Archivo de la categoría: Arte y Monumentalidad

INSTITUCIÓN FERNÁN GONZÁLEZ. -Conferencia: 20 años de creación y exposiciones en el Siglo XXI. —-Toma de posesión como académico de Ignacio González Santiago—-.

ACUARELAS DE SANTIAGO IZQUIERDO EN EL MONASTERIO DE RIOSECO. -Del 15 de agosto al 11 de septiembre-.

Desde el 15 de agosto hasta el 11 de septiembre estará presente en el Monasterio de Santa María de Rioseco la exposición de acuarelas de Santiago Izquierdo, con el título general VISIONES DE UN MONASTERIO, DE UN VALLE, DE UNA CIUDAD.

Pues el artista, un enamorado de la luz, encuentra y plasma la belleza de Castilla en tres planos diferenciados.

Efectivamente, encontró la belleza en el incomparable espacio del monasterio de Santa María de Rioseco (protagonista principal sin duda de esta exposición) donde el tiempo se ha detenido y se puede escuchar el sonido del silencio, el valor de las sombras y el peso de la historia. El artista ha soñado con el legendario y hasta ayer olvidado monasterio, pero tan querido por todos aquellos que lo conocen —que ha suscitado el interés y la admiración de los amantes del arte hasta el punto de convertirse en una referencia de restauración popular del patrimonio—, se ha convertido en monje y lo ha pintado con recreaciones poéticas.

Encontró la belleza en el Valle de Manzanedo, en las piedras, canecillos y capiteles de sus iglesias románicas diseminadas por el valle (Crespos, san Miguel de Cornezuelo, san Martín del Rojo, Incinillas) y en los restos del castillo de Arreba. Cerca del valle de Manzanedo, la iglesia de Tudanca y los palacios abandonados de Cortiguera están también presentes en esta muestra.

También encontró la belleza en la ciudad de Medina de Pomar que conserva rincones llenos de historia y de arte, como las Torres de Medina, la iglesia de santa Cruz, la muralla o el Arco de la Judería.

Y, por supuesto, encontró la belleza en el paisaje de Castilla, expresado con un lenguaje personal denominado “tratamiento lírico de la tierra de Castilla”, que consiste en estudiar la influencia de  la luz en el paisaje para expresar el alma y la fuerza de la tierra.

La obra presentada en esta ocasión por Santiago Izquierdo son un puñado de acuarelas fruto y continuación de los trabajos para ilustrar el libro Viaje por tierras de Castilla (y Cantabria) de Pascual Izquierdo (2021), cuando pude profundizar en esta técnica que aporta medios muy importantes para el tratamiento de la luz. Estas acuarelas presentadas hoy están sustentadas por una larga trayectoria en el mundo de la pintura al óleo. Sólo ha cambiado el vehículo expresivo para transmitir idéntico sentimiento que es su amor por Castilla y expresar la belleza, el alma y la fuerza de su tierra.

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BIOGRAFÍA Santiago Izquierdo

Santiago Izquierdo nació en Sotillo de la Ribera (Burgos, 1948) y reside en Cantabria 1970. Es pintor de vocación por haber bebido desde niño la luz de Castilla.

Aunque practica diversos géneros pictóricos (retratos, bodegones, interiores, composiciones surrealistas), es en el paisaje donde ha elaborado un lenguaje expresivo con el que se identifica plenamente, denominado tratamiento lírico del paisaje de Castilla. Con él analiza y plasma los efectos de la luz en el paisaje intentado expresar el alma y la fuerza de la tierra.

Son numerosas las exposiciones que ha realizado en diversas ciudades españolas, y también fuera de España,

Ha ilustrado revistas (Cuadernos del Matemático, la Vela, Euroliceo), libros de poesía de viajes (Viaje por tierras de Castilla (y Cantabria) y de investigación (Biblioteca 31, estudio e investigación).

También ha publicado libros de poesía y de relatos poéticos ilustrados.

IGLESIA DE SAN ESTEBAN. ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA OLMA, DE PEDROSA DEL PRÍNCIPE. -libro de Juan José Calzada Toledano-

El libro, a través de 160 páginas repletas de fotografías, es un ejercicio de exégesis del arte que alberga la iglesia de San Esteban, de Pedrosa del Príncipe. Elementos como el púlpito mudéjar o los retablos platerescos, son explicados por primera vez, para dar así cuenta de su excepcionalidad artística. También el libro hace un recorrido por la ermita de Pedrosa del Príncipe, lugar en el que se venera a la Virgen de la Olma.

El volumen acierta en su planteamiento, poniendo además el acento en tratar digitalmente algunas imágenes de elementos artísticos deteriorados por el tiempo, mostrando de esa acertada manera cómo es y cómo pudo ser, teorías que desarrolla el autor desde su amplio conocimiento de la disciplina.

Juan José Calzada Toledano es Doctor en Historia del Arte y alberga un amplio bagaje de publicaciones al respecto. (Pulsa)

Presentación, día 14 de agosto de 2023 en la propia iglesia de San Esteban, a las 18 horas de la tarde.

EL LICEO DE BURGOS, UN MODELO DE ACTIVIDAD MUSICAL. -Por Luis Lozano Virumbrales-.

(1880)

     «Continúan las obras en el nuevo Liceo, creyéndose que en un plazo no lejano terminen. El salón principal es mayor que el antiguo de la Academia, habiéndose colocado el escenario en el mismo sitio; los cuartos de vestuario se hallan inmediatos a él, y las salas para las secciones, archivos etc. etc. se hallan en el entresuelo del edificio.

     Los trabajos de inauguración comenzarán en breve, y todo hace creer que la nueva sociedad responderá a las necesidades de una población culta y vivirá muchos años, siempre que el concurso de todos los que pueden y deben figurar en las listas de socios sea un hecho, no un dicho». [1]

     Son los primeros pasos, primavera de 1880, de una nueva Sociedad que busca la transmisión, a nivel popular, de las ciencias y el disfrute emocional de las artes; situada en la calle Laín Calvo, con entrada de arquitectura neoclásica, por el Arco del Pilar, era sucesora de otras prestigiosas sociedades culturales, El Museo, Thalía, La Academia, Lope de Vega, Moratín, que, durante la segunda mitad del siglo XIX se habían adherido a ese movimiento surgido en España que pugnaba por un retorno a los ya perdidos esplendores culturales del pasado. Entroncado en ese empeño comunitario, el Liceo de Burgos insertaba una tesela más en el entramado mosaico de estética confeccionado en los primeros años de la Restauración monárquica; musicalmente,  toda una consolidación de aquellos inicios europeístas aventurados por Joaquín Gaztambide, Asenjo Barbieri, Jesús de Monasterio o, un poco más tarde, ya con preparación didáctica de escuela, el Conde de Morphy, Tomás Bretón y Ruperto Chapí, condiscípulos en las aulas de la Escuela Nacional de Música, Madrid, pensionados, los dos, por la Academia de Bellas Artes  para estudiar en la Academia de España de Roma; todos sabrán aproximar el panorama musical europeo a nuestro país; todo un lujo cultural con vocación de satisfacer esas ansias de nuevas perspectivas musicales que, como simple modelo, afloraba en la alta burguesía de «una población de treinta mil almas, situada al norte de España, su nombre Burgos [2].

.      «El único fin y objeto exclusivo de la Sociedad es proporcionar a sus individuos útil solaz y pasatiempo agradable, ya con el cultivo de las Ciencias, Literatura y Bellas Artes, ya con otras escogidas distracciones propias de la cultura y buen nombre de esta capital».

     «Para conseguir aquel fin y llenar cumplidamente el indicado objeto, se formarán secciones de Ciencias, Literatura, Música y Declamación, sin prejuicio de crear en lo sucesivo otras que la conveniencia aconseje, el buen gusto reclame, los socios lo soliciten y las bases y estado de la Sociedad permitan».

     «Los individuos que componen el Liceo se dividen en Socios de número y supernumerarios. Aquellos tienen voz y voto en las Juntas Generales, opción de desempeñar cargos en la de Gobierno, y derecho a los efectos y enseres de la Sociedad, caso de disolverse la misma. Los supernumerarios no disfrutan de los expresados beneficios».

     «La Junta directiva podrá conferir el título de presidente de honor a las personas que, por sus servicios y galantería para con el Liceo, al mismo tiempo que por su posición y clase lleguen a merecer esta prueba de atención y agradecimiento».

         «La misma junta directiva podrá nombrar socios honorarios o de mérito a aquellas personas que juzgue dignas de tal distinción».

          «Para el buen régimen y orden del Liceo, habrá una Junta Directiva, compuesta de un presidente, un vicepresidente, cuatro Vocales, un tesorero, un secretario-contador y un vicesecretario, siendo además vocales de la misma los respectivos presidentes de las distintas Secciones». [3].

      Y los nombres que cubrían estos cargos eran seleccionados entre lo más granado de las ciencias y artes que, en esos momentos, vivían en Burgos. Ya, la aprobación del Reglamento, en la Junta General de 11 de marzo de 1880, con la presencia de los 280 miembros que componían el Liceo, firman el V.B. el presidente, Eduardo Augusto de Besson [4], y el secretario, Manuel Martínez Añibarro. [5] El primero es un prestigioso catedrático de psicología, lógica y filosofía moral en el antiguo colegio renacentista de San Nicolás, transformado, por orden de Isabel II, en Instituto de Segunda Enseñanza, 1847. Su aportación al conocimiento histórico de Burgos lo plasma en aquellos Apuntes sobre Burgos, noticia concisa pero exacta de todos los monumentos y de cuanto el viajero no ha de dejar de ver a su paso por esta ciudad que había publicado en 1864..[6] El secretario, el burgalés Martínez Añíbarro presenta idéntico perfil profesional; él mismo nos deja su biografía intelectual en la portada de su exhaustiva obra, premiada por la Biblioteca Nacional, sobre biografías de científicos, literatos y artistas burgaleses, y bibliografía sobre ellos y sobre cuanto atañe a Burgos:

     «Licenciado en las facultades de Filosofía y Letras, y Derecho Civil y Canónico, abogado de los Ilustres Colegios de Burgos y San Sebastián; Académico correspondiente de las Reales de la Historia y Bellas Artes de San Fernando. Jefe que ha sido de la Biblioteca provincial de Burgos, y en la actualidad catedrático numerario de Psicología, lógica y filosofía moral y Bibliotecario del Instituto de segunda enseñanza de San Sebastián». [7].

     Sin pertenecer a la Junta Directiva, dos solidos puntales van cimentando, entre los socios, criterios históricos y estéticos; los dos burgaleses, los dos amantes de la tradición de su pueblo, los dos con vocación de ilustrar sobre el pasado y el presente, atentos a cuantas novedades pueden recibir de Europa: Juan Albarellos Berroeta [8].lo hará desde su recién fundado Diario de Burgos, 1891, que hasta hoy día pone diariamente en la mano mañanera de los burgaleses la actualidad, al tiempo que el pasado lo recoge, entre otras obras, en Efemérides Burgalesas; [9] Anselmo Salvá, [10] es el Cronista de la Ciudad y, en Madrid, miembro de la Real Academia de la Historia; de las diez y siete obras histórico-antropológicas que escribe sobre Burgos tres están repletas de documentación ritual y musical, eclesiástica y civil: Cosas de la vieja Burgos, [11]El Día del Señor [12] e Historia de la ciudad de Burgos.[13]

      La sección de Música y Declamación, ancestral tradición de ensamblaje de música y poesía, está dirigida exclusivamente, por grandes figuras del canto, documentadas por la Prensa burgalesa en cuantos actos oficiales o privados exigen protocolo musical: «D. Benigno Arce, presidente, D. Manuel Elizalde, vicepresidente, Don Francisco Azuela, Don Isidro Gil y Don José Vela, vocales. Don Luis Gallo, secretario». [14]

     Sin cargos administrativos, pero con entrega sin límites, con eficacia en cada concierto, o en la preparación de ellos, con un continuo asesoramiento, Tomás Hesse, el organero alemán afincado en Burgos, documentado desde el año 1852 construyendo el órgano de la iglesia de San Pedro de Pampliega; Enrique Barrera Gómez; [15] el vallisoletano que, con 23 años, había ganado la plaza de maestro de capilla de la catedral, prolífico compositor, traspasa los límites burgaleses: la Biblioteca Nacional conserva una colección de obras para piano y Baltasar Saldoni nos ha dejado una extensa semblanza en su Diccionario, publicado en 1880. [16]

     En la práctica musical, juzgados por el virtuosístico repertorio que interpretan, pianistas de alto nivel: el primero, Bonifacio López, «un elemento tan inteligente como amable, al cual la sección de música debe gran parte de lo que hace; Vice-Director de la sección de música, que con incansable celo asiste, desde el primer ensayo hasta la función misma, ensayando y ejecutando al piano cuanto es preciso»;[17] Agapito Sancho, Francisco Quintana, Antonio López; los directores, Modesto Martínez que dirige la Banda de Música del Regimiento Cuenca; Manuel Fernández y Román Ruiz que lo hacen, turnándose, con la orquesta de esta nueva Sociedad;  y también documentados, los instrumentistas de cuerda que forman cuartetos, quintetos y sextetos, Felipe Valdivielso Bonís, Manuel Sancho, Santiago Landache, Gerardo Ríos, Tomás Hesse, Francisco Oliván y un experto del clarinete, Antonio Eleta.

     A todos ellos se han de unir las personas que deseen cooperar de este modo a los fines del Liceo, que serán a la vez socios de mérito; para ello, el crítico musical del Heraldo apostilla en su columna «que este laudable proyecto servirá de estímulo a ciertos jóvenes de la localidad, que tan buenas disposiciones presentan para el cultivo del bello arte de la música, y deseamos vivamente que el Liceo pueda ver realizados en corto plazo sus levantados propósitos». [18]

      Con tal elenco de grandes profesionales, en breve tiempo, en un plazo de menos de un mes, se completa la infraestructura musical  imprescindible para cumplir los fines fundacionales: de aquella mínima plantilla instrumental que interpretaba las partituras de orquesta con un piano y un armónium [19] en el concierto de presentación, un 23 de abril, 1880, aniversario de la muerte de Cervantes, a poco más de un mes, la Junta proponía y aprobaba la contratación de un cuarteto instrumental formado por profesores retribuidos; cuatro plazas: una para piano, otra para violonchelo o armónium – lo primero es preferible-, otra para violín y otra para viola.[20]

     El 7 de mayo se interpretaba el segundo concierto y el periódico El Papa-Moscas, en su reseña habitual ya podía afirmar que si las demás secciones logran colocarse a la altura de la de música y declamación se consiguió el objetivo.

     Y el cumplimiento del objetivo era ya evidente, no juzgado por los resultados de dos recitales escuchados, más bien por el trabajo infatigable de cuantos componían la sección, apoyada por una Junta Directiva caracterizada por la confianza puesta en sus socios y su colaboración ante las necesidades corales e instrumentales; porque, en fecha tan próxima a la inauguración, como un  9 de junio, podía hablar la Prensa burgalesa  de los Señores profesores de la orquesta, no sabemos si propios o contratados para un evento determinado; será a partir del mes de octubre de ese mismo año, 1880, cuando en el concierto celebrado el día 9, toque la orquesta compuesta en su gran mayoría de socios de mérito; y la prensa apostille: la Orquesta es ya notable; la Orquesta de la Sociedad muy afinada y tocando con gusto. [21]

     El piano es el instrumento rey del romanticismo; lo es en la evolución técnica partiendo del Piano-Forte ideado y construido en Italia por Bartolomeo Cristofori, [22] en Alemania, por Gottfried Silbermann; [23] lo es en la obsesión de los compositores que nos han dejado un incalculable repertorio; lo es en las salas de concierto y en los hogares de la alta burguesía del siglo XIX; Burgos no es excepción y, cuenta El Heraldo de Castilla, «el domingo último, por la tarde, tuvimos el placer de escuchar al Sr. Barrera, en un magnífico piano de la Fábrica Ronisch, [24] en Dresde, que tiene el Sr. Hesse en su casa de Barrio-Gimeno. Escusado es decir cuán agradable fueron para nosotros las horas que allí estuvimos, oyendo a dicho profesor en aquel instrumento que, entre paréntesis, parece que hay posibilidades de que se adquiera para la nueva Sociedad (el Liceo)». [25]

      Y tras la velada doméstica, se adquirió; porque en el concierto celebrado el 3 de junio siguiente, siempre el año 1880, se estrena el nuevo piano adquirido por la Sociedad en Dresde, que, sobre ser magnífico como instrumento, es un mueble elegantísimo, digno de la Casa Ronisch». [26]

      «Siendo uno de los principales fines del Liceo de Burgos el fomento de la instrucción y cultivo de las artes se propone crear un Orfeón. […]  Respecto al Orfeón aún no hay acuerdo definitivo tocante a las condiciones en que debe establecerse». [27]

     La decisión era compleja, no por falta de voces, masculinas o femeninas, más bien por las exigencias vocales que conlleva originariamente el término Orfeón: A imitación de la capilla de música de las catedrales, algunos de sus maestros serian pioneros en la creación de esas masas corales que, siguiendo la moda francesa del momento, se denominarán Orfeones; [28] en un principio su plantilla estará formada tan sólo por hombres; la razón, son Sociedades corales que se crean bajo la protección de instituciones obreras como esparcimiento y aprendizaje cultural de sus trabajadores; el modelo en Burgos sería, cuatro años después de fundado el Liceo, la creación, en 1884, del Orfeón del Círculo Católico de Obreros, (actual Schola Cantorum) compuesto de voces de hombres y niños con una escuela de formación musical; cuando la burguesía retome la iniciativa obrera, los orfeones, antiguos y nuevos, sufrirán  una metamorfosis de color vocal al introducir las voces femeninas; éstas, en un primer paso, con destino exclusivo a la interpretación de la música popular y profana; las voces de los niños, junto a los hombres se reserva para la música sacra;. quizá demasiado pronto se rompe la tradición, se modifica sustancialmente el color vocal del conjunto, al cambiar el timbre diáfano, penetrante, casi metálico de la voz infantil por la pastosidad, aunque brillante, de la voz femenina; estas, las voces femeninas, suplantarán definitivamente a los niños, creando para ellos las Escolanías, auténtica herencia eclesiástica de los Niños de Coro de las catedrales.

      El coro de señoritas y caballeros del Liceo de Burgos, que documenta la Prensa burgalesa tras cada concierto, lejos de los parámetros exigidos en esos años al orfeón, es vocalmente un auténtico trasvase de la plantilla mixta de los coros de los teatros de ópera al escenario de las salas de concierto; el modelo lo tenían muy a mano, en el Teatro Principal que, documentado desde el año 1879, disponía de una plantilla fija de actores, orquesta, coro y solistas:  […] Los coros son los que trabajan con más unión y han agradado al público del que consiguen aplausos en todas las obras. [29]

     Junto a su participación activa en los conciertos, los socios músicos del Liceo adoptan con frecuencia la figura de oyentes pasivos en aquellos recitales que la Junta organiza en su sede; memorable, entre otras, la presencia en su escenario de Isaac Albéniz, 6 de julio de 1881, [30] o aquel recital que, el mismo año de su fundación, 11 junio,1880, ofreció, afectuosamente, la Compañía de Ópera Italiana Fiorini con el emblemático divo, tenor lírico, Enrico Tamberlick, [31].al finalizar su temporada en el Teatro Principal.

     Así de decisivos, seguros, ambiciosos fueron los inicios del Liceo de Burgos, La documentación de prensa da fe del esplendoroso aporte musical que, durante cincuenta años, regalaron sus músicos a la sociedad burgalesa; y ello, tan sólo cumpliendo el único fin y objeto exclusivo que expone su Reglamento: proporcionar a sus individuos útil solaz y pasatiempo agradable, porque en el Liceo de Burgos, toda actividad, científica, literaria o musical ha de cumplir un rito final:

         «Como siempre, después de concluida la función, se despejó de sillas el salón y dio principio el baile que no sabemos hasta que hora duraría, pues en la precisión de dar estas noticias, tuvimos que abandonar el Liceo por la imprenta». [32]

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LA ACTIVIDAD MUSICAL

23, ABRIL, 1880

              «Hoy a las ocho y media de la noche tendrá ligar la función inaugural del Liceo de Burgos, siendo el programa de la función el siguiente:

1º Friedich von Flotow. Sinfonía de la ópera Marta tocada al piano con acompañamiento de armónium por D. Francisco Quintana.

2º lectura de composiciones.

3º La linda comedia en un acto y en verso, arreglada a nuestra escena por D. Mariano Pina, interpretada por las Señoritas Dña. Filomena Nevot, Dña. Concepción Fernández y Dña. María Sancho-Miñano y los señores Don Augusto Moya y D. Francisco Arce; y cuyo título es Las cuatro esquinas.

5º Verdi: final del tercer acto de la ópera Hernani por la señorita Dña. Adela Ramos, los señores Azuela, Arce y González, y coro de señoritas y caballeros de la sección de música.

Nota: las contraseñas han de presentarse a la entrada y son intrasmisibles. (Se ruega a los señores socios la mayor exactitud en este punto)

     El número de socios de todas clases con que empieza la Sociedad asciende a doscientos setenta aproximadamente».

(El Heraldo de Castilla,23 abril, 1880).

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                   «En la noche del viernes 23, aniversario de la muerte del gran Cervantes, se inauguró la sociedad científica, artística y literaria, titulada LICEO DE BURGOS, sita en los mismos salones que ocuparon las de su género El Ateneo, Lope de Vega y Moratín.

     La sinfonía de Marta de Flotow, desempañada al piano con acompañamiento de armónium por D. Francisco Quintana, fue la que con gusto escuchamos en primer lugar.

     A seguidas leyó el Sr. Bessón una poesía dedicada a Burgos del eminente poeta Sr. Zorrilla, siendo aplaudida calurosamente.

     La linda piececita de Pina Las Cuatro esquinas fue hábilmente interpretada por las señoritas Dña. Filomena Névot, Dña.Concepción Fernández y Dña. María Sancho-Miñano, y los señores Moya y Arce, todos ellos fueron llamados a la escena.

     Se leyó otra linda poesía de D. Benigno Piñán, también muy aplaudida.

     Y terminó la velada con el final del acto 3º de la ópera Hernani de Verdi, a cargo de la señorita Dña. Adela Ramos, los señores Azuela, Arce y González y coro de señoritas y caballeros de la sección de música que mereció los honores de la repetición.

     Increíble parece que en tan corto tiempo se haya inaugurado una sociedad como la que nos ocupa, que cuenta, al comenzar, con la respetable cifra de 280 socios».

(El Papa-Moscas, 25 abril, 1880).

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7 MAYO, 1880

                   «La sociedad del Liceo ha dado la segunda de sus funciones. Y en verdad os digo que si las demás secciones logran colocarse a la altura de la de declamación se consiguió el objeto. Nos hacen recordar los buenos tiempos de la Academia, Moratín, Lope de Vega etc. etc.».

(El Papa-Moscas, 9 mayo 1880)

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21 MAYO, 1880

                        «La concurrencia a la función de anoche en el Liceo fue como las anteriores escogida y numerosa. […] El coro del segundo acto de Las hijas de Eva fue cantado admirablemente por todas las señoritas de la sección de música, mereciendo los honores de la repetición.

      La fantasía de clarinete con acompañamiento de piano, sobre motivos de la ópera D. Giovanni, de Mozart, ejecutada por D. Antonio Eleta y D. Bonifacio López, fue aplaudida y con justicia, debiendo estar el Liceo agradecido a todas las personas que se prestan a darle vida y animación.

     Como siempre, después de concluida la función, se despejó de sillas el salón y dio principio el baile que no sabemos hasta que hora duraría, `pues es la precisión de dar estas noticias, tuvimos que abandonar el Liceo por la imprenta».

(El Heraldo de Castilla,22 mayo, 1880).

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       «El viernes se celebró la función del Liceo con la preciosa comedia de Serra, Don Tomás, discretamente desempeñada por las señoritas de Nevot, Fernández y Borrás y los señores Moya, Arce y Zamorano, que vieron premiadas sus buenas disposiciones para el arte dramático en los aplausos del numeroso público. Agradó también la Fantasía de clarinete con acompañamiento de piano sobre motivos de Don Giovanni de Mozart, ejecutadas por los señores Eleta y López.

     Terminó la velada con el coro del segundo acto de la zarzuela Las Hijas de Eva, cantado por todas las Señoritas de la sección de música, que le interpretaron de una manera delicada y con exquisito gusto.

El Liceo, a nuestro modo de ver, no tiene nada que envidiar a los más afamados de otras poblaciones, por lo que felicitamos a la Ciudad que de tan distinguida manera sabe unir lo útil a lo agradable».

(El Papa-Mosas,23 mayo, 1880).

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3 JUNIO, 1880

                                  «Mañana tendrá lugar en el Liceo la primera función reglamentaria del mes de junio, cuyo programa es el siguiente: el Sr. D. Francisco Arce cantará una romanza titulada Desdenes de que es autor D. Enrique Barrera. […] Las señoritas de la sección de música, cantarán la plegaria de la ópera Atahualpa del Sr. Barrera. Los intermedios serán amenizados con la lectura de composiciones poéticas.

     En esta función se estrena el nuevo piano adquirido por la Sociedad en Dresde, que, sobre ser magnífico como instrumento, es un mueble elegantísimo, digno de la Casa Ronisch».

(El Heraldo de Castilla,2 junio, 1880).

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      «Anteayer se celebró en el Liceo la primera función correspondiente al mes de junio poniéndose en escena la preciosa comedia de Don Manuel Bretón de los Herreros, titulada Mi secretario y yo, mereciendo justísimos aplausos las señoritas de Miñano y de Borrás, y los señores Zamorano, Rodríguez, encargados de su interpretación.

     La romanza Desdenes, del maestro Barrera, es una pieza musical de muy buen gusto, y cantada por el Sr. Arce con la excelente voz de barítono que la naturaleza le ha dotado. Obtuvieron un éxito completo.

     El coro de la ópera Atahualpa, del mismo Sr. Barrera, fue interpretado por las señoritas de la sección de música con tal agrado, que mereció que le escucháramos por segunda vez. El Sr. Bessón leyó de la manera que él solo sabe hacerlo, el Idilio de Núñez de Arce; pero nos atrevemos a suplicar a dicho señor elija otras composiciones que, reuniendo los méritos de todas las que hemos tenido el gusto de oírle, no sean de tanta extensión».

(El Heraldo de Castilla, 5 junio, 1880)

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        «El jueves tuvo lugar en el Liceo la primera función reglamentaria de este mes interpretando con sumo gusto el Sr. Arce una preciosa romanza del maestro Barrera. Las señoritas de Sancho Miñano y Borrás y los señores Zamorano (D. Carlos) y Rodríguez (Don Mariano) hicieron, como siempre, su ingenio en la comedia Mi secretario y yo. La plegaria de la ópera Atahualpa del Sr. Barrera, ejecutada por las señoritas de la sección de música fue muy aplaudidas, leyendo el Sr. Bessón, para amenizar aún más la velada, la composición poética titulada El Idilio, de D. Gaspar Núñez de Arce. >>                           

     La novedad de la noche fue el estreno del nuevo piano adquirido en Alemania, un notable instrumento que reúne a sus buenas condiciones musicales una elegante construcción.

     El Liceo, como habíamos previsto, es una Sociedad que reúne títulos suficientes para dar nombre y preponderancia a Burgos, ese es nuestro deseo»

(El Papa-Moscas, 6 junio, 1880).

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11 JUNIO, 1880

       «A la espontánea galantería de los señores Tamberlick y Fiorini se debe el que los socios del Liceo disfruten el viernes de una función extraordinaria, en que los elementos de las secciones de la Sociedad, en unión con las principales partes de la compañía de ópera italiana, proporcionarán una de las más agradables veladas.

     Correspondiendo a la fineza sin límites del Sr. Tamberlick, la Sociedad le remitirá el diploma de socio de mérito, así como a los señores que le acompañen, y es grande el reconocimiento que existe por parte de todos los individuos que forman parte del Liceo.

     He aquí el programa de la función del viernes, susceptible de alguna modificación por no estar definitivamente acordado a la hora de cerrar nuestro número; es el siguiente:

Ave María de Gounod, por el Sr. Tamberlick

Dueto de Don Pascuale por los Srs. Fiorini y Amodio.

El duo Crucifixus, de Tansse por los señores Tamberlick y Laban.

Cabatina de la Cerentola por el Sr. Fiorini.

Dos piezas de cuarteto por los Srs. Profesores de la orquesta.

Dos piezas que los Sres. de la sección de música del Liceo elegirán»

(El Heraldo de Castilla,9 junio, 1880).

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       «La función extraordinaria celebrada el viernes en el Liceo estuvo brillantísima: los señores Tamberlick, Fiorini, Laban, Passetti, Amodio, Breton, Villa, del Rio y Mesquiza, han dado una prueba de galantería a Burgos que jamás olvidaremos.

     No es esta ocasión de hacer una revista de la velada musical de antes de anoche; todo el mundo sabe que al tomar parte los artistas indicados, en unión de las señoritas de la sección de música y de los señores Gil, Arce, Rives, Piñán y Serna, la función sería notable y escogida.

     Lo que se propone la redacción de El Papa-Moscas con estas líneas es demostrar su gratitud a los señores que tan gratísimos recuerdos dejan en la sociedad burgalesa.

     No irá con nosotros seguramente quel refrán italiano que dice La lontananza ogni gran piaga salda, porque ni el tiempo ni la ausencia curarán ni harán olvidar la delicada atención de esos artistas, tan notables por sus talentos musicales, como por su amabilidad y cortesía».

(El Papa-Moscas,13 junio, 1880).

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6 JULIO, 1880.

     «Anoche asistimos a la primera función del mes actual, y aplaudimos cual merecen a Dña. Concepción Fernández, Dña. Rosa Echánove y Dña. Dolores Arce que en unión de los señores Uzquiano, Gallego y Arce representaron admirablemente la linda comedia del Sr. Frontaura Las Tres rosas, a la señorita Dña, Filomena Névot y a los señores Arce, Zamorano, Moya y Rodríguez la de Don José González que lleva por nombre la Partida de ajedrez a la que bordaron verdaderamente.

     El Sr. Arce además cantó con el gusto que acostumbra la Romanza de Matei, non e ver, y el señor Bessón leyó con una entonación hermosa unos bellísimos versos de Bécquer».

(El Heraldo de Castilla, 7 julio, 1880).

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     «El martes tuvo lugar la función del Liceo con la pieza de Frontaura, Las Tres Rosas, fielmente interpretada por las señoritas D.ª Concepción Fernández, Dña. Rosa Echánove y Dña. Dolores Arce, y los señores Uzquiano, Gallego y Arce. En la romanza de Tito Mateo, Non é vér, fue muy aplaudido el Sr. Arce y el Sr. Meñaca, que le acompaño al piano.

     Mucho agradó también la comedia en un acto del Sr. Iribarren, titulada La Partida de Ajedrez, a cargo de la Señorita Dña. Filomena Névot y de los señores Zamorano (D. C.) Arce, Moya y Rodríguez, recogiendo todos merecidos plácemes de la concurrencia que llenaba la sala.

     El Sr. Bessón leyó varias composiciones poéticas del malogrado Becquer, terminando tan agradable función con el baile de costumbre».

(El Papa-Moscas,11 julio, 1880).

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14 AGOSTO, 1880.

          «Esta noche se verificará la segunda función reglamentaria en el Liceo.

Programa de ella:

Concierto ejecutado por la Música del Regimiento de Cuenca, bajo la dirección de su músico mayor el socio de mérito D. Modesto Martínez.

Primera parte:

L´Ingenue, Morceau a la Gavote del maestro Arditi.

Barcarola de la ópera Guillermo Tell, del maestro Rossini, instrumentada por el músico mayor de Cuenca.

Fantasía de flauta con acompañamiento de piano sobre motivos de la ópera de Donizetti Favorita, ejecutada por el niño Don Enrique Ruiz.

Segunda parte:

Gran fantasía de la ópera Guillermo Tell, del maestro Rossini, arreglada por un aficionado.

Serenata española, compuesta y dirigida por el socio de mérito, Don Manuel Fernández.

Barcarola del maestro Crozé (2ª audición) instrumentada y dirigida por el maestro Martínez.

     Nos parece bien que los elementos alternen, porque así ofrecen más variedad las veladas, y se da descanso a los amables artistas de afición».

(El Heraldo de Castilla,14 agosto, 1880)

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     «Anoche debió celebrarse en el Liceo un gran concierto ejecutado por la música del regimiento de Cuenca, bajo la dirección de su músico mayor el socio de mérito D. Modesto Martínez».

(El Papa-Moscas,15 agosto, 1880).

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9 OCTUBRE, 1880.

          «Esta noche a las ocho y media tendrá lugar en el Liceo una función cuyo programa es el siguiente:

Primera parte:

 1º La Reine Blanche. Ouverture del maestro O. Metra, ejecutada por la orquesta compuesta en su gran mayoría de señores. socios de mérito, dirigida por el profesor D. Ramón Ruiz, socio también de mérito.

Coro de colegialas de la zarzuela del maestro Barbieri Mis dos mujeres, cantado por las señoritas de la Sección acompañadas por la orquesta.

Yo vivo et amo, melodía a dúo para canto y piano por la señorita Doña Adela Ramos y D. Joaquín Llimas, acompañados por el profesor y socio de mérito D. Antonio López.

Fantasía de flauta con acompañamiento de piano sobre motivos de la ópera El Trovador, por el joven D. Enrique Ruiz.

Les Ivresses, grande valse compuesto por Mademoiselle Suzanne Pillevesse, e instrumentada por O. Metra, ejecutado por la orquesta.

Segunda parte: El juguete cómico en un acto y en prosa original de Don Rafael María Liern, titulado Una casa de fieras, interpretado por las señoritas Dña. Filomena Névot, y Dña. Josefa Ramos y los señores D. Augusto Moya, D. Cástor Barbarán, D. Manuel Pardo y don Jacobo Caballero».

(Heraldo de Castilla, 9 octubre, 1880).

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9 octubre, 1880.

               «Otra de las veladas más agradables del Liceo de Burgos ha sido la de la función del sábado pasado, cuyo programa ya conocen nuestros lectores.

     La sección de música contribuyó con variados elementos al realce de la fiesta, mereciendo el coro de señoritas los honores de la repetición.

     Todas cuantas personas tomaron parte de diche función recibieron muchos y merecidos aplausos de la numerosa y escogida concurrencia que llenaba el salón.

     No debemos pasar en silencio las marcadas señales de agrado con que los socios han oído la orquesta en el Salón del Liceo y la complacencia y desinterés de los señores socios de mérito»

(El Heraldo de Castilla,13 octubre, 1880).

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       «La sesión de música ha dado un buen paso de avance en la última sesión verificada en el Liceo. El coro de señoritas fue repetido y aplaudidísimo.

      La orquesta es ya notable y cuantos en ella toman parte merecen nuestros aplausos. Los socios de mérito están de enhorabuena por sus conocimientos y amabilidad.

     La piececita agradó mucho y todo hace creer que la temporada de invierno se inaugurará con éxito»

El Papa-Moscas, 17 octubre,1880.

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23 OCTUBRE, 1880.

                         «Esta noche tendrá lugar en la Sociedad del Liceo, la función que anunciamos en nuestro último número y cuyo programa es el siguiente:

1º Sinfonía de la zarzuela Campanone por la orquesta de la Sociedad, dirigida por el profesor D. Ramón Ruiz.

2º Se pondrá en escena la aplaudida comedia en tres actos de D. Eusebio Blasco, titulada El Pañuelo blanco. […] En los intermedios de la comedia tocará la orquesta las dos tandas de valses Esperanza y La Tarde».

(El Heraldo de Castilla, 23 octubre, 1880).

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23 octubre, 1880.

     «La función celebrada el sábado último en el Liceo fue brillante, pero como siempre hemos dicho lo mismo, pues no puede decirse otra cosa, estuvimos durante la fiesta buscando defectos para manifestarlos, y solo encontramos algunas pequeñas imperfecciones que a otros le parecerían bien. Es cuestión de apreciación.

(Teatro)

La orquesta de la Sociedad muy afinada y tocando con gusto.

     A las diez y media preludió el pianista una tanda de rigodones y como estos son sedentarios y de fácil ejecución, se formaron tres cuadrillas, siendo la más numerosa la de la cabecera, pues no se comprende qué tiene aquel rincón que a todos atrae.

     También se bailó la vetusta y bullanguera polka, en la que tomron parte hasta los casados.

     El que está de moda hoy día es el vals, pero como son pocos los que le saben, pocos son también los que a él se lanzan, y en mi concepto obran con prudencia: la última noche vimos discípulos aventajados de Terpsicore, pero a la vez encontramos unos que mueven los brazos cual aspas de molino de viento, otros que se estiran y contraen, como atacados de calambres, y, algunos que tienen un trotar descompasado. La pareja que más nos agradó fue una niña bellísima que valsaba con un caballero que por cierto no tiene pelo de tonto.

     Por los mismo que el vals es más elegante, se debe poner más cuidado; muchos le confunden con el cotillón, creen que en mérito está en salir de estampía, dar vueltas precipitadas, hacer grandes argadillos con piernas y brazos, y concluir con una parada en firme, lo cual en nuestro sentir se llama hacer gimnasia».

(El Heraldo de Castilla,27 octubre, 1880).

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     «Han comenzado las sesiones de la sección de ciencias del Liceo. Anoche puso en escena la función siguiente:

1.º Sinfonía de la zarzuela Campanone, por la orquesta de la sociedad, dirigida por el profesor D. Ramón Ruiz.

2.º La aplaudida comedia en 3 actos de D. Eusebio Blasco, titulada el Pañuelo Blanco, interpretada por las señoritas Dña. Filomena Névot y Dña. Esperanza Altolaguirre, y por los señores D. Antonio de la Azuela, D. Jacobo Caballero y D. Rufino Quintana y las niñas Dña. María de la Asunción Buitrago y Dña. María Josefa de la Azuela».

(El Papa-Moscas,24 octubre, 1880).

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9 NOVIEMBRE, 1880.

          «He aquí el programa de la función que tuvo lugar anoche en el Liceo:

1º Metra: sinfonía de la Reine Blanche por la orquesta de la Sociedad dirigida por el socio de mérito D. Ramón Ruiz.

2º Rogel. La zarzuela en un acto y en verso, letra de Ricardo Puente y Brañas, titulada El último figurín, interpretada por la señorita Dña. Fernanda Borrás del Álamo y los señores D. Isidro Gil, D. Manuel Llinás y D. Manuel Pardo y Solano. Dirigirá la orquesta el socio de mérito D. Antonio López.

3º Beriot: Variaciones de violín por el socio de mérito D. Manuel Sancho, acompañado al piano por el de igual clase D. Agapito Sancho».

4º Lectura de composiciones.

5º Donizetti: Coro de la ópera Lucia di Lammemoor, por el señor D. Francisco de Arce y todas las Señoritas y Señores de la sección con acompañamiento de orquesta dirigida por el socio de mérito D. Agapito Sancho».

(El Heraldo de Castilla,10 noviembre, 1880).

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      «La última función del Liceo fue tan brillante como todas las que proporciona a los socios tan culto centro de recreo e instrucción.

     El Último Figurín agradó sobremanera. La señorita Dña. Fernanda Borrás y los señores Gil, aplaudidísimos.

     Un coro de Lucia fue muy bien interpretado por el Sr. Arce, señoritas y señores de la sección, lo mismo que las Variaciones de violín del Sr. D. Manuel Sancho y la sinfonía de la Reine Blanche, por la orquesta de la Sociedad, cada día más aplaudida y admirada».

(El Papa-Moscas,14 noviembre, 1880)

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23 NOVIEMBRE, 1880.

      «He aquí el programa de la función que tendrá lugar en el Liceo el jueves próximo.

1º Se pondrá en escena la comedia de D. Enrique Gaspar, titulada Cuestión de Forma. [..]

2º Lectura de composiciones-

Miserere y Aria final del 4º acto de la ópera Il Trovatore del maestro Verdi, ejecutado en el violín por el socio de mérito D. Felipe Valdivielso Bonis, con acompañamiento de piano por el socio de mérito D. Bonifacio López».

(El Heraldo de Castilla,24 noviembre, 1880).

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      «El jueves tuvo lugar en el Liceo una escogida función, compuesta de la bonita comedia de Gaspar Cuestión de Forma y del Miserere y aria final del 4.º acto de la ópera Il Trovatore.

     En la primera se distinguieron como siempre las señoritas D.ª Fernanda Borrás del Álamo y D.ª Dolores de Arce, y los señores Franco y Moya.

     La parte musical estuvo confiada al socio de mérito D. Felipe Valdivielso Bonis, que interpretó al violín la magnífica obra de Verdi, con inteligencia y maestría, siendo muy aplaudido por la escogida concurrencia que llenaba la sala. Compartió los aplausos con D. Bonifacio López que le acompañó al piano como este hábil pianista sabe hacerlo.

El Liceo prosigue su camino con verdadero éxito y por ello le felicitamos».

(El Papa-M«oscas, 28 noviembre,1880).

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9 DICIEMBRE, 1880.

      «He aquí el programa de la función del Liceo que tendrá lugar mañana a las ocho de la noche.

Señor y caballero, el paso, que pasó en el siglo XVII, escrito en un acto y en verso titulado El loco de la Guardilla. […]

2º Zuaznavar- Serenata por el Sr. D. Francisco de la Azuela, acompañado al piano y violín por los socios de mérito D. Bonifacio López y D. Manuel Sancho.

3º Menéndez Pidal – lectura de la leyenda histórica El Conde de Muñazan, por su autor.

4º Bellini. Duo y escena de barítono y bajo, de la ópera I Puritani, por los Srs. DEugenio María Vela y D. Francisco Arce.

5º Donizetti. Concertante final del segundo acto de la ópera Lucía di Lammermoor, por la señorita Dña. Adela Ramos, los señores D. Francisco de la Azuela, D. Joaquín Llinás, D. Eugenio María Vela, D. Francisco Arce, y coros de señoritas y caballeros de la sección de música.

     La orquesta, compuesta de socios de mérito, será dirigida por el de la misma clase D. Ramón Ruiz».

(El Heraldo de Castilla, 8 diciembre, 1880).

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     «El programa en la función del Liceo verificado el jueves pasado fue el siguiente:

1.º Serra y Caballero, El paso, que pasó en el siglo XVII, escrito en un act y en verso titulado El Loco de la guardilla, interpretado delicadamente por la señorita D.ªDolores de Arce, los señores D. Adelardo de la Calle, D. Pedro Uzquiano, D. Antonio de la Azuela, D. Julián Quincoces, D. Jacobo Caballero y coro de señoritas y caballeros de la sección de música.

2.º Mariano Zuaznavar, Serenata por el Sr. D. Francisco de la Azuela, acompañado al piano y violín por los socios de mérito D. Bonifacio López y D. Manuel Sancho, distinguiéndose todos estos señores.

3.º Menéndez Pidal, lectura de la leyenda histórica El Conde de Muzañán, por su autor, que fue muy aplaudido.

4.º Bellini, Duo y escena de barítono y bajo de la ópera I Puritani por los señores D. Eugenio María Vela y D. Francisco de Arce, que se hallaron a la altura de siempre.

5.º Donicetti, Concertante final del segundo acto de la ópera Lucia di Lammermoor, por la señorita Dña.Adela Ramos, los señores D. Francisco  de la Azuela, D. Joaquín Llinás, D. Eugenio María Vela, D. Francisco Arce y coro de señoritas y caballeros de la sección de música.

     La orquesta compuesta de socios de mérito, fue dirigida por el de la misma clase D. Ramón Ruiz».

(El Papa-Moscas,12 diciembre, 1880).

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1881

12 FEBRERO, 1881

          «Mañana se celebrará en el Liceo la siguiente función:

1º La aplaudida zarzuela en dos actos, en verso, original de D. Francisco Camprodón, música de D. Emilio Arrieta, titulada Marina, interpretada por las señoritas Doña Josefa López y Doña Filomena Névot, los señores D. Manuel Pardo, D. Francisco Arce, D. Adelardo de la Calle, D. Casto Barbasán, D. Nicolás Franco, y coro de señoritas y caballeros que componen la sección de música.

     En esta función se estrenará una decoración pintada expresamente para el Liceo por los señores socios D. Evaristo Barrio y D. Isidro Gil».

(El Papa Moscas, 13 febrero, 1881).

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14 FEBRERO, 1881

     «La Junta Directiva de la Asociación de Propietarios, Comerciantes e Industriales que está encargada de coadyuvar al mayor lucimiento de las Ferias de San Pedro y San Pablo de 1881, invitó a la Sociedad de Bellas Artes, Literatura y Ciencias que existe en esta Ciudad con el nombre de Liceo para que sus Secciones de Declamación y Música preparen alguna función en el Teatro de esta Capital, cuyos productos líquidos sirvieran para socorrer a los pobres en la época de la referida feria, y el Liceo, correspondiendo con verdadero entusiasmo a la indicación de esta Junta Directiva, ha dispuesto, guiado de su ardiente caridad, contribuir a tan benéfico objeto, preparando la siguiente función para el lunes 14 del corriente a las siete y media de la noche.

1º Sinfonía por la Orquesta.

2º El paso que pasó en el siglo XVII, escrito en un acto y en verso por Don Narciso Serra, música del maestro Caballero, titulado El loco de la guardilla, interpretado por la Señorita Dña. Dolores de Arce, los Señores D. Adelardo de la Calle, D. Pedro Uzquiano, D. Antonio de la Azuela, D. Julián Quincoces, D. Jacobo Caballero, y coros de Señoritas y Caballeros de la sección de Música del Liceo.

3º Lectura del poema La venganza, original de D. J. Valverde.

4º Fantasía sobre motivos de la ópera El profeta, de Giacomo  Meyerbeer, ejecutada a telón corrido por la Banda del Regimiento infantería de Burgos, generosamente cedida para este fin por el Excelentísimo Sr. Capitán General del distrito y el Sr. coronel del Cuerpo, que han querido contribuir de este modo al alivio de los necesitados.

5º Comedia A tontas y a locas, de José Estremera.

6º Poesía, La voz de la caridad.

7º La zarzuela en un acto y en verso, letra de D. Ricardo Puente y Brañas, música del maestro Rogel, titulada El último figurín, interpretada por la señorita Doña Fernanda Borrás del Álamo, los Señores D. Isidro Gil, D. Joaquín Llinás y D. Manuel Pardo, individuos de las secciones de Declamación y Música del Liceo.

     La orquesta, encargada de la sinfonía y del acompañamiento de las dos zarzuelas, será la de la Sociedad Liceo, dirigida por el socio de mérito D. Ramón Ruiz».

(El Heraldo de Castilla,12 febrero, 1881),

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12 ABRIL 1881.

          «El Viernes de Dolores tuvo lugar en el Liceo el Concierto Sacro, compuesto de las piezas musicales que el programa había anunciado.

     En él tomaron parte de señorita de López, que juntamente con los Señores Azuela, Barrio, Gallo y Arce, merecen un aplauso más sobre los muchos y merecidos que les hemos prodigado, así como el brillante y nutrido coro de señoritas y caballeros de la sección.

     Pero, además, en esta noche debutaron, por decirlo así, nuevos artistas de afición como fueron la Sta. Doña Juana Merino y los Señores. Aguinaga y Heredia. La primera tiene excelentes dotes y una bonita voz de contralto; el segundo canta con sumo gusto y el tercero posee una potente voz de tenor de la que `puede sacar gran partido si continúa dedicándose al arte.

     La orquesta compuesta en su mayor parte de socios de mérito, sumamente afinada y perfectamente dirigida por el Sr. Ruiz; nos agradó sobremanera en la tercera palabra de Haydn.

     Hay en el Liceo un elemento tan inteligente como amable, al cual la sección de música debe gran parte de lo que hace; nos referimos a D. Bonifacio López, vice-Director de la sección, que con incansable celo asiste, desde el primer ensayo hasta la función misma, ensayando y ejecutando al piano cuanto es preciso; nuestro aplauso y agradecimiento en nombre de la Sociedad, le ha tenido siempre el Sr. López, pero hoy nos complacemos haciendo pública esta manifestación. Reciban todo nuestro parabién».

(El Heraldo de Castilla,13 abril, 1881)

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24 MAYO, 1881

      «Antes de anoche tuvo lugar en el Liceo una de las más bonitas funciones que hemos visto en la Sociedad. Sentimos no poder extendernos sobre el particular, por la abundancia de noticias, pero cúmplenos dar la más completa enhorabuena a las Señoritas y Caballeros que tomaron parte en la ejecución de la zarzuelita, por su gusto y atinado desempeño de los papeles respectivos».

 (El Heraldo de Castilla, 25 mayo, 1881)

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30 julio, 1881.

       «Esa noche a las nueve tendrá lugar en la Sociedad del Liceo una función cuyo programa es el siguiente:

1º Comedia en un acto y en verso original de D. Miguel Echegaray, titulada Echar la llave.

2º Monologo Hasta mañana.

3º La zarzuela en un acto y en verso original de D. Mariano Pina, música del maestro Barbieri, nominada El niño, ejecutada por las señoritas Dña. Josefa López y Dña. Josefa Ramos, y los Señores D. Antonio de la Azuela y D. Evaristo Barrio.

4º Lectura de composiciones».

(El Heraldo de Castilla,30 julio, 1881)

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12 OCTUBRE, 1881.

      «Esta noche habrá una función en el Liceo de esta capital cuyo programa es el siguiente

Primera parte:

1ºJosé Manuel Joly Braga, La serenata. Leyenda Valacca cantada por el Sr. D. Luis Gallo con acompañamiento de piano y violín por los Señores. D. Antonio López y D. Manuel Sancho

2º Anton Rubinstein. Primo tempo del concierto en mi menor.

3º Louis Gotchalk. Pasquimade, capricho para piano, ejecutadas ambas por el Señor Sobrino.

4º Gaetano Donizetti. Romanza de barítono de la ópera Linda de Chamounix cantada por el D. Luis Gallo y acompañada al piano por D. Antonio López.

5º Charles Dancla. Romanza y bolero para violín con acompañamiento de piano por los Señores. D. Manuel Sancho y D. Bonifacio López

6º Giuseppe Verdi. Duo de barítono y bajo de la ópera Macbeth, cantada por los señores D. Evaristo Barrio y D. Francisco de Arce.

Segunda parte: El Maestro de escuela, caricatura literaria en un acto, arreglada a la escena española por Don Juan del Peral».

(El Heraldo de Castilla,12 octubre, 1881)

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27 NOVIEMBRE,1881.

     «La última función que ha dado la Sociedad en el Liceo ha estado a cargo de la sección de música y ha sido un bonito concierto del que la segunda parte era casi todo el cuarto acto de El Trovador, puesto en escena con los trajes y aparato escénico que el espectáculo requiere, para ello el Señor Barrio había pintado algunos trastos de escena con el gusto y acierto que acostumbra.

     La primera parte de la función consistió en cantar ya con la orquesta, ya con el acompañamiento de piano varias piececitas en las que aplaudimos sinceramente al Sr. Gallo que nos agradó en extremo, y la Señorita Dña. Josefa López que, a repetida insistencia de varios socios se prestó a cantar, sin preparación de ninguna clase una linda cancioncita de una conocida zarzuela. El Señor López acompañó con buen acierto al Sr. Gallo.

     También la Señora Dña. Meli de los Ríos tomó arte con el Sr. Barrio en la primera mitad del concierto, pero donde rayó a extraordinaria altura logrando arrancar entusiastas aplausos de la concurrencia fue en El trovador en que tanto ella como el mencionado señor Barrio estuvieron verdaderamente inspirados.

(El Heraldo de Castilla,30 noviembre, 1881)

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     Reciban nuestra enhorabuena, así como todas las demás personas que tomaron parte en la función sin exceptuar los que compusieron los coros ni a los señores. López y Ruiz que han estado encargados de ensayar y dirigir la función, ni a los demás señores que componen la orquesta».

8 DICIEMBRE,1881.

     «Mañana tendrá lugar en el Liceo una escogida función compuesta de la zarzuelita titulada Una Vieja, que será interpretada por la Señorita Dña. Josefa López y los Señores Llinás, Barrio y Sesmero, y el segundo acto de la ópera Rigoletto por la Señora Dña. Meli de los Rios, Barrio, Sesmero y coro».

(El Heraldo de Castilla,7 diciembre, 1881)

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          «La función del jueves en el liceo añadió un laurel más a los ya conquistados por las señoras Dña. Josefa López, Dña. Meli de los Ríos y los señores Llinás, Barrio, Sesmero y coro de la sección de música.

     El motivo para tan envidiable conquista lo dieron la zarzuela Una Vieja y el segundo acto de Rigoletto, obras que, como es consiguiente, fueron muy aplaudidas.

Por no repetir tanto nuestras enhorabuenas a los artistas del Liceo, les hacemos gracias de ellas este número».

(El Papa-Moscas, 11 diciembre, 1881)

Notas

[1] Periódico El Papa-Moscas, (Periódico satírico, independiente, defensor de los intereses regionales, sale los domingos, 1879-1920)11 abril, 1880.

[2]El Papa-Moscas, 3er. Domingo de agosto, 1879.

[3]Reglamento del Liceo de Burgos, Art. 1,2,3,4, 11,12, El Heraldo de Castilla (Periódico de intereses locales, morales y materiales, se publica los miércoles y sábados, 1880-1881),7-10-14 abril,1880.

[4]Madrid, 1822.Valladolid, 1898.

[5]Burgos 1850-Almería, 1920. 

[6]Burgos, Librería de D.S. Villanueva, 1864.

[7]Intento de un Diccionario biográfico y bibliográfico de la Provincia de Burgos. (2 vols.) Madrid, Imprenta de Menéndez Tello, 1889

[8]Burgos 1861-1922.

[[9]Burgos, Imprenta del Diario de Burgos, 1919.

[10]Burgos, 1849-1922.

[11]Burgos, Imprenta de Sucesor de Arnaiz, 1892

[12]Burgos, Hijos de Santiago Rodríguez,1900.

[13] Burgos, Imprenta de El Monte Carmelo, vol. I,1914, vol. II, 1915

[14]El Heraldo de Castilla, 31 marzo, 1880.

[15]Valladolid ,1844-1922.

[16]Diccionario Biográfico-Bibliográfico de efemérides de músicos españoles, (4 vols.) Madrid, Imprenta de Antonio Pérez Dubrull, 1880, Tomo II, pp. 336,338

[17]El Heraldo de Castilla,13 abril, 1881.

[18]El Heraldo de Castilla,8 mayo, 1880.

[19]Instrumento de viento, producido mediante dos pedales accionados con los pies, con un teclado y registros de diferentes colores tímbricos, inventado, a principio del siglo XIX por Gabriel Grenier.

[20]El Heraldo de Castilla,8 mayo, 1880).

[21]El Heraldo de Castilla, 9,17,27 octubre, 1880

[22]Padua, Ialia,1655- Florencia,1731.

[23] Kleinbobritzsch, Alemania,1683- Dresde,1752

[24]Fábrica fundada en Desde por Carl Ronich en 1845, la segunda guerra mundial bombardeó la fábrica y en 1945 se trasladó a Leipzig.

[25]El Heraldo de Castilla, 7 abril, 1880

[26]El Heraldo de Castilla,2 junio, 1880.

[27]El Heraldo de Castilla, 8 mayo, 1880

[28] Cf. Lozano Virumbrales, Luis, Aproximación histórica al Coro, Madrid, Fundación Juan March, 2015.

[29] Periódico El Papa-Moscas, 5º domingo de junio, 1879.

[30]cf. Burgospedia, Seis genios del Piano en Burgos.

[31] Roma, 1820-París, 1889.

[32] El Heraldo de Castilla, 22 mayo, 1880).

INSTITUCIÓN FERNÁN GONZÁLEZ. -Conferencia: EL MONASTERIOS DE RÍO SECO, SU REHABILITACIÓN.- -Por Félix Escribano Martínez-

INSTITUCIÓN FERNÁN GONZÁLEZ. -Iglesias fortificadas en la provincia de Burgos- -Por Isaac Rilova Pérez-

MAQUETA DE SANTA MARÍA LA IMPERIAL DE OBARENES. -Por Fernando de Miguel Hombría-.

MAQUETA DEL MONASTERIO DE SAN BERNARDINO DE POZA DE LA SAL. -Por Fernando de Miguel Hombría-

REPRESENTACIÓN EN MAQUETA DE CÓMO FUE EL MONASTERIO DE SAN FRANCISCO EN BURGOS. —–Por Fernando de Miguel Hombría—–.

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En la imagen que cierra esta maravillosa serie, y que viene a continuación, puede verse en la maqueta a qué parte del edificio pertenecen las ruinas (reseñadas en amarillo)  todavía hoy visibles en  la calle San Francisco.

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*Enviado expresamente a Burgospedia por  Fernando de Miguel Hombría.

SANTA TRIGIDIA Y SAN ÍÑIGO ABAD. -Por Francisco Blanco-.

Las primeras referencias sobre el uso del nombre femenino de Tigridia parecen proceder de los Banu Gómez, la poderosa familia palentina de los condes de Saldaña, Carrión y Liébana, dueños de un extenso territorio entre el reino de León y el condado de Castilla, que  llegaron a aliarse con Almanzor y consiguieron destronar al rey leonés Bermudo II y gobernar el reino brevemente, hasta que se produjo la reconciliación, aunque siempre mantuvieron una actitud rebelde y desafiante. El nombre parece proceder de una planta, “el lirio del maíz”, también conocida como “la flor tigre”. Según alguna crónica de la época, en el año 950 el conde de Saldaña Diego Muñoz estaba casado con Tegridia y tuvieron varios hijos e hijas, alguno de los cuales se casaron a su vez con condes castellanos y reyes de Navarra, tal vez sea esta la razón por la que el conde Sancho García de Castilla llamó Trigidia a su quinta hija.

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Tigridia Sánchez era la quinta hija del conde de Castilla Sancho García “el de los Buenos Fueros”, nieto de Fernán González y de su esposa Urraca Gómez, que era hija de Diego Gómez conde de Saldaña, Carrión y Liébana, que a su vez estaba casado con Muniadona Fernández hija del conde Fernán González, por lo que también les unían lazos de sangre. Tuvieron seis hijos: Muniadona la primogénita, que se casó con el rey Sancho Garcés III de Pamplona; Fernando Sánchez que tuvo una vida muy corta; García Sánchez que fue conde de Castilla y murió asesinado en León cuando estaba a punto de casarse con la hija del rey leonés Alfonso V; Sancha de Castilla casada con el conde de Barcelona Berenguer Ramón I, Trigidia Sánchez abadesa de San Salvador de Oña, y finalmente Urraca Sánchez casada con Sancho Guillén VI duque de Gascuña y conde de Burdeos.

Como dote para la joven Trigidia, en el año 1011 sus padres fundaron en la localidad burgalesa de Oña el Monasterio de San Salvador. En principio se trataba de un monasterio dúplice para monjes y monjas, que vivían en edificios separados.

Trigidia, entre los años 1011 al 1033 fue la primera y la última abadesa de dicho monasterio, durante los cuales tuvo amplios poderes, tanto religiosos como civiles sobre sus amplios dominios, pues además los condes aportaron alrededor de 120 lugares de su propio patrimonio, incluida la villa de Oña con sus dos barrios, el de San Quirico y el de Santa María de Yuso con todos sus montes y sus campos. A partir de esa fecha, el monasterio ha estado siempre regido por monjes benedictinos por imposición de su cuñado el rey Sancho III de Navarra, que se autoproclama conde de Castilla tras el asesinato en León del conde de Castilla García Sánchez, hermano de la abadesa.

Durante su etapa como abadesa el patrimonio del Monasterio de San Salvador no cesó de aumentar, pues también tenía posesiones en los valles de Mena, Losa, Valdegovia e incluso Álava. Otros muchos terrenos y propiedades de todo tipo, incluidas varias villas con sus iglesias, fueron adquiridos mediante compra, donación o prohijación.

Trigidia tenía además autoridad sobre todos los funcionarios condales y poderes para imponer y cobrar multas y contribuciones fiscales, administrar justicia y mantener el orden público. Solamente los condes de Castilla tenían autoridad sobre ella.

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Cristo de Santa Trigidia

Las riquezas de Santa Trigidia, y en consecuencia del Monasterio de San Salvador, no se limitaban únicamente a sus propiedades inmobiliarias, urbanas y agrarias, también durante sus años de abadesa fue acumulando un valioso tesoro artístico, comenzando por un extraordinario Cristo Crucificado, una talla románica posiblemente del siglo XI, que también fue regalo de sus padres los condes de Castilla. Otro de sus tesoros es la famosa Biblioteca de Oña, que contiene unas verdaderas joyas literarias de un valor incalculable, de la cual existe un catálogo de principios del siglo XIII. Contiene libros como las “Etimologías” de San Isidoro, “La Ciudad de Dios” de San Agustín, el “Comentario de la Regla de San Benito”, escrito por el abad Smargardo en el siglo IX y especialmente la famosa “Biblia de Oña” ingente obra miniaturizada del escribano Florencio de Valderánica, un monje burgalés del desaparecido Monasterio de San Pedro de Valderánica, en la localidad burgalesa de Tordomar. El primer códice llegó a Oña en el siglo XI, pero actualmente tan sólo quedan unos pocos folios repartidos entre el Monasterio de Santo Domingo de Silos y un convento de Roma. También se conserva una colección de piezas de telas orientales ricamente bordadas, representando diferentes temas. A partir del año 1033, fecha probable de la muerte de Santa Trigidia, el monasterio, como ya se ha dicho anteriormente, por un decreto emitido el 30 de junio y firmado por el propio rey Sancho III de Navarra, pasa a ser ocupado por monjes cluniacenses franceses.

La abadesa fue enterrada en el mismo monasterio, donde también se encuentran los restos de sus padres los condes de Castilla. En el siglo XVII los restos de Santa Trigidia, junto con los de San Iñigo y San Ato fueron trasladados a un altar neoclásico con un letrero en el que se puede leer: “Aquí están los cuerpos de santa Trigidia y san Ato, con otras muchas otras reliquias. Año 1664”.

El culto y la devoción a Santa Trigidia está muy extendido por toda la comarca de La Bureba, y su festividad se conmemora cada 22 de noviembre.

El historiador pacense Juan Tamayo de Salazar nacido en Zalamea de la Serena, es el autor de una hagiografía sobre Santa Trigidia incluida en su obra “Martyrologium Hispanum Anamnesis, 1651-1659”, en la que la atribuye la realización de numerosos milagros, tanto en vida como después de muerta, tales como sanar a los cojos, devolver la vista a los ciegos, el oído a los sordos o la palabra a los mudos. No obstante, existen muchas dudas sobre la veracidad de los hechos en ella relatados, siendo muy posible que sean tan sólo invención del propio Tamayo de Salazar, del que no hay ninguna referencia de su estancia por tierras burgalesas. Un historiador, linguísta y polígrafo valenciano del siglo XVIII, Gregorio Mayans, también pone en duda la veracidad de dicha obra.

San Íñigo, el siguiente Abad de San Salvador, en realidad había nacido a principios del siglo XI, posiblemente el mismo año 1000, en la localidad aragonesa de Calatayud y era de origen mozárabe. Siendo muy joven se retiró al Monasterio de San Juan de la Peña en la provincia de Huesca, donde fue ordenado sacerdote, pero no tardó mucho en retirarse a las montañas y refugiarse en una cueva para vivir como un anacoreta. No obstante, su fama de santidad trascendió las montañas y llegó a conocimiento del rey Sancho III de Navarra, que se lo llevó a su lado como consejero, hasta que hacia el año 1034 le nombró Abad del Monasterio de San Salvador de Oña en tierras de Burgos, que en el año 1011 habían fundado su suegro, el conde Sancho García de Castilla y su esposa Urraca Gómez y que hasta entonces había estado regido por su hija la Abadesa Santa Trigidia, que también era cuñada del rey navarro. San Íñigo permaneció como abad hasta su muerte ocurrida en el año 1068 y recibió sepultura en el propio monasterio. También fue consejero y confesor del hijo primogénito de Sancho III el Mayor, el rey de Navarra García Sánchez III, también llamado “el de Nájera”, a quien acompañó en alguna de sus acciones militares como la conquista de Calahorra, y estuvo presente en su última batalla, la que tuvo lugar el 1 de setiembre del año 1054 en la sierra burgalesa de Atapuerca, que por entonces pertenecía al reino de Navarra.

Su hermano Fernando Sánchez, por entonces rey de León y conde de Castilla, al frente de un ejército formado por castellanos y leoneses, invadió Castilla dispuesto a recuperar los territorios que su padre, el rey Sancho III de Navarra había incorporado a sus dominios. García Sánchez III murió en dicha batalla y en sus últimos momentos estuvo espiritualmente consolado y atendido por el abad.

En los “Anales Compostelanos” se puede leer el siguiente relato de la batalla: “En la era MLXXXII, el primer día de setiembre fue matado el rey García, luchando con su hermano el rey Fernando en Atapuerca, por un caballero  suyo llamado Sancho Fortún, a quien había injuriado con su mujer”.

Todo parece indicar que la muerte del rey navarro fue un crimen pasional cometido de forma alevosa y a traición por el caballero navarro Sancho Fortún, como venganza del adulterio de su esposa Doña Velasquita que se había convertido en la amante del rey García.

Fernando, al enterarse de la muerte de su hermano ordenó detener la lucha y en el mismo campo de batalla rindió honores militares a sus restos, confirmando también a su hijo García Sánchez IV como nuevo rey de Navarra, aunque, eso sí, recuperando de nuevo los territorios castellanos que su padre le había cedido a su hermano. Tampoco hubo represalias contra San íñigo por haber pertenecido al bando de su hermano. Por el contrario hizo numerosas donaciones al monasterio, siendo la más valiosa la de la iglesia de San Martín de Tartalés, de la localidad burgalesa de Trespaderne.

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San Íñigo abad

El cronista Juan de Alcocero, que también fue monje de San Salvador y discípulo de San Íñigo, nos lo retrata como una persona muy popular y querida, de carácter paternal y generoso: “No vivió para sí solo, sino para nosotros, porque todo el día estaba él para nosotros. Nunca se indignó de manera que en su indignación olvidase la benignidad; y no podía airarse un hombre que despreciaba las injurias y evitaba los rencores. Nunca juzgó sin comprensión, como quien sabía que el juicio de los cristianos ha de ir revestido de misericordia. El Espíritu Santo otorga su don de justicia a los más benignos, y concede a los suyos tanta equidad y justicia como gracia y piedad; de ahí que nuestro padre Iñigo guardaba rectitud al examinar lo justo y misericordia al decidir la sentencia. En la solicitud de su monasterio e iglesias imitó la fe y caridad de todos los apóstoles, obispos y abades”.

San Íñigo, además de patrón de Calatayud y de Oña era el patrono de los cautivos, que cuando recuperaban la libertad acudían a Oña llevándole numerosos exvotos que depositaban en su altar. Fue elevado a los altares por el Papa Alejandro III en el año 1163 y en el año 1259 el Papa Alejandro IV concedió indulgencias a los que peregrinaran a Oña durante la festividad del “Bendito Íñigo”.

Sobre su fallecimiento cuenta una leyenda que en una de sus visitas por los dominios del monasterio se sintió gravemente enfermo, siendo transportado por dos ángeles al monasterio de San Salvador, donde recibió los últimos auxilios sacramentales al tiempo que él repartía sus bendiciones a los atribulados monjes.

Esto ocurría el día 1 de junio del año 1068. Sus restos fueron depositados en una arqueta de plata con incrustaciones de piedras preciosas, encerrada en un sarcófago que ha sido abierto en más de una ocasión. En el 1597 algunos huesos del santo abad fueron trasladados a una parroquia de Calatayud y en el 1865 fue abierto de nuevo para comprobar que sus restos no habían sido saqueados por la ocupación francesa. La última apertura tuvo lugar el 31 de mayo del año 2014 con el fin de entregar una reliquia al Monasterio de Leyre. La Diputación de Burgos y la Fundación “Milenario del Monasterio de San Salvador de Oña, aprovecharon la ocasión para publicar una nueva edición de la “Historia de la vida de San Íñigo”, publicada por el monje benedictino Íñigo Gómez de Barreda  en el año 1771.

Autor Paco Blanco, Barcelona marzo del 2020