesca lanzando la taba al aire. A partir de este lanzamiento, los diferentes corros de jugadores empiezan a jugar y a lanzar la taba y comienzan las apuestas en las que a unos les toca ganar y a otros perder, a veces hasta importantes sumas de dinero, porque en este día, el único del año en que en Briviesca se permiten las apuestas, la verdad es que se apuesta fuerte, aunque también hay que decir que entre los jugadores se mantiene la calma y sus semblantes permanecen impasibles, sin revelar si ganan o pierden. Los apostantes depositan el dinero en el suelo, la banca iguala la apuesta y después de efectuada la tirada se encarga de cobrar o de pagar, según la posición en que hayan caído las tabas, que es finalmente la que decide quién gana y quien pierde. Las posturas en que pueden quedar las tabas son seis y se cantan así:

¡CARNES! ¡PENCAS! ¡BODIL! ¡CRUZ! ¡AGUAS! ¡LISOS! 

Estos nombres pueden cambiar según el sitio en que se juegue, pues la Taba se sigue jugando en diferentes lugares de España, por ejemplo  en Castilla es muy popular tanto en Ávila como en Segovia.

Los comienzos de “La Tabera” datan de finales del siglo XVIII y desde entonces se viene celebrando cada año, el martes anterior a la festividad de la Ascensión en la explanada del Santuario de Santa Casilda. El  culto a la santa, sin embargo, es muy anterior: Con motivo de la peste que afectó a Briviesca en el año 1486, el día 9 de mayo el cabildo y los regidores municipales organizaron una procesión al santuario para pedir su intercesión, nombrándola además patrona de Briviesca y haciendo votos solemnes de guardar su festividad y repetir cada año la procesión.

NOTAS:

  • Nicolás de Vergara el Viejo nació en Toledo a principios del siglo XVI, maestro vidriero, arquitecto y escultor, era miembro de una destacada familia de origen flamenco. Sus obras son muy numerosas y están muy repartidas. En Burgos también es el autor del sepulcro del obispo Juan de Ortega, en el convento de Santa Dorotea.

Murió en Toledo el año 1574.

  • Diego de Siloé nació en Burgos el año 1495, era hijo del escultor flamenco Gil de Siloé y fue uno de los escultores y arquitectos más importantes del Renacimiento, su obra es muy numerosa y variada, destacando la famosa “Escalera Dorada” de la catedral de Burgos o la “Tumba del Gran Capitán” en la catedral de Granada.

Murió en Granada el año 1563.

                                                                  
Autor Paco Blanco, Barcelona abril 2019