NUÑO RASURA -Juez de Castilla-

La memoria de Castilla comienza a constituirse a partir, o entre los años, 1170 a 1210. Y esa memoria se inicicia, entre otros como El Cid y Fernán González, a través de dos jueces: Laín Calvo y NUÑO RASURA.

La leyenda de los jueces de Castilla sostenía, según versiones, que, bien hacia el año 840, bien hacia el 925, los castellanos, enojados por el maltrato que recibían en la corte del rey de León, “eligieron a dos caballeros, no de los más poderosos sino de los más ecuánimes, y los hicieron jueces para que apaciguasen con sus decisiones los desacuerdos y los motivos de querella en su tierra”. Uno de los jueces se llamaba Nuño Rasura y, seguimos en la leyenda, uno de sus nietos sería el conde Fernán González. El otro juez fue Laín Calvo y un descendiente suyo sería Rodrigo Díaz de Vivar “el Campeador”, cuya hija Cristina se había casado con Ramiro, señor de Monzón, padre de García Ramírez “el Restaurador” del reino de Navarra en 1134.

El nombre de Nuño, Munius o Nunius, proviene del latín Nonnus , que viene a traducirse como respetable; o quizás del godo Hermann o hermunius , traducido como hombre del ejército lo equivalente a hidalgo de sangre en el sentido de distinción aristocrática.

Nuño Rasura fue nombrado para dirimir los pleitos civiles gracias a lo instruido de su persona y Laín Calvo los militares.

Reinaba Ordoño II cuando ocurrió  la derrota de Valdejunquera y dado que el rey leones había atribuido la culpa por el desastre a la negativa de los condes castellanos de acompañarle, éste los condujo presos a León donde los ejecutó. Indignados los castellanos por esta  malévola ignominia y  no pudiendo levantarse en armas, acordaron proveer por sí mismos su gobierno, eligiendo entre los nobles dos magistrados, uno civil y otro militar, con el nombre de Jueces, para recordarles que su misión era la de hacer justicia y no la de oprimir a los pueblos con su autoridad, o menoscabar su libertad.

Al independizarse Castilla, en tiempos de Fernán González, y la subsecuente liberación inmediata de la autoridad leonesa, los castellanos quemaron los ejemplares del Liber Iudiciorum en Burgos y designaron alcaldes en las diversas comarcas para que juzgaran conforme al sistema del albedrío (juicio del albedrío).

Según la literatura medieval, más que las fuentes históricas reales, el conde Fernán González sería su nieto. Si bien, este dato se toma por la doctrina como probablemente falso.

En el arco de Santa María de la ciudad de Burgos se representa en una escultura (imagen superior) a Nuño Rasura, bajo sus pies la siguiente inscripción. -NVNIO RASURE CIVI SAPIENTISS/ CIVITATIS CLIPEO-  –a Nuño Rasura varón sapientisimo/Escudo de la ciudad-.

– Puedes conocer más sobre la calle que en Burgos se le dedica con su nombre.