RUTAS BURGALESAS: POR LA RIBERA DEL DUERO -GUMIEL DE IZÁN- -Por Francisco Blanco-

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                                 IGLESIA GUMIEL DE IZÁN

De la época romana de Gumiel de Izán, situada en la vía Clunia-Astúrica,  todavía quedan en pie dos puentes sobre el Gromejón, excelente río truchero y cangrejero: el de San Pedro y el de San Antonio. Después de los romanos fueron llegando los godos, los árabes, los mozárabes y los foramontanos. Los primeros documentos históricos sobre la villa datan del 1042, siendo conde de Castilla y rey de León D. Fernando Sánchez, también conocido como Fernando I de Castilla y León. También fue muy grande la influencia árabe y mozárabe hasta bien entrado el siglo XV; el mismo nombre de Gumiel tiene indudables raíces árabes, posiblemente se derive de la palabra “al kümmel”, que en árabe significa alcaravea, una planta medicinal muy utilizada y abundante por aquellas tierras.

Una vez en poder de los cristianos, para defenderse de las continuas incursiones de los árabes, se convirtió en un recinto amurallado, con cinco puertas de entrada y un torreón defensivo, de lo que solo quedan restos.

En 1326, durante el reinado de Alfonso XI el Justiciero, pasó a ser villa de realengo, privilegio confirmado en 1335 por su hijo, Pedro I el Cruel. Posteriormente pasó a manos de diferentes señores, como el Marqués de Santillana, los Avellaneda, los Girón, los Ureña, los Osuna………, quedando además bajo su jurisdicción varias aldeas, iglesias y los monasterios de San Lorenzo y San Pedro de Gumiel, aunque eclesiásticamente dependían del obispado de Osma.

En el mes de diciembre de 1473, convocado por el Arzobispo de Toledo, D. Alonso Carrillo de Acuña,  se iniciaba en la Iglesia Parroquial de Santa María de Gumiel de Izán, todavía en fase de construcción, el Concilio de Aranda, con el  principal objetivo de poner en marcha una reforma del clero, cuya vida desordenada y costumbres licenciosas habían alcanzado niveles de verdadero escándalo. Claro que no faltaban también importantes motivaciones políticas, pues con el arzobispo había llegado a la villa la infanta Doña Isabel de Castilla, por entonces en claro enfrentamiento con su hermano, el rey Enrique IV, por la sucesión al trono de Castilla, que contaba con el explícito apoyo del arzobispo (1). También se esperaba la llegada de su esposo, su primo el infante D. Fernando de Aragón, y de los obispos de Segovia, Palencia, Osma y Sigüenza, todos de la facción de Doña Isabel y el arzobispo, por lo que, ante la imposibilidad de alojarlos a todos de forma acorde con su dignidad, antes de la Navidad el Concilio se trasladaría a Aranda de Duero, donde continuó celebrándose en la Iglesia de San Juan Bautista.

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                       CASA DE SANTO DOMINGO DE GUZMAN

La iglesia parroquial de Gumiel de Izán, situada en el centro del lado norte de su Plaza Mayor, a la que se accede por una amplia escalinata de piedra de dos tramos, con artísticas barandillas de hierro a ambos lados, preside, desde hace más de tres siglos, la vida religiosa, social y cultural de los gomellanos.

Se empezó a construir en el siglo XV, sobre los restos de un templo románico del siglo XIII, derruido posiblemente a causa de las numerosas incursiones de los árabes por esta franja de la cuenca del Duero, y se dio por finalizada  en el siglo XVII, por lo que en la monumental fábrica se alternan diferentes estilos arquitectónicos, desde el gótico tardío, pasando por el renacentista, hasta el barroco de su espléndida fachada principal, obra de Bartolomé Herrera y Pedro Díaz Palacios, formada por tres cuerpos de columnas y hornacinas, destacando la puerta central adintelada, que sostiene un relieve de la Asunción y, en la parte superior, otro de la Coronación de la Virgen María. La parte interior es gótica y está dividida en tres naves, con bóvedas de piedra y artísticas sillerías, en cuyos nudos aparecen los escudos nobiliarios de sus benefactores. La torre adosada, en cuyo pináculo también se aprecia el escudo nobiliario de los Mendoza, y la puerta de acceso al cementerio, pertenecen a la iglesia anterior y también son góticos. En la nave central se encuentra, sin duda, lo más destacable del templo, cuyo autor o autores, de la escuela burgalesa de finales del siglo XV, se desconocen: se trata de su impresionante Altar Mayor, de 9 metros de alto por 6 de ancho, realizado, posiblemente, en madera de nogal, cuya extraordinaria calidad merece por si sola una detenida visita. Está formado por cinco calles verticales y cuatro cuerpos horizontales, que sostienen quince escenas escultóricas, con doseletes calados sobre las repisas, que describen los principales misterios de la Vida y Pasión del Señor y la gloriosa exaltación a los cielos de la Virgen María, rematado todo por la figura de un monumental Calvario de grandes dimensiones.

Se pueden visitar también otras interesantes capillas, como la del Rosario, la de San Miguel, la de San Pedro, la de Santiago o la del Cristo de la Paciencia.

En la sacristía, convertida en Museo, se encuentran algunas interesantes piezas, como una talla sedente románica, conocida como la Virgen de Tremello, y la talla gótica del popular Cristo de Reveche, al que los gomellanos rinden anualmente homenaje en una concurrida y emotiva romería, que se celebra en una sencilla ermita románica, situada en el despoblado de Reveche, dentro del término municipal de Gumiel de Izán, en los límites con Oquillas y Villalbilla de Gumiel.

“Santo Cristo de Burgos

¿quién es tu hermano?

El Cristo de Reveche,

que es gomellano.”

Volviendo a la iglesia, se pueden admirar también varias tablas flamencas del siglo XVI, procedentes de otras iglesias de la zona; una valiosa talla de San Juan, diversas piezas de orfebrería y una pila bautismal del siglo XV, en la que aparecen las efigies de los doce apóstoles.

En la labrada cajonería de la sacristía, entre otros ornamentos para el culto, se conserva un lienzo de Santo Domingo de Guzmán, nacido en la vecina localidad de Caleruega el año 1173, que durante sus primeros años fue educado por su tío, el arcipreste D. Gonzalo de Aza, en el derruido Monasterio cisterciense de San Pedro de Gumiel. También se puede visitar la casa donde vivió durante aquellos años de su infancia.

Por los muros de las naves se reparten los escudos nobiliarios de los Girón, los Ureña y los Mendoza, señores de la villa en diferentes épocas.

De nuevo en la plaza, el viajero podrá recorrer las calles de esta villa, declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965, en las que sobresale la arquitectura popular castellana, en la que se conjugan la piedra, la madera y el adobe. Otra opción que no puede pasar por alto el viajero es la visita a sus bodegas subterráneas.

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                                            ALTAR MAYOR

La otra gran riqueza de Gumiel de Izán está escondida bajo tierra. Efectivamente, por su subsuelo se extienden numerosas galerías, todas comunicadas entre sí, donde, desde tiempos inmemoriales, los gomellanos almacenaban su grano y elaboraban y conservaban sus ricos vinos, que ya eran famosos en la Edad Media, cuyas excelencias se llegaron a cantar en las populares coplas de ciego, siendo famosas las que escribió Alonso de Toro allá por el año 1533:

“Pues en Aranda de Duero

y en los Homieles dos, (*)

tanto vino dan, por Dios,

que podéis henchir un cuero.

     En Roa y en tierra de Asa (**)   

y en tierra de Fuentidueña,

en la aldea más pequeña

henchiréis la calabaza”.

(*)  Gumiel de Izán-Gumiel del Mercado

(**) Aza

El origen de las bodegas subterráneas de la Ribera del Duero se remonta a la llegada de los romanos, hacia el siglo III a. C., que fueron los que establecieron el cultivo de la vid de forma estable. Pronto, la bodega se convirtió en una pieza imprescindible en el cotidiano quehacer de los gomellanos, un anexo del propio hogar, donde tenían lugar acontecimientos de todo tipo. Todavía en la actualidad siguen siendo importantes puntos de reunión para los momentos de ocio y de expansión de los vecinos.

En la misma Plaza Mayor, muy cerquita de la iglesia, se encuentra la entrada a la Bodega Renalterra, una de las más tradicionales, que conserva perfectamente su antiguo trazado medieval. En ella, aparte de saborear sus ricos caldos, acompañados de algún embutido y algún queso de la zona, el viajero se sentirá trasladado a aquellos tiempos gloriosos en los que Castilla, rodeada de enemigos, luchaba por convertirse en nación.

También por el casco urbano de la villa y sus alrededores se encuentran otras bodegas como la Bodega Dominio Basconcillo, la Cooperativa la Asunción de Ntra. Señora, Bodegas Riberalta, Bodega Nuestra Señora del Río……..Tampoco le faltarán al viajero mesones y restaurantes donde degustar los ricos productos de la zona, entre los que sobresale con autonomía propia el inigualable cordero lechal al horno de leña; ni casas rurales donde pernoctar y disfrutar de la serena majestuosidad de las noches castellanas.

A los tiempos modernos pertenecen las Bodegas Portia, fundadas en el año 2010 por el Grupo Faustino, procedente de La Rioja, cuyo original diseño se debe al gran Norman Foster, que ha sido considerada como una obra maestra de la actual enoarquitectura.

No se pueden dejar de mencionar las Bodegas Ferratus y las Bodegas Imperiales, también de reciente creación. Todas están situadas cerca de la antigua carretera N-I, de Madrid a Burgos, y todas ofrecen a sus visitantes atractivas visitas guiadas.

Después de la reconfortante visita a esta histórica villa, de buen pan, buen vino y mejores gentes, el viajero está obligado a rendir una nueva visita a la vecina y casi homónima Gumiel del Mercado….

(1) Cuando Isabel de Trastamara se hizo con el trono de Castilla al morir Enrique IV, en diciembre de 1474, los Reyes Católicos nombraron Canciller del Reino a D. Pedro González de Mendoza, viejo enemigo del arzobispo Carrillo, que cambió de bando, convirtiéndose en el principal valedor de la infanta Doña Juana la Beltraneja, hija del fallecido monarca, lo que desencadenó una guerra de sucesión por el trono de Castilla, que duró hasta el año 1479,  acabando con la derrota de los partidarios de Doña Juana, su destierro a Portugal y el encarcelamiento del arzobispo..

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                                     PLAZA MAYOR GUMIEL DE IZÁN

Una respuesta a “RUTAS BURGALESAS: POR LA RIBERA DEL DUERO -GUMIEL DE IZÁN- -Por Francisco Blanco-

  1. ¿Tuvo el concilio de Aranda o de Gumiel cariz propiamente político? El
    carácter político ¿no sería más bien de la asamblea del clero que
    hubo al mismo tiempo? Es sintomático que Pero Guillén de Segovia
    afirme que el concilio arandino no tuviese carácter político (Vide
    Eloy BENITO RUANO, «Los ‘Hechos del arzobispo de Toledo D. Alonso
    Carrillo’, de Pero Guillén de Segovia» en Anuario de Estudios
    Medievales nº 5 (1968).
    Las asambleas del clero castellano, institución fundamentalmente
    inédita en la historiografía española, no deben ser confundidas con
    los sínodos, sea diocesanos, sea de una provincia eclesiástica, aunque
    en alguna ocasión, como en la de Aranda de 1473, pudieron tenerse
    ambas reuniones sucesivamente.

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